FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Archivo VICE: Lemmy

Platicamos con Lemmy de Motörhead y descubrimos que ofender a los débiles de cuerpo es sólo una parte más de su honestidad.

Pensé en hacer una intro para la entrevista que sonara como si un periodista imparcial la hubiera hecho. Jódanse. Lemmy es mi héroe, y no trataré de esconderlo: dejaría de ser divertido. Cuando hace poco en Nueva York estaba conociendo, fotografiando y entrevistando a Lemmy en los camerinos de un show, sentí como si fuera un niño deslizándome a la mesa de la cocina con mi abuelo después de que, tras una reunión familiar, la casa se ha vaciado de parientes y decide que es momento de contar sus historias. Al principio, estaba nervioso porque éste era el gran show, pero, a las primeras palabras de Lemmy, quedé completamente desarmado. Se puso las pilas y contó sus historias. Siendo el fan de Motörhead que soy, no puedo pensar en nada mejor.

Publicidad

Por mucho, Lemmy es una de las personas con los pies más puestos en la tierra que he tenido la fortuna de toparme. Es todo un pinche caballero y un para nada mediocre intelectual. Al igual que su música, es todo un salvaje. Algunos lo encuentran demasiado brutal como para tratarlo. Pero ofender a los débiles de cuerpo es sólo una parte más de su completa honestidad. Lemmy nunca ha cambiado para ganar fanfarrias ni para modificar el sentido de sus críticas. Su existencia completa habla sin pelos en la lengua de lo que significa vivir bajo tus propias reglas. No existen picos astronómicos ni caídas abismales dentro de la historia de Motörhead; existe simplemente la trayectoria de una banda que se ha abierto camino insolentemente a través de una tormenta de tocadas, mujeres, tendencias, opositores, pateaculos y basura de la industria. Lemmy es EL perro maldito por excelencia sin importar qué edad tengas.  Vice: ¿Qué fue lo que te hizo decir: “Voy a estar en una banda”?
Lemmy: Las mujeres. Las mujeres.
Veredicto: las mujeres. Verlas en TV bailando alrededor de algún cantante de rock. Yo vengo de los cincuenta, ¿sabes? Eso era lo básico en esos tiempos. Compré mi primer disco en 1958. Era muy joven y me tocó ver a este cantante inglés, Cliff Richard, que todavía sigue pero es muy diferente a como era antes. Apareció en la televisión rodeado de chicas que trataban de arrancarle la ropa. Enseguida me dije: “Eso es para mí. Y ni siquiera parece trabajo”. Años más tarde, me enteré de que sí lo era, pero que tiene sus ventajas frente a trabajar en una fábrica de lavadoras.  Yo diría.
Así que eso fue lo que me animó. Mi madre tocaba la guitarra hawaiana, y no era como si esa guitarra tuviera mucha acción. ¿Sí sabes a lo que me refiero? Pero, aun así, le puse cuerdas y me la llevé a la escuela durante la semana de exámenes, cuando generalmente no hay nada que hacer.  Cuando andas huevoneando.
Correcto. Me rodeé de nenas de inmediato. Funcionó de maravilla, y ni siquiera sabía tocar esa chingadera.  ¿Qué tanto tiempo pasó para que dijeras: “Debería aprender”?
Oh, como dos horas. Se me facilitó tocar los acordes y, ya sabes, era lo único que hacía. Nunca quise ser el guitarrista principal. Ni siquiera supe del término bajista hasta mucho después.  Entiendo.
Fui un buen guitarrista rítmico por un tiempo, pero era una basura para liderear. Bastante mediocre.  ¿Trataste de tocar la guitarra principal?
Sí. Toqué por dos años con una banda llamada Rockin’ Vicars. Hacía trampa, ¿sabes? Le metía un buen de ruido y movía los dedos arriba y abajo superrápido, haciéndolos creer que era un solo. Nunca les pude decir que no lo era.  La mayoría de las grandes bandas truenan después de tres álbumes más o menos, pero tú has mantenido a Motörhead funcionando por un buen.
Ya casi llegando a los treinta y cinco años.  ¿Qué es lo que las otras bandas están haciendo mal?
No piensan que la música sea lo suficientemente importante como para salvar cualquier diferencia personal. Siempre he sentido que no existe diferencia personal alguna capaz de deshacer una banda. Me refiero a que ha habido quienes han dejado la banda, pero yo siempre he seguido adelante. Nunca he considerado hacer nada más. Esto es lo que se supone que debo hacer. Esto es lo que se supone que debo ser. Se supone que debo estar contestando entrevistas en el pinche camerino. Es mi vida.  A huevo.
Esto ya no es un trabajo.  Te he querido preguntar por Hawkind, con los que tocaste el bajo antes de empezar Motörhead. ¿Cómo te uniste a ellos?
Los fui a ver en vivo antes de unirme. Todo el mundo estaba dentro de este trance epiléptico colectivo. Todo el público, las seiscientas personas. De inmediato pensé: “Chingada madre, tengo que tocar con ellos”.  ¿Cúales eran los pros y contras de estar en Hawkind?
Lo que me gustó fue que fue la primera vez que toqué el bajo y descubrí que podía ser un buen bajista. Y, pues, comencé a tocar el bajo y era bastante bueno. Eso fue algo grandioso para mí. Como que me abrió los ojos. Además, había mucha libertad para tocar el bajo dentro de la banda. Hice un buen de rellenos y mierda bien inteligente detrás de Dave, que era la guitarra principal. Ya sabes, me gustaba lucirme, como siempre.  ¿Para las chicas?
¿Para qué es si no para lucirse? Es roncanrol. Ya que estás ahí, puedes aprovechar.  ¿Cuáles eran las cosas que más te cagaban las bolas?
Su actitud. Nunca me dijeron que estaba en la banda.  No mames. Eso fue como durante cinco años.
Cinco años. Me corrieron, y les dije: “Pendejos, ustedes no me pueden correr porque ¡nunca me dijeron que estaba en la banda!”.  ¿Quién dirigía la banda?
Dave Brock, la guitarra líder. Era su banda de pe a pa.  Por las entrevistas que he visto, siempre pensé que era un güey bastante centrado.
Lo era, pero en ese tiempo teníamos bastante éxito en Gran Bretaña —números uno y todo—, y eso cambia a las personas de diferentes maneras. Nunca me perdonaron que fuera el cantante en su único hit. [Risas]

“Silver machine”. Esa rola me gusta.
Todos trataron de cantarla antes que yo, y ninguno de ellos pudo hacerlo. Sólo me tomó como dos o tres tomas. Eso en verdad los hizo encabronar. Luego, NME imprimió su portada con una foto mía. “Hawkwind sube al número uno”, y mi foto, al lado. Oh, de seguro eso consigue amigos en la banda.
Sí. En verdad les molestó. Aun así, éramos un montón de personas chistosas. Generalmente, andábamos cataclísticamente arriba todo el tiempo. Ni siquiera teníamos un camión para las giras. En ese entonces, era la parte trasera de una van, dos colchones y unas sábanas. Así viajábamos durante la temporada de festivales.  Dios mío.
Armábamos nuestro propio festival dentro de la pinche van cuando viajábamos de regreso a casa. De hecho, Dell no lavó su cobija para los conciertos en dos años. Esa madre se podía quedar parada sola si la recargabas contra la pared.  La banda con la que tocaste antes de Hawkind —y que todavía escucho bastante— es Sam Gopal.
Oh, sí, ¿tú escuchas eso? Lo traigo en mi iPod. Creo que alguien me lo mandó por correo. Porque no lo puedes conseguir.
Al parecer, ya se puede. Alguien lo lanzó al mercado de nuevo.  ¿Qué pedo con eso? Creo que es de la música más enferma que he escuchado.
