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¡Qué viva el caos en el Reino Unido y en Europa!

Opinión // Lo que el Brexit significa para la economía colombiana. Y una pequeña comparación con Game of Thrones.

"El caos no es un pozo. El caos es una escalera". Esta frase, además de ser uno de los monólogos más icónicos y viejos de Petyr Baelish, el personaje de Game of Thrones (GOT), puede ser también el comentario que mejor representa el momento por el que pasamos a nivel internacional: primero, porque el mundo todavía no se repone al hecho de que el domingo pasado terminó la sexta temporada de esta aclamada serie, y segundo, porque hace pocos días se conoció también que el Reino unido votó a favor de salir de la Unión Europea (la cosa se conoció alrededor del mundo como Brexit).

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(Lea también: Y el Brexit ganó: el Reino Unido sale de la Unión Europea).

La frase de Petyr Baelish, o El Meñique, como se le conoce en GOT, va enfocada a que, en momentos de caos, es cuando los pequeños pueden avanzar o escalar. Por esto, para él, que a pesar de tener un rol relativamente mediano, el caos le pemitiría subir su posición incluso hasta convertirse en rey de Poniente. El gobernante absoluto, mejor dicho, el que derrota a los más poderosos de su mundo.

Algo similar pasó con la votación del jueves pasado, en la que el 52% de los británicos eligió que el Reino Unido saliera de la Unión Europea: en las últimas jornadas bursátiles, la libra esterlina cayó a niveles de 1985, y las bolsas de todo el mundo entraron en otro periodo de pérdidas y de incertidumbre. Lo curioso es que, si bien Colombia también se ha visto afectada, al final podría sacar provecho del caos que se vive en Europa. Es decir, podría progresar: hay dos formas de hacerlo: escalando frente a las demás naciones o bajando menos.

Subiendo y escalando

Con respecto a lo de escalar, no hay que hacer mucho. No todos los colombianos son conscientes de que el jueves pasado se volvieron casi 10% más ricos, o por lo menos, menos pobres que los británicos. Debido al desplome que sufrió la moneda inglesa, la tasa de cambio libra-peso colombiano pasó de estar rozando los $4.300 a bajar cerca de los $3.900. Esto implica que la plata de los colombianos rinde 9,3% más que antes de la votación del Brexit. Una situación muy conveniente si está pensando irse a estudiar a Oxford. Dependiendo de la plata que le manden de Colombia, su costo de vida habrá bajado significativamente. También muy útil si usted quiere ir de compras a Inglaterra.

Hay otra forma de sacarle provecho al caos inglés: cuando se concrete la salida del Reino Unido de la Unión Europea, los británicos tendrán que empezar de cero en materia de comercio exterior. De manera que estarán ansiosos de firmar cuanto TLC salga. Además, debido a que solo el 2% de las exportaciones locales van a territorio inglés, Colombia tiene alto poder de negociación y relativamente poco que perder.

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Escalando y no bajando

Los efectos que podría desencadenar la fractura de la Unión Europea, y que afectarían a Colombia, vendrían más directamente por el lado del crudo y del dólar. Sin embargo, algo bueno de todo lo que ha sufrido Colombia durante los dos años que ha durado la crisis de los precios del petróleo es que ha sobrevivido a periodos de incertidumbre peores que lo registrado en los últimos días por el Brexit. Además, el Gobierno ya trabaja contemplando escenarios aún más críticos.

(Lea también: La Tower of Joy de Game of Thrones en la vida real).

De acuerdo con el marco fiscal de mediano plazo, las cuentas fiscales para los próximos diez años se realizaron con un petróleo base de US$42 en 2016. Incluso, desde enero de este año, el Ministerio de Hacienda ha venido realizando ajustes más severos bajo el supuesto de un precio promedio de US$34. Además, en el plan financiero queda claro que el presupuesto de la nación funciona bajo la base de una renta petrolera de cero, e incluso negativa, por los próximos dos años.

De manera que aunque el Brexit rompió la tendencia alcista de la cotización del crudo, a nivel fiscal en Colombia no habría grandes perjuicios, pues los cambios que se hicieron para soportar la crisis del petróleo bastan por el momento para enfrentar los efectos de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Un riesgo importante sobre la economía colombiana vendría en caso de que el fraccionamiento de la Unión Europea traslade tal nivel de daño sobre la economía china que el petróleo vuelva a los US$20. O más abajo. Pero, aun en ese escenario, el crudo tendría que durar en ese nivel por varios meses para que genere una crisis financiera global y que su efecto sobre las exportaciones colombianas se vuelva crítico. Y, por el momento, el Brexit solo ha llevado al crudo hasta los US$46, de manera que todavía falta un buen trecho para llegar a ese punto.

Con respecto al dólar, si bien en las últimas jornadas la divisa registró fuertes alzas que la pusieron de nuevo por encima de los $3.000, todavía le falta bastante para volver a romper el récord de $3.440 que tuvo en febrero de este año. De manera que, tal como pasa con el petróleo, a nivel local se han visto situaciones peores dentro del mercado cambiario. De hecho, entre más suba la tasa de cambio, más le ayuda a las finanzas de Colombia y el supuesto del marco fiscal es de $3.150, por lo que en teoría nos ayudaría que suba un poco más.

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El alza del dólar se podría tornar peligrosa en el caso de que supere los US$3.440 y que comience otra vez a provocar alzas bruscas en la inflación, una situación que inquietaría a los inversionistas y analistas. Si se da este escenario extremo, aunque posible, el Banco de la República tendría que incrementar aún más su tasa de interés. Es difícil determinar en cuánto, pero debería ser menos agresivo que cuando estaba en lo más crítico el tema de la crisis del petróleo. En esta ocasión el Fenómeno del Niño no se uniría al efecto de la tasa de cambio, por lo que el incremento en los precios sería menos severo.

Mientras que no se dé los escenarios más extremos, hay razones para que Colombia celebre el caos en el Reino Unido y en Europa. No tiene nada malo seguir el ejemplo de Petyr Baelish. Recuerden: "El caos no es un pozo. El caos es una escalera".