FYI.

This story is over 5 years old.

Música

¿Qué es lo que quiere el público colombiano?

OPINIÓN| "Tenemos que entender que un line-up de un festival, depende de muchas más cosas que el gusto personal y terco de sus asistentes".
Foto por César Cesilio | Noisey Colombia

En Colombia parece que no nos gustara nada. Vivimos en una eterna quejadera sobre lo que pasa y lo que no. Sobre todo a la hora de comentar los carteles de festivales. Hace unos días, el Breakfast Club y Páramo revelaron el line-up del Breakfest en Medellín y, como es costumbre, desató caos en las redes sociales. "Que mierda de cartel", "200 mil pesos para ver a tan malas bandas", "Yo ya vi a Bomba Estéreo gratis", "Esto parece un reencauche del Estereo Picnic", fueron varios de los argumentos del público inconforme con los artistas que visitarían la ciudad de la eterna primavera. Y eso sin nombrar todas las ocasiones en las que esto se ha repetido, sea Estereo Picnic o Rock al Parque, El Festival Vallenato o Hip Hop al Parque.

Publicidad

Yo la verdad nunca he entendido cuál es la finalidad de criticar a un festival por sus artistas. Sí, estos eventos tienen una curaduría definida y por ende un público específico que espera ser sorprendido con los artistas del cartel, pero tenemos que entender que un line-up de un festival, depende de muchas más cosas que el gusto personal y terco de sus asistentes.

Las bandas pueden o no estar de gira, cosa que es fundamental para definir qué artistas pueden llegar al país en qué fechas. Además, hay artistas que pueden estar inactivos, como sucedió con Daft Punk en el 2013 y 2014, cuando todo el mundo esperaba que hicieran una gira mundial y que, obviamente pasaran por el Estereo Picnic, pero finalmente no pasó porque la banda no tenía planes de tocar en vivo (más allá de esa incómoda presentación en los Grammys que parecía más un acto de lobby que otra cosa). Puede que las bandas tengan un fee muy alto que la empresa de eventos no pueda pagar o, que sea un precio racional, pero que no venda suficientes boletas para recuperar la inversión. Recuerdo que este último caso me pasó con St. Vincent cuando hacía la gira suramericana de su disco homónimo. Yo, como fan de Annie Clark, hice el seguimiento de su tour y me dí cuenta que la única fecha que tenía libre era para caer al Estereo Picnic. Emocionado esperé el cartel y, sorprendentemente, no estaba bookeada para el festival. Entre indignado y triste, decidí escribirle a Philippe Siegenthaler de Páramo, para preguntarle por qué no la habían traído. La respuesta fue sencilla: costaba mucho y en Colombia nadie la conoce.

Esta edición del Breakfest tiene vainas increíbles: vienen los Pet Shop Boys, banda legendaria del New Wave, regresa Julian Casablancas con los Voidz, el pionero del dub Lee Scratch Perry también hará parte del festival y el capo de Chancha Vía Circuito también. No sobra resaltar a los artistas nacionales, encabezados por Bomba Estéreo, quienes hace un buen rato no tocaban en el país, Oh'Laville y Los Makenzy para los rockerillos y por supuesto, los locales de Doble Porción que siguen dando lidia en los festivales de Medallo.

Retomando, el gusto personal no es un factor decisivo en un cartel, más bien todo lo contrario: si a usted no le gustó el cartel, pues no compre la boleta y si ya la compró pues la vende, a menos que quiera disfrutar del festival como experiencia y descubrir bandas nuevas pues vaya solo por parchar, así de sencillo. Además, ¿200 lucas por semejante festival? Sale a 7.700 pesos ver a cada artista. ¡Un gangazo!

***
Juan Antonio Carulla es El Enemigo en Facebook, síganlo por aquí.