Pues, escribí todas las canciones en una noche.  Puta. También las cantabas, ¿no es cierto?
Sí. Eso fue en 1968. Todo era muy recio, obviamente. Pero el speed era bastante bueno en esos días. Me senté durante toda la noche a escribir esas pinches canciones. Once, en total. Creo. ¿Cuándo fue la última vez que la escuchaste?
Años atrás. Está genial. Hasta tenían coristas.
Claro. Sue y Sunny eran un grupo femenil de segundas voces que era famoso en Londres en ese momento. Estaban en las grabaciones de todos. Hicieron todos los discos de Dusty Springfield, por ejemplo. Eran bastante conocidas. Ah, por cierto,“Season of the witch” no la escribí yo.  Pero el resto, en una sola noche. Nada mal.
Nada mal.  ¿Cómo es el proceso que sigues para escribir rolas?
Escribo el título, y trabajo alrededor de él. Es como un ejercicio de palabras. Te dan el tema, y exploras todas las avenidas posibles. Primero escribo un título como “Overkill”, y después pienso qué hacer.  Ni siquiera sé cuántas rolas has escrito.
Bastantes. ¿Quién te influenció cuando comenzaste?
Todo lo que escucho me influencia. No te puedo decir todas mis influencias como músico porque todos los cantantes de inicios del rock son importantes: Little Richard, Elvis, Buddy Holly, Chuck Berry. Todos ellos. Y todas las bandas de Liverpool, también. He sido un hombre muy afortunado. Tengo la posibilidad de escuchar un chingo de cosas buenas. Me tocó ver a los Beatles en el Cavern Club.  Recuerdo haber leído eso en tu libro.
Y Hendrix. Trabajé como roadie para él tan sólo por estar durmiendo en el mismo piso que el bajista Noel Redding y porque necesitaban un hombre extra. Me tocó ver tocar al cabrón dos veces cada noche durante seis meses.  Entonces, el acto más grandioso que viste fue…
Hendrix y los Beatles, sin duda. Esos dos. Nunca jamás volverás a ver algo similar a ellos. Estaban en lo más alto de su juego y quitaron a todos del camino. Inclusive a los Stones. Los Stones siempre fueron los segundos después de los Beatles. Fue hasta que los Beatles se fueron que comenzaron a llamarse a sí mismos la mejor banda de rocanrol del mundo. Si no tuvieran toda esa producción que tienen ahora, estarían bastante locos. Keith está bastante loco, ¿no?  Claro.
Es un excelente guitarrista rítmico, pero no es un líder.  No es la persona más animada que haya visto.
Antes sí lo era, pero Brian Jones fue el líder de la banda por años. Era su banda. Él contrató a Jagger y a Keith también, pero lo dejaron atrás. Quería preguntarte qué opinas respecto al éxito y al fracaso. Sigues en las mismas.
¿Por qué cambiar cuando eres un ganador? [RisasSí, pero cuando Motörhead lanzó el primer disco, los medios se quedaron como “¿Qué pedo?”.
No pudimos lanzar disco en Estados Unidos sino hasta tres años después de que fuéramos un gran hit en Gran Bretaña. Estábamos con pinche Legacy y Eclipse, para después irnos a Sony, que estaba peor. La suerte llegó con la siguiente. La tuvimos con… ¿cómo se llamaba ese sello? Fueron devorados por Sanctuary a final de cuentas.  ¿Era esa disquera alemana?
No, estamos con SPV en este momento, el sello disquero alemán. Pero se acaban de declarar en bancarrota.  Una tendencia común.
Lo sé. Las compañías disqueras están cayendo, y ni siquiera entienden lo que les está pasando. Están bien pendejas.  ¿Podrías calificar a la industria del 5 al 10 respecto a cómo Motörhead ha sido manejado?
Oh, un 5. Es lo mismo con cualquier otra banda que sea un poco diferente. La industria siempre ha estado sorprendida por el siguiente gran descubrimiento. Es como cuando las bandas de Liverpool se hicieron famosas. Mersey Sound era la locura, y estaba esa pequeña escena en Manchester, y luego, la de Londres con los Stones; después vinieron a San Francisco, y lo volvieron a hacer en Seattle con Nirvana. Si tienen un hit con una banda, siempre corren a la ciudad de donde es y firman a todos los que traigan una guitarra colgada al cuello. La mitad de ellos ni siquiera llegan a contrato.  Sólo eran chicos con guitarras que no sabían lo que hacían.
Sólo dio la casualidad de que eran de Seattle o de Liverpool. Un buen número de personas de la industria —inclusive el manager de los Beatles, Brian Epstein— no sabía qué chingados estaba haciendo. Firmó cuatro bandas que nunca tuvieron éxito, para después dejarlas de lado por completo.  Y si todas las disqueras los acogieran y supieran qué hacer, ¿Motörhead seguiría siendo Motörhead?
Probablemente, no.  Porque ustedes son como perros callejeros y leyendas a la vez.
Claro. Hemos hecho una especie de carrera profesional de ello. No tuvimos mucha opción porque nunca podríamos ser algo comercial. Somos algo brutales para ser universalmente populares. Nunca pensé que lo seríamos. Estar en la cima del segundo nivel está bien para mí. La que debe de haber sido para los Beatles y para los Stones, viejo. No lo puedo ni imaginar. Debe de haber sido una pinche tortura. George Harrison dijo que fue el mejor y peor momento de su vida.  Estoy seguro de que es un 50-50.
Sí, claro. Todo lo que hicieron fue bajo la lupa. Había un periódico inglés que tenía una página para lo que sea que los Beatles hicieran el día anterior. Un periódico de circulación masiva, el Daily Mirror, que era el periódico de mayor circulación en Gran Bretaña en ese entonces.  ¿Crees que alguien en verdad pueda aguantar durante mucho tiempo?
¿Aguantar siendo así de grande? No. Tendrían que retirarse o cambiar. Los Beatles hicieron justo eso. Siempre me gustó cómo los pintaban de buenos muchachos mientras que a los Stones los presentaban como satánicos y rudos.
Los Beatles eran de Liverpool. Es una ciudad dura. Los Stones no eran hombres rudos; sólo se vestían como tales. Los hombres rudos eran los Beatles. Pinche Liverpool, güe. Los Stones son de los suburbios de Londres. Ringo era de pinches Dingles, el área mas culera, aparte de Glasgow, que he visto en toda mi vida. Lo que hicieron en esos dos lugares fue que, como no los podían reformar, optaron por echar todo abajo. Corrieron a todos, derribaron todo y volvieron a construir nuevos proyectos de vivienda. No había manera de civilizarlo, ¿me entiendes? Era un pueblo sin ley. La policía no podía entrar.

Tu canción “Stone deaf in USA” es un tributo a tirar fiesta en Estados Unidos.
Cierto. Y te mudaste a Los Ángeles.
Sí, pero no cuando escribí esa canción.  Entonces de eso trata la canción. ¿Salió directo de las giras?
Sí. Hicimos la gira con Ozzy Osbourne —el primer tour Blizzard of Ozz—. El público estaba como… [Hace una cara de disgustoComo un gran “¿Qué pedo?”.
Durante todo el set. La mayoría no entendía nada al respecto, sólo nuestra base de fans. Muchos de ellos estaban ahí para el evento y terminaban casi desmayándose. Pero olvídate de nosotros; también lo hacían con Ozzy. Eso que hicieron cuando Kiss se unió a la gira al terminar nosotros. No sé.  ¿Kiss los remplazó en ser teloneros para Ozzy? Pinche gira esquizofrénica, no mames.
Sí, Kiss y Ozzy.  Ustedes son la banda con menos gastos, y ellos necesitaban de un maquillista.
Ya sé. ¿Recuerdas cuando se quitaron el maquillaje?  Sí. Estuvo algo raro para todos.
Bastante raro. Todos nos dimos cuenta de lo feos que son.  No son hombres guapos.
Excepto por Paul Stanley. Él aún era guapo. ¿Pero los otros tres?  Es como despertar junto a una chica después de que te pusiste hasta la madre de borracho y te quedas así de ¡puta madre!
[Risas] No mames, escondiéndote en el baño hasta que se vaya.  Yo me hago el dormido.
Es como el síndrome de la trampa del zorro: prefieres morderte el brazo que despertarla.  Todos hemos vivido ese tipo de situaciones.
Recuerdo a uno de nuestro staff, Paulie, y dos chicas que llevamos durante todos nuestros shows en Alemania. Les decíamos las “monstruas” del rock, ¿okey? Una de ellas tenía un solo diente. Un desmadre total, pero grandes fans, ¿sabes? Así que Paulie termina con una de ellas una noche, compartiendo cuarto con nuestro hombre del sonido, Dave Chamberlain. Se despertó y se dio cuenta de que amaneció junto a alguien, pero no sabía quién. Voltea a ver a Dave, y él esta como… [Más caras de disgusto] Y luego… [Otra cara de disgusto] Y Dave hace… [Niega con la cabeza] Paulie tuvo que esconderse en el baño hasta que ella se fuera.  Esa es una buena historia que contar.
La mayoría de los fans ha pasado por algo así.  Ni me digas. He tenido que lidiar con esto por todo Lower East Side. Siempre suena como una buena idea al principio.
Sí. Especialmente, durante una madrugada borracha.  Es cuando las chicas doradas comienzan a saltar.
Es cuando todas se vuelven bonitas o, al menos, pasables. Pero en veces es como la última sopa de pollo en el restaurante, y no puedes evitarlo. Es como tener una experiencia fuera de tu cuerpo. Es como estar hablando con un dragón: sabes que lo estás haciendo, pero continúas haciéndolo.  Es como un demonio y un ángel sobre tu hombro.
Y el ángel siempre pierde.  El ángel no tiene tolerancia al alcohol.
Y el demonio siempre tiene forma de pito.  Apuntando hacia ella.
“Hazlo, hazlo”, como pinche perro.  Okey, la siguiente es una especie de pregunta cliché.
Te daré una respuesta cliché.  Está bien. Dame una buena para esta: ¿dónde se encuentran las mejores mujeres que hayas encontrado de gira por el mundo?
Las mejores mujeres son las que te quieren coger; las peores, las que no.  Eso trasciende cualquier frontera geográfica.
Lo hace porque sólo existen dos tipos de mujeres en el mundo: mujeres a las que te quieres tirar y lo logras, y las que no quieren. Así de sencillo. No importa de dónde sean. No importa el acento. Y, si no hablan el mismo idioma, siempre existe el lenguaje a señas.  Existe. En especial, en un bar.
Claro. Aunque se pone un poco confuso si andas cataclísticamente pedo. A menudo captan la idea equivocada. Bastantes han amanecido con tatuajes en el pecho.  Tengo un par de amigos así. Pero, escucha, debemos decir que has apoyado bastante a muchas artistas femeninas.
Me gustan las mujeres en el rocanrol. Fui criado por dos mujeres: mi madre y mi abuela. Mi padre se fue cuando tenía tres meses. Ella no se casó hasta que tuve como 10 años o algo así; por eso entiendo mejor a las mujeres que muchos hombres que lo captan al salir a cazar con papá. Por lo general, me agradan más las mujeres que los chicos. Si hablas con hombres, en especial en los Estados Unidos, siempre es un chingo de mierda machista, como cuánto odian a los políticos y que entrarán a la milicia a dispararle a cosas. Hay mucho de eso, y es una pena porque este país es el paraíso. La gente aquí se está dando de balazos en los pies, y ni siquiera se dan cuenta.