Este artista pinta con plástico porque no tenía con qué comprar pintura

Mbongeni Buthelezi es un artista sudafricano que decidió adoptar una técnica para salir adelante como artista y no quebrarse en el intento. Su falta de recursos (y la creatividad que de allí surge), en conjunto con su pasión abnegada por el arte, hizo que hace más de dos décadas se le ocurriera una idea: quemar plásticos con colores y volverlos maleables para poder trabajar con ellos a discreción y graduarse como artista del Instituto Sudafricano de Arte.

De 24 años a hoy, esta sigue siendo su actividad artística y principal recurso en Johannesbugro, Sudáfrica . La alternativa del plástico se volvió una tendencia dominante en su obra: hoy en día tiene un reconocimiento mundial y exhibiciones en decenas de países.

VICE: Cuéntame cómo fue el proceso de coger el primer pedazo de plástico y hacer arte con él.

Mbongeni Buthelezi: Esa es una historia muy interesante. Yo estaba estudiando en el Instituto Sudafricano de Arte. Teníamos un estudio muy pequeño en el primer piso y una tiendita en el segundo piso, donde íbamos a comer algo dentro del mismo instituto. Cuando uno miraba por la ventana, veía basuras llenas de plástico de todos los colores, algunas incluso regadas en la calle. Me acuerdo pensar lo hermoso que se veía. Ahí pensé cómo transformar esa belleza real en arte.

Bajé y empecé a pegar todos estos plásticos y los llevé al estudio y ahí empecé a trabajar. No sabía bien qué iba a hacer con ellos, pero sentí una inspiración muy grande. El proceso experimental siempre me ha gustado mucho, entonces empecé a mirar diferentes maneras en las que podría derretir el plástico y, eventualmente, encontré una herramienta: la pistola de calor. Cuando encontré esta herramienta ya habían pasado por mis manos otras (incontables), pero con esta ya pude hacer exactamente lo que quería. Pude empezar a pegar unos plásticos con otros y con este proceso experimental tuve la oportunidad de aprender muchas cosas.

¿Alguna vez pensaste en el éxito que tendrías con este método?

No, para nada. Cuando empecé, nunca imaginé que mi carrera artística fuera a ir a ningún lado, porque nadie nunca creyó en mí, incluyendo mis colegas. Pero después de 24 años, me hace inmensamente feliz poder ser un pionero en esta manera tan increíble de expresarme a mí mismo. He tenido el privilegio de ir a tantas exhibiciones, en tantos países, he tenido muchísima suerte.

¿Trabajas solamente con plástico, o de vez en cuando utilizas otro tipo de materiales?

Cuando la gente mira mis pinturas generalmente me pregunta si solo utilizo plástico, porque hay muchas obras que parecieran hechas con pinturas, o con acuarelas. Pero no: siempre es plástico reciclado. Amé el hecho de haber tratado de dominar la técnica, me parece divertido el hecho de tratar de jugar con el ojo de la audiencia y creo que eso es lo que los artistas deben tratar de hace a diario.

Tu técnica con la pistola de calor es pegar los plásticos unos con otros y generar texturas, pero ¿cómo haces para generar los colores tipo acuarelas? ¿Cómo es la técnica?

Bueno, para las fotos que están en blanco y negro, que parecen estar pintadas con tinta, utilizo plástico para techos: el que se pone en el techo para protegerlo antes de poner las tejas. Uso eso como la base del lienzo, porque la mayoría de los artistas utilizan el lienzo solo. Pero para poder quemar y derretir el plástico, necesito una cobertura adicional, porque si no quemo el lienzo. El plástico para techos funciona de manera perfecta y hay de diferentes colores, así que puedo trabajar sobre blanco, sobre negro, y me da un alto contraste adicional muy interesante.

¿Y dónde haces toda la mezcla de colores y la quema de plásticos?

La gran mayoría de mi trabajo lo hago en mi estudio. Pero tengo la suerte de que hace poco una compañía de pinturas en Sudáfrica me permitió entrar y poder mezclar mis propios colores en su fábrica a partir del plástico. De esta manera no estoy atado a qué voy a encontrar en la calle, sino que también puedo tener el control de mis propios colores, al menos en términos de texturas, del grosor, de la transparencia, etc. De esta manera tengo muchas más posibilidades.

¿Sigues recogiendo plásticos de la calle o ya no haces eso?

Sí, sigo utilizando exactamente el mismo enfoque. Si veo un color hermoso en la calle, voy y lo recojo. También voy a tiendas y almacenes que me dan lo que les sobra para poder utilizarlo. Creo que hay una mezcla muy interesante entre lo que recojo de la calle y lo que yo manufacturo, porque la mezcla entre esos dos elementos es lo que más lejos me ha llevado.

¿Te das cuenta del impacto que le has generado al medio ambiente, o eso ha sido secundario?

Mucha gente me pregunta eso y me dice que soy de los artistas que además de aportar al mundo del arte, le estoy aportando al medio ambiente. Para mí, la combinación de las dos cosas me trae el el balance perfecto, porque no he parado de recolectar plástico de la calle. Por otro lado, con el fin de perfeccionar la técnica, manufacturo mi propio plástico también. El hecho de poder balancear las dos cosas, me hace creer que no he parado de crecer ni de aprender como artista.

¿Y qué tanta gente ha adoptado tu técnica? ¿Hay más estudiantes que estén haciendo lo mismo que tú?

Yo fui profesor en la universidad de la que me gradué. Traté de enseñarle mi técnica a mis estudiantes, tratar de hacer workshops donde pudieran ver cómo se hace, pero veo que hoy en día los estudiantes quieren tener éxito de la noche a la mañana. No quieren tener que hacer el trabajo adicional de ir a recoger los plásticos, llevarlo al estudio, quemarlos. Quieren hacer todo de la manera más fácil que se pueda. Hay una concepción muy conservadora que es que un artista pinta con pintura y sobre un lienzo.

¿Antes de empezar a pegar el plástico, haces algún tipo de boceto?

No, ya no. Es una pérdida de tiempo. Lo que hago es directamente poner el plástico en la superficie en la que quiero trabajar. Muchas veces hago un boceto con la idea que tengo en la cabeza y después me doy cuenta que no, definitivamente no es lo que quiero hacer. Porque, además, hacer un boceto teniendo el plástico como tu herramienta es una misión en sí misma. He aprendido a cortar el plástico negro en pedazos largos y delgados y de esa manera utilizarlo para delinear la idea de lo que quiero y después de hacer eso, simplemente empiezo a darle.

Puedes ver más trabajos de Mbongeni en su página web. Sigue a la autora en Twitter.