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Música

Masajes orientales y gastronomía estrafalaria: un diario de viaje por China con La Pulpa

Los maestros del "electrocalentano" nos compartieron imágenes inéditas de su travesía por el país de los oji rasgados.

Estuvieron casi un año lejos de los escenarios.

Y no, no estaban muertos, estaban entre la parranda, el crecimiento intelectual y la producción de su tercer disco. Básicamente se preparaban musicalmente para envenenarnos con su mixtura tropical y meternos en un viaje espacio-temporal hacia los balnearios del futuro, con ese sonido experimental al que bautizaron "electrocalentano". Una vaina que va a ser el hit del mañana en cada paseo de olla, en cada piscina de Carmen de Apicalá, Melgar y sus alrededores.

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Después del lanzamiento de su álbum Futuro Calentano, en marzo de este año, La Pulpa emprendió un viaje de más de 30 horas hasta China. Fueron invitados por un canal de la ciudad de Changshá gracias a su proyecto Frutoides, en el que básicamente convierten frutas en controladores midi para hacer música. El objetivo era el de volver locos a miles de oji rasgados con su electro tropicalia psicodélica y, de paso, contagiar de sabor a Guangzhou, Beijing y Shanghai en solo cuatro fechas y en algunos de los lugares más importantes de la la farra pekinesa.

Fue así como, durante dos semas, La Pulpa estuvo brindándole sabor a una cantidad de chinos que lo necesitaban, aunque no supieran bailar. Valía verga que ni ellos supieran su idioma, ni los de ese lado de Asia entendieran inglés, y mucho menos español. Y también valía verga que todo google estuviera bloqueado por el gobierno del país y a duras penas pudieran usar el traductor de esta plataforma. No importaba tampoco sentirse como famosos o extraterrestres cuando la gente se los encontraba en la calle y se paraban a su lado, como si fueran estatuas para posar con ellos en una foto.

Tras su vuelta al país, La Pulpa nos compartió algunos de sus momentos más curiosos a través de este suculento diario de viaje basto en gastronomía estrafalaria, fiesta nocturna y masajes asiáticos. También aprovecharon para lanzar "La corriente", el segundo sencillo de su disco y hacer bulla de su toque este viernes en Casa 9-69.

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Empecemos:

Kike el osado se enfrenta a un caldo que lo supera en tamaño y en picante.

Una noche, después de andar por la ciudad en 4 bicicletas de niña, decidimos detenernos a tomar un aperitivo de media tarde. Sin saberlo estábamos conociendo el BaiJiu. Lo llamamos Toribio al no saber su nombre, y porque en su etiqueta tiene un toro más traicionero que el aguardiente.

Unas copas después no podíamos detenernos. Tampoco caminar.

En China no hay lugares prohibidos para fumar. Y si los hay, no importa.

Tinder también funciona en China, en medio de la noche fue inevitable descargarlo y empezar una búsqueda que terminaría unos días después.

Luego de la fiesta, en la locura del alba, se dieron algunas conquistas orientales.

Las letrinas son los baños chinos. Un hueco en el suelo, en el que se debe estar acurrucado. Es de valiosa importancia tener cuidado con los zapatos.

Congeniamos con un parche de africanos, que tras la parranda Pekinesa, nos recibieron como si fuésemos unos de ellos. Hablamos largo y tendido acerca de Pablo Emilio, y de los criminales más famosos de Ghana. Si lo notan, al fondo a la derecha, uno de nosotros eliminaba sus demonios sobre el pavimento.

Este es el gesto de Ix al salir de un baño en que no hay puertas ni divisiones. Dos hombres defecaban con el rostro a la altura de sus partes, mientras el orinaba soportando la respiración a 10 centímetros de ellos y manteniendo contacto visual indetenido.

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El helado del futuro nos sedujo y despertó aún más nuestro erotismo.

No sentíamos en cacería, y celebrábamos con júbilo cada una de nuestras presas.

La técnica más indicada para escoger los alimentos, era seleccionando la caligrafía que se nos antojaba más rica en líneas y formas.

La fiesta inducía en nuestros cuerpos una especie de demonio que despertaba nuestras más oscuras concupiscencias.

Shanghai: El hotel nos recibe con una nota sobre el nochero. El viento parece susurrar “Ancestral masaje chino”.

Siguiendo nuestro instinto decidimos ir en busca del ancestral masaje chino.

El ritual consiste en un cuarto pequeño, con una ducha y un balde de aceite chino preparado para deslizarse por todo el cuerpo. La escogida para oficiar el rito, es una sabia conocedora de la anatomía, que sólo el azar escoge para uno.

Aunque la susodicha pidió que su identidad fuese un misterio, la destreza de sus manos debe ser conocida por occidente.

Con estómagos y pieles satisfechos, regresamos a Colombia para planear minuciosos, nuestra siguiente incursión en la noche asiática.

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Sigan a La Pulpa por aquí y gocen su vuelta al país por acá.