Tal como pasó con los soldados que se encontraron con una guaca de la guerrilla, al presidente Juan Manuel Santos se le apareció la virgen. Y en Navidad. Cuántos mandatarios pueden decir que, justo cuando estaban contando las monedas para pagar el postconflicto y los demás proyectos de su administración, inesperadamente apareció dentro de su territorio uno de los tesoros más grandes de la historia: el galeón de San José.
Existen varias opiniones con respecto al avaluó del hallazgo. Los cálculos dicen que el valor puede variar entre US$1.500 millones y US$10.000 millones. Y como si no fuera suficiente la suerte de Colombia, el tesoro del barco sería extraído justo cuando el dólar se sitúa alrededor de los $3.300, por lo que el botín en moneda colombiana podría valer entre $5 billones y $33 billones.
Al poco tiempo del descubrimiento, los gobiernos de Colombia y de España acordaron resolver el futuro del oro que pueda contener el San José por vías diplomáticas. Sin embargo, hace unos días Santos dio un eufórico discurso indicando que "el galeón de San José es patrimonio de los colombianos". ¿Se hará el de las gafas?
Claramente existen motivos para hacerse el loco con el oro del San José, aun si esto implica un pleito internacional. Por esta razón, El Mal Economista, con el fin de aumentar la tentación del mandatario, mostrará lo mucho que Colombia podría hacer con la platica del barco. Y para elevar aún más ese sentimiento pícaro, el análisis será hecho con cuentas alegres, es decir suponiendo que dentro de las aguas colombianas hay un tesoro de $33 billones.
Comencemos.
El metro
Quedan pocos días para que Peñalosa llegue a la alcaldía pero ya advirtió que el metro de Bogotá volverá a los estudios, argumentando que incluirá los tramos elevadizos para reducir costos. El futuro mandatario espera que este ajuste permita acomodar los gastos del proyecto a los $15 billones estipulados inicialmente, y evitar los sobrecostos que podría costar $30 billones.
Lo bueno es que con el Galeón hay plata para botar. La suficiente como para costear los $15 billones adicionales del peor escenario de sobrecostos del proyecto, incluso el de la planeación actual que contempla el metro subterráneo. Además quedarían algunos billones para hacer feliz a otra ciudad como por ejemplo Medellín, que ya se habla que está detrás de la plata del metro de Bogotá.
Las carreteras 4G con Isagén
Aun en medio de la crisis energética por la que pasa el país el Gobierno insiste en vender Isagén, argumentando que son recursos necesarios para financiar los $50 billones que costarían las carreteras 4G. La necesidad de vender la generadora de energía, pese a que ya se logró el cierre financiero de la primera etapa, es darle los recursos necesarios para que la Financiera de Desarrollo Nacional puede soportar la carga de capital del proyecto. La idea es que esta entidad pueda utilizar los $5,3 billones que costaría Isagén como garantía para tener disponibles otros $20 billones vía apalancamiento.
El oro del barquito ayudaría a que Colombia pueda tener sus tan anheladas carreteras 4G y aun así mantener su independencia energética. Incluso en el escenario pesimista, en donde solo se encuentren $5 billones dentro del San José, sería suficiente para que la Financiera de Desarrollo Nacional pueda soportar la construcción de las carreteras 4G. Y si el país tiene suerte y en efecto salen del mar $33 billones, quedaría dinero suficiente para iniciar la planeación de las carreteras 5G de las que se habló en el último Congreso Nacional de Infraestructura.
Tapando el hueco fiscal petrolero
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, advirtió que, debido a la caída de los precios del petróleo, la renta petrolera pasaría de $23,6 billones, lo registrado en 2013, a ser de solamente de $3,3 billones en 2016. Además preocupa que fue una estimación realizada con base a un precio del crudo de US$60, y esta semana cayó por debajo de los US$40, de manera que podría ser aún peor.
Tal vez no haya oro negro pero podría haber oro de verdad. Los $33 billones del San José permitirían cubrir el hueco fiscal que el petróleo dejará el próximo año aún si la renta petrolera cae a cero: además sobraría para financiar la mitad del déficit en 2017. Eso ayudaría a Colombia a sobrevivir hasta el 2018, que es cuando se espera que la crisis internacional del crudo empiece a mejorar.
Dependiendo de cómo se manejen esos recursos se podrían desmontar o rebajar algunos impuestos que el Gobierno instauró a finales del 2014, y quizás no haya necesidad de elevar el IVA hasta el 18% en la reforma tributaria estructural que se planea para marzo de 2016.
El postconflicto
Se supone que la firma de la paz se realizará a más tardar el 23 de marzo de 2016, una promesa realizada abiertamente por el presidente Santos. Sin embargo, no es el mejor momento para financiar un proceso de paz, debido a que la coyuntura económica sigue deteriorándose, y por el momento no hay señales claras de mejora. Por lo que, si el galeón de San José le da a Colombia de un solo tajo $33 billones, esto representaría la primera fuente de financiamiento clara del postconflicto. El cual no saldría nada barato
El costo total del postconflicto es todavía ambiguo. El senador del Partido Verde, Antonio Navarro Wolff, estima que se requerirá en promedio $9 billones cada año para el financiamiento de este proyecto, implicando que una década de postoconflicto en Colombia valga alrededor de $90 billones. Por su parte, la Comisión de Paz del Senado proyecta que este proceso costará en total alrededor de $54 billones, equivalente al 7% del PIB.
De manera que el oro del San José podría ser el primer empujón financiero que se le daría a la paz en Colombia. Un financiamiento que se haría sin necesidad de castigar a las empresas y a los hogares colombianos vía impuestos.
Ñapas
1. Con los $33 billones se financiaría gran parte de los casi $40 billones que Colombia deberá pagar por lo bonos de deuda que se vencen 2016.
2. Podría pagar 10 veces la deuda de SaludCoop.
3. Alcanzaría para pagar los salarios de la plantilla del Real Madrid, nómina anual estimada en 200 millones de euros, por 47 años y hacerlos jugar en el Fútbol Profesional Colombiano. Incluso alcanzaría para hacerlos pasar por colombianos para las eliminatorias del mundial.
4. Colombia podría elegir comprar Haití, Armenia, o Kirguistán. También podría comparar cuatro veces las islas de Fiji.
5. Además, para terminar con la pelea internacional, Colombia podría comprar el 84% de Nicaragua. El resto que falta podría comprarlo con sus ahorritos.
6.Con los $33 billones, Santos podría cumplir una de las promesas con las que se reeligió: las horas extras. Dado a que este proyecto de ley está enredado en el Congreso, el mandatario podría simplemente usar esa plata para subsidiar por más de 7 años las horas extras de los 1,7 millones de trabajadores que ganan el mínimo. Y de paso tendría otro motivo para pedir el nobel.
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