El boleo de mecha es un arte. Es un estado de éxtasis que lo lleva a uno directo a un trance espiritual. Es menear ese cerebro hasta alcanzar un estado zarandeado de consciencia. Algo así como llegar al nirvana a punta de engranar y desengranar las vértebras. Quién diría que los maestros del meneo de cuello no son los metachos malosos que año a año vemos peregrinar a Rock al parque, sino estos agitados feligreses musulmanes.Así cómo lo escuchan. Sí no creen, tienen que ver este video de una ceremonia musulmana que es tremendo cabeceo. Que poder de cuellos los de estas personas. No nos queremos imaginar cómo amanecieron estos mechudos. Las melenas caen como látigos de forma perfectamente coordinada mientras adoran a Dios. Es hermoso.Al parecer el que oficia este rito de puro latigazo capilar es Gandalf, o una suerte de sacerdote albino que esta sumido en un trance que no se logra ni con el mejor ácido. Miren esa cara de euforia, miren como ladea ese cuello de izquierda a derecha antes de botar el latigazo. Ni George Fisher de Cannibal Corpse bolea mecha de esa forma.Qué poder de ritual. Si se fijan atrás hay un hombre anciano agarrado de un bastón dándole a ese boleo con toda la fuerza que le queda a su viejo corazón. Y para darle más dramatismo a esta orgía de pelos lisos, alguien cogió el clásico de Sepultura "Roots Bloody Roots" lo puso de fondo y le subió la velocidad.Épico.¡A mover esas cabezas carajo que la mejor forma de llegar a Dios es cabeceando!
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