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Música

¿Por qué no podemos encontrar la música de Prince online?

Prince no odiaba Internet pero sí creía que los artistas debían ser pagados.

Image: Scott Penner/Flickr

Prince murió ayer en su estudio de Minneapolis, Estados Unidos, a sus 57 años.

Desde que se anunció su fallecimiento ha habido un auge de mensajes de condolencias y luto en Facebook, Twitter y demás redes sociales por la defunción de un artista que dio suficientes argumentos para ser considerado el intérprete solista más talentoso de su generación. Sin embargo, hay un aspecto que se ha omitido en las expresiones del público que sigue el duelo: los links en redes a toda la música de Prince que adora los fans.

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Esta es la razón por la cual ni tú ni nadie pueden postear un video en Facebook de "When Doves Cry" acompañado de un "RIP Prince": él creía que los artistas debían ser pagados y que Internet no facilitaba eso. Prácticamente sostuvo esta idea hasta su último día. Para la generación de Internet, esta es una parte de su legado tan importante como cualquier otra.

'Díganme un músico que se haya vuelto rico con ventas digitales. A Apple le está yendo muy bien, ¿no?

La campaña de Prince para proteger su música de la piratería no siempre fue bonita, aunque de cualquier manera nadie nunca lo señaló de ser el más amable. Su mantra siempre fue mantener el control, a cualquier costo. "If you don't own your masters, your master owns you", le dijo a Rolling Stone en 1996, refiriéndose a su ruptura con su disquera del momento, Warner Bros.

Algo muy similar le dijo a The Guardian el año pasado, cuando trató de explicar sus declaraciones de 2010 en las que afirmó que Internet "estaba llegando a su fin".

"A lo que me refería era que Internet se había acabado para todos los que quieren que les paguen. Y estaba en lo cierto", le comentó Prince a The Guardian. "Díganme un músico que se haya vuelto rico con ventas digitales. A Apple le está yendo muy bien, ¿no?"

La cosa no es que Prince odiara Internet per se, pues durante su vida dirigió una gran cantidad de páginas web. De hecho, en 2013 inauguró un nuevo sitio sólo para lanzar su sencillo "Screwdriver". Incluso abrió una página por subscripción para nueva música llamada NPG Music Club, que funcionó entre 2001 y 2006, y con la que se ganó un Webby.

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Lo que él odiaba era, claramente, la idea de ser explotado por un "master".

Los intentos de Prince por combatir el cambio hacia el streaming como la forma vital de consumo de la música digital, algo que ya muchos veían como inevitable, fueron completamente insignificantes. Un ejemplo de esto es el ahora infame caso de derechos de autor por "dancing baby", conocido mejor como Lenz v. Universal Music Corp, que comenzó cuando el sello de Prince demandó a una familia que subió un video a YouTube en el que un bebé bailaba la canción "Let´s Go Crazy".

En 2007, cuando Universal formalizó la demanda contra la familia Lenz, Prince expresó que su intención era "recuperar su arte en Internet" y que además planeaba demandar a The Pirate Bay, eBay y otros. Tal era su convencimiento que también contrató a Web Sherrif, una compañía que se especializa en limpiar el contenido de propiedad intelectual de la web, para que desapareciera instantáneamente y para siempre cientos de sus videos en Internet.

La convicción de Prince en que los artistas debían ser pagados por su trabajo y su interminable pelea contra Internet estuvieron le trajeron ganancias y pérdidas. En el caso específico de Lenz v. Universal Music Corp, Prince perdió, y el video de 29 segundos de este bebé bailarín regresó a las redes. Una derrota y un trago amargo al mismo tiempo.

Pero la discusión sobre sobre si los servicios de streaming benefician o les quitan las ganancias a los artistas sigue vigente, con argumentos apasionados e inteligentes de ambas partes. En esta pelea, que duró hasta el fin de su vida, Prince se mantuvo victorioso… al menos para sí mismo y bajo sus propios términos.

Este artículo fue publicado originalmente en Motherboard, nuestra plataforma de tecnología.