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cine

Las películas de miedo no son más que una propaganda cristiana

Películas como 'El Conjuro' y 'Ouija' le comen al cristianismo y no solo pretenden asustarte.

Cuando hablamos de películas cristianas propagandísticas, la mayoría de las personas piensan en la repugnante God's Not Dead, o en la 'líbrame de la deuda de impuestos', Left Behind, películas que injurian al mundo secular que ocasionalmente hacen mucha plata. Pero hay otro género que aparentemente tiene una agenda proselitista que alaba el cristianismo y sataniza las demás creencias (incluyendo las ateas): las películas de terror.

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Todos los años tenemos que soportar estos thrillers predecibles y hasta graciosos centrados alrededor de una niña que juega tontamente con las herramientas de Satanás (usualmente una tabla Ouija), que termina siendo poseído por el demonio, y después es exorcizada por un cura que estaba luchando contra su fe pero ahora ve el error de pensar racionalmente.

Es cierto que no todas las películas de terror son pro-cristianismo —hay algunos pocos ejemplos que condenan a los líderes de la iglesia— pero casi todas las películas de terror que tocan temas supernaturales o condenan a los no creyentes (The Conjuring, The Rite), catalogan a las religiones que no siguen a Jesús como escalofriantes (The Wicker Man, The Exorcist, Sinister), o reclaman que la profecía bíblica ya va a llegar (Legion, The Omen). Incluso algunas que no tienen ataduras religiosas hacen referencias morales contra las drogas, sexo premarital o hacer cualquier cosa que sea mínimamente lasciva.

"Muchos cineastas ven su trabajo como algo para ser misioneros del cristianismo y las películas son su herramienta misionera. El miedo es una herramienta misionera" —Hector Avalos—.

Cuando era un niño que crecía en el pánico satánico de principios de los noventa, nunca fui aceptado en la sección de horror de nuestra tienda de películas del barrio. Nosotros éramos cristianos evangélicos que creían en la "guerra espiritual", la idea de que los demonios y los ángeles están alrededor nuestro todo el tiempo, peleando por nuestra alma. Viendo películas como Dracula de Bram Stoker, se podría pensar que es una invitación para la posesión demoniaca. En retrospectiva, como un adulto ateo, no veo mucha diferencia entre el mensaje que me enseñó la iglesia (Satanás está en todas partes y necesitas la Biblia para protegerte) y y las películas de miedo. Tendría sentido que los padres cristianos le mostraran estas películas a sus hijos como versiones bíblicas de Schoolhouse Rock!

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Pero la pregunta real es: ¿Los productores de estas películas nos están alimentando intencionalmente con propaganda cristiana (la forma en que los comunistas de Hollywood fueron acusados por envenenar mentes en los cuarenta y cincuenta), o solo están usando referentes culturales que nos son familiares con el fin de asustarnos?

"Muchas de estas películas son una propaganda cristiana explícita con un fin misionero", dice Hector Avalos, un profesor de estudios religiosos de la Universidad del Estado de Iowa, quien dicta una clase sobre religión y cine. Avalos compara películas como The Omen con The Passion of the Christ de Mel Gibson, diciendo que ambas tienen un propósito claro. "Muchos cineastas creen en el mensaje de sus películas. Ven sus trabajos como un manera de ser misioneros del cristianismo y las películas son el vehículo. El miedo es una herramienta misionera. El mensaje de que lo maligno es lo suficientemente real para tenerle miedo, y que debes ver al cristianismo o la religión como la mejor respuesta".

'The Conjuring'

Avalos señala la película de 2013, The Conjuring (la "historia real" de cristianos cazadores de fantasmas que han creado una franquicia de spinoffs), la cual acaba con una cita del verdadero cazador de fantasmas en el cual la película se basa: "Las fuerzas diabólicas son formidables. Estas fuerzas son eternas y existen actualmente. El cuento de hadas es real. El diablo existe. Dios existe. Y para nosotros, como personas, nuestro destino depende de cuál decidimos seguir".

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La película de Warner Bros. fue comercializada con instituciones creyentes y en una entrevista con el Christian Post acerca de la secuela, el co-escritor Chad Hills dijo, "El Conjuro 2 es una historia contada a través de los ojos de los creyentes, cuya arma más poderosa es la fe en Dios. Nuestras películas les permiten a los creyentes y a los no creyentes viajar con ellos, y de alguna manera, intentar afectar a alguien que está al borde de la fe y darles la fuerza que necesitan".

La mayoría de cineastas de terror no son tan abiertos con su proselitismo y probablemente no tienen ningún plan religioso en lo absoluto, según David Morgan, un profesor de historia de la religión y el arte en Duke. Morgan ha estudiado varios siglos de pinturas y literatura que usaba el miedo religioso para moldear el comportamiento de la sociedad, y aunque él está de acuerdo con que hay una tendencia moralista en las películas de este género, no cree que califiquen como propaganda cristiana.

"Los cineastas no usan necesariamente la propaganda, pero sí recurren a una corriente cultural", dice. "Ellos saben que grandes segmentos de la población tienen una alfabetización cultural sobre el vicio y la virtud y el infierno como concepto. Los tropos religiosos tienen más utilidad cuando le apuntan a entretener a la gente".

Ese es un buen punto, pero vale la pena mirar de dónde viene la aceptación cultural de la posesión y la cacería demoniaca: O viene de la iglesia o de las películas de miedo, las cuales fueron absorbidas durante la niñez. Los niños no son particularmente escépticos con la religión o las películas de terror, sin objetar las bases de la ciencia o la racionalidad. Tienden a creer incondicionalmente y sus convicciones están cimentadas proporcionalmente en sus niveles de miedo, lo cual los hace los candidatos perfectos para la propaganda del terror religioso usado en las películas de terror. Cuando era un niño, mis amigos y yo nos creíamos los indignantes rumores de los conciertos de Marilyn Manson, los números de muertes "satánicas" en el país, o la idea de que al tocar una tabla Ouija tu cuerpo y alma terminarían siendo secuestradas por el demonio. Vivíamos con un miedo constante de que lo maligno nos rodeaba todo el tiempo.

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'El rito'

Creo que de alguna manera, la experiencia cinematográfica busca darnos el asombro que teníamos en la infancia. Así que tiene sentido que los cineastas de este género sigan utilizando nociones infantiles sobre el agua sagrada y las crucifixiones. Pero, como un adulto, las películas supernaturales que dicen estar "basadas en historias reales" no son más que una condescendencia. Los creyentes dicen que hay muchos "eventos sin explicación" en el mundo que prueban la existencia de Dios, como un exorcismo donde una niña campesina sin educación habla latín antiguo, o una casa embrujada a la cual le sangraban las paredes escribiendo "666". Estas historias usualmente vienen de películas como The Exorcism of Emily RoseThe Amityville Horror, cuyas "historias reales" han sido ampliamente criticadas y desacreditadas.

Este interrogante tiene más implicaciones infames que solo molestar a un ateo millennial. Mientras me veo forzado a admitir que The Witch (2015) era una obra maestra del cine, se centra en la misma premisa de The Conjuring, reafirmando que las víctimas de la caza de brujas puritana en el siglo XVII fueron justificadamente asesinadas porque estaban asesinando bebés en nombre de Satanás. Estas afirmaciones tienen consecuencias en la vida real, como se evidencia en el documental Saving Africa's Witch Children, donde la tortura, el abandono, la hambruna y la muerte se infligieron en niños luego de que los misioneros evangélicos convencieran a los nigerianos de que había brujas entre ellos.

Lo mismo pasa con cualquier película que tenga exorcismo. Por siglos, humanos con enfermedades mentales necesitados de tratamiento médico fueron torturados sistemáticamente por sacerdotes que estaban convencidos de que los enfermos tenían un demonio y no una enfermedad. ¿Qué sigue? ¿Una película de cómo los inquisidores españoles eran héroes cuando acribillaban, devanaban y quemaban a la gente?

La próxima vez que estés pensando en entregar tu plata para ver otra película sobre las víctimas de una casa embrujada, vampiros o una tabla Ouija y quien solo puede ser salvado por un sacerdote y su agua mágica, pregúntate por qué estas cosas te siguen pareciendo aterradoras y qué ideas peligrosas estás financiando cuando quieres inyectarle un poco de adrenalina a tu cuerpo.