Ilustración por Daniel Senior
Entre 2007 y 2012, 60 mil mujeres y niñas fueron asesinadas en 104 países (GVAB, 2017). Es decir que sus cadáveres llenarían dos veces y media el estadio El Campín de Bogotá. En la segunda década del siglo XXI, entre los países más peligrosos para las mujeres, se encuentran Rusia, Iraq y 11 Estados africanos; además de Bolivia, Venezuela, Guyana, Honduras, Haití y Guatemala. En una región en la que hace tres años ya eran asesinadas 12 mujeres cada día (CEPAL, 2014), Colombia ocupa el tercer lugar después de Brasil y México entre los países con un alto nivel de homicidios. En 2015 teníamos exactamente la misma tasa de feminicidios que un país altamente cuestionado en materia de derechos de la mujer como lo es Arabia Saudita (5.7 por cada 100 mil mujeres).Matar mujeres no es una práctica exclusiva de un cierto tipo de región, grado de desarrollo, cultura o sistema político, sino una epidemia mundial advertida ya en 1993 por la Declaración para la eliminación de la violencia contra las mujeres de Naciones Unidas. Veinticuatro años después, 1 de cada 3 mujeres experimenta alguna forma de violencia física o sexual. En la mayoría de los casos la fuente de esa violencia proviene de una persona en la que ellas confían o aman. Colombia no es la excepción a esta regla. Entre 2014 y 2016, 272 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, y 5.221 han sido evaluadas en riesgo extremo de feminicidio, es decir que en cualquier momento les pueden quitar la vida. Según datos de Medicina Legal entre 2015 y 2016 hubo un aumento del 22% en los casos de feminicidio. Además, en 2016, 49.712 mujeres fueron víctimas de Violencia Intrafamiliar. El riesgo más alto es para las mujeres entre 20 y 29 años que viven en unión libre.Esta columna es parte de la alianza de contenidos entre VICE Colombia y Corpovisionarios. Vea más aquí.
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