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Música

Daggering: Cuando el twerking se pone sexualmente violento

Es como si la lucha libre, el sexo hardcore y el baile tuvieran un hijo después de un trío.

Imagen captura YouTube

Hay quienes entienden y defienden el acto de mover su culo con fines políticos de emancipación, empoderamiento, reconocimiento, liberación, catarsis, protesta, etc. Otros, quizás de manera inconsciente, lo mueven por el simple placer que esto genera en su cuerpo.

Hay quienes lo condenan por grotesco y explícito, otros lo aprueban como un acto reflexivo sobre la naturalidad del ser y su expresión en la sociedad. Como en todo, hay gente a favor y otra en contra, y frente a eso poco o nada se puede hacer porque cada uno es libre de pensar y creer en lo que le dé la gana. Y eso es lo bonito, lo que realmente importa. Si hay un punto de conexión y encuentro del movimiento de culos y la sociedad, es la música, allí es donde se da la discusión y allí mismo es donde habita esta práctica.

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Una práctica sabrosa -a decir verdad- dejando de lado el morbo y sin intenciones de cosificar nada, simplemente reconociéndolo como es.

En fin. A lo que vinimos.

Todo empezó en una tarde de ocio en la que scrollear por Facebook de arriba abajo se convertía en la mejor forma de matar el tiempo. Justo en esas, y gracias a la función incorporada por esta red social para que los videos se reproduzcan automáticamente, apareció ante mis ojos el video de un par de personas twerkeando más fuerte de lo normal.  Y cuando digo fuerte no es solamente la velocidad a la que se mueven las nalgas de la mