FYI.

This story is over 5 years old.

Salud

Tranquilo, sentarte en un inodoro público no pone en riesgo la salud de tu culo

Una experta en enfermedades infecciosas nos da su opinión.

Sin importar si te sientas en ellos o si los tocas con una sola nalga, es probable que te hayas preguntado si los inodoros públicos ponen en peligro la salud de tu culo. Yo siempre me siento en la taza a menos que esté visiblemente asquerosa, pero no puedo dejar de preguntarme: ¿hay algún problema con que mi culo se esté restregando con el de los demás?

La respuesta de la ciencia es bastante clara: los agentes infecciosos no pueden ser transmitidos a través de la taza del inodoro.

Publicidad

"En la mayoría de la superficies de los baños públicos dominan las bacterias asociadas a los humanos", dice la doctora Nilka Figueroa, la Jefe de Enfermedades Infecciosas del Harlem Hospital Center. "Estás bacterias son microbios en la piel que la mayoría de la gente ya tiene, así que no representan ningún riesgo de infección".

Este tipo de bacterias —que son, más que todo, "microbios intestinales y de la piel"— están en todos los elementos adyacentes al inodoro, así que buena suerte tratando de evitarlos (además, cuando sueltas el agua, se esparcen por el aire).

"Estos microbios se asientan en las superficies de todo el baño, particularmente a menos de un metro del baño, incluyendo los dispensadores de papel higiénico y la tapa del inodoro", dice. Un estudio de 2011 del PLOS encontró que la gran mayoría de las bacterias encontradas en los baños están asociadas a la piel y representan poco riesgo. Aunque la bacteria Lactobacillaceae, asociada a la vagina, se puede hallar mucho en los baños de mujeres, en lo que respecta a la contaminación urinaria vas a estar bien. Puedes cargar pañitos antisépticos si te pone tan nervioso.

Los estudios respaldan con consistencia que no hay que preocuparse por sentarse con el culo pelado en la taza del inodoro. En 2016, un estudio de Filtrated encontró que los equipos de gimnasio tienen incluso más bacterias que las superficies de los inodoros.

Mientras los riesgos de enfermedades e infecciones de la taza al culo son mínimas, algunas superficies duras pueden tener algunas bacterias y virus. De nuevo, el riesgo es mínimo, a menos de que tengas una cortada o una herida abierta. Si, digamos, estás lidiando con un inodoro de un bar de mala muerte lleno de orina, mejor solo inclínate porque sentarse en el pipí de otro puede ser desagradable. Aunque vale la pena resaltar que son los que se inclinan quienes suelen dejar esas sillas están llenas de orines en primer lugar.

Publicidad

"Odio a la gente que deja pipí sobre la taza", escribió un usuario en un foro de Reddit que trataba este tema en 2013. "¡Solo siéntate! No vas a contraer nada de un inodoro a menos que frotes tus genitales sobre toda la taza, en cuyo caso tienes problemas más serios de qué preocuparte".

Foto por giorgio raffaelli via Flickr.

Para los que están preocupados porque creen que van a contraer una enfermedad de transmisión sexual en un inodoro (no sé dónde están, pero sé que están ahí y no estoy tratando de avergonzarlos), no hay evidencia médica de que haya pasado.

Si en verdad estás decidido a evitar los objetos más sucios, tira tu celular a un río: además de convertirte en alguien menos presente en tus encuentros sociales, los celulares cargan diez veces más bacterias que los inodoros. Solo porque no interactúen con tu culo pelado no los vuelve más higiénicos. En el baño hay superficies que te deberían preocupar más que la taza del inodoro, como la puerta, la cisterna o el grifo.

La medida preventiva más segura a la hora de entrar al baño es lavarte las manos. Lavarse las manos reduce el número de gente que se enferma de diarrea en un 31% y reduce de un 16% a un 21% las enfermedades respiratorias, como los resfriados, en la población general.

"Lo más importante para prevenir el riesgo de enfermedades bacterianas en baños públicos es un buen lavado de manos", confirma Figueroa.

Pero si decides seguir inclinándote y haciendo flexiones para evitar la taza del inodoro —aunque no haya evidencia que pruebe que esto te proteja— seguramente estarás fortaleciendo tu abdomen o, como me dijo un amigo hace poco, "me inclino porque pretendo que esos pocos segundos le ayudan a mi culo".

Este artículo fue publicado originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.