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Música

Grindcore y crust hechos con furia a la colombiana

Siente la fuerza de blastbeat.

De todos lo géneros de la música extrema, probablemente el más sabroso, veloz y versátil es el grindcore. Esta es la combinación perfecta entre velocidad, ruido, furia y gritos. Además, es la única cosa que logra juntar muchos de los elementos de la música pesada en unos cuantos minutos. Las guitaras del grind se tocan al estilo de las del punk y el hardcore: todo hecho en notas quintas y con unos cuantos acordes, pero todo tocado al doble de la velocidad. Además tienen la rudeza y la pesadez del thrash y el death metal, complementados con punteados demoledores y bulliciosos. La voz puede ser un grito agresivo y distorsionado, o un gruñido gutural sacado del Infierno, o ambos. Y lo mejor de todo es la batería caracterizada por el dulce sonido del blast beat. El cual es un golpe constante sobre el redoblante que suena como una metralleta. Todo junto forma un sonido demoledor, que te pulveriza el cerebro y te pone a pogear con desenfreno. No hay nada mejor.

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Bandas como Napalm Death, Extreme Noise Terror, Terrorizer, Agathocles le dieron forma al grindcore en los 80. Todos empezaron a combinar la velocidad del hardcore con la fuerza del metal y le dieron vida a este mutante de canciones fugaces. Las letras del grind son igual de variadas que sus composiciones musicales. Estas tratan desde temas políticos y sociales muy relacionadas con la izquierda y el anarquismo, hasta el nihilismo puro y el humor negro bien pasado.

El grind tiene un hermano mellizo llamado crustcore. Ambos nacieron al mismo tiempo y son géneros muy parecidos. La diferencia está en que el crustcore está más ligado al hardcore que al metal, lo que hace que los ritmos sean más rasgados, o sea hecho con pocos acordes tocados a toda mierda y con mucha pasión.

Todos estos sonidos de furia tienen la peculiaridad de ser muy underground. Para encontrar buenos exponentes colombianos de está música tuvimos que hacer varias llamadas y navegar un buen tiempo en Internet, pero aquí les tenemos una lista de diez bandas que son pura fuerza, ruido, velocidad y sabrosura.

Como dice el slogan del festival Obscene Extreme: “In grind we trust”.

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Chulo

Esta banda bogotana es demoledora. Sus canciones de pocos segundos son una descarga violenta de poder sonoro que te vuela la matraca. Su sonido nos remite a la fuerza de bandas como Agatocles y, al igual que este grupo clásico, Chulo tiene una extensa discografía compuesta sobre todo de splits hechos con bandas de todo el mundo. Aquí les dejamos su LP de 2015 para que sientan el poder del grind violence de la capital.

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Grinding

Desde Medellín llega esta descarga de pura furia. Grinding es una banda brutal con un sonido extremo, ultra veloz y genial que nos recuerda a bandas como Insect Warfare o Nashgul. Esta grupo existe desde 2008 y actualmente es un trío en el que todos sus miembros gritan, lo cuál le da el toque extremo perfecto. Aquí les dejamos uno de sus álbumen completos para que sepan lo que es el grind del bueno.

Aasvöel

Esta banda de crust de Ibagué es perfecta para cerrar los ojos y agitar los puños en el aire. Rasgados de guitarra sucios y voces sacadas de lo más profundo de la garganta, conforman el sonido de este grupo que además hace introducciones con arpegios o solos de bajos. Aasvöel es una banda poderosa, con mucha fuerza y energía perfecta para entrar al pogo agitando una pola y salpicando a todo el mundo.

Mordaz

Grindcore al estilo de

Scum

, el primer disco de Napalm Death, así es el sonido de este trío de Medellín. Dos mujeres y un hombre forman Mordaz cuyo sonido es sucio, pesado y devastador. Se puede decir que esta es una banda con el sonido de la vieja escuela, que tiene mucha influencia de hardcore, pero al mismo tiempo presenta un toque oscuro que le da algo especial; una furia única para mover esos puños con toda la rabia del mundo.

Mongólico

Como un taladro que te penetra la cabeza, así es Mongólico, una banda bogotana muy ligada al grindnoise. Rapidez, distorción, ruido hacen de este grupo uno ultra violento. Puro grito y ruido. Es como esa licuadora gigante que sale en un capitulo de Halloween de Los Simpson en la que Milhouse es triturado. Ese sonido de los huesos siendo pulverizados por las aspas es el equivalente a la música de Mongólico. Diversión de la buena.

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Nastiness

Esta banda tiene un sonido más ligado al metal que al hardcor. Incluso la brutal voz nos recuerda un poco a la que usan los cantantes de black metal. Nastiness es como una explosión atómica: impactante, ruidosa y devastadora. Ellos se definen a si mismos como un sonido político y anti-comercial, fieles al DIY y llenos de energía. Definición a la que nosotros le agregamos rudeza sabrosa y delirante.

Perro con Kancha

Ruido del que nos gusta para darnos golpes mientras corremos en círculos. Perro con Kancha es pura actitud y energía. El sonido del apocalipsis hecho por un dúo de Ciudad Bolívar al que le sobra fuerza en su música. Sin duda, Cancerbero, el perro que cuida la entrada al Inferno, cuando ladra entona las canciones de esta banda. A golpearse que Perro con Kancha está en la casa.

Estragos del proceso

Desde Fusagasugá un poco crust bien distorsionado para cabecear sin mente. Estragos del procesos tienen un sonido visceral y crudo, simple en su ejecución pero muy agresivo y sabroso. Es como el punk con energizarte. La misma actitud contestaría, los mismos ritmos, pero todo llevado a un limite que vale mucho la pena cruzar ¡A gozar!

Destitute

Tal vez una de las mejores cosas del grindcore es la suciedad de la música y esta banda de Bogotá sabe muy bien cómo sonar bien cochino. Destitute es crudeza pura. Su voz es un grito hecho con la garganta que suena como un regaño furioso, que en algo nos recuerda al estilo de João Gordo el vocalista de Ratos de Porao. Pero lo mejor es la absurda distorsión de la guitarra, es como si alguien le diera ritmo a la interferencia de la radio. Ahí les dejamos un EP para que sepan de qué estamos hablando.

Exhumación

Gruñidos paridos en las montañas de Medellín. Exhumación es una banda al estilo de Extreme Noise Terror. Rasgados hechos con pocos acordes que se repiten constantemente y producen ansias de destruir todo lo que se encuentre al frente. Una combinación perfecta de gritos llenos ira y guturales podridos medio sacados del gore y mucha energía. Una joyita para correr y correr en círculos lanzando puños con una gran sonrisa en el rostro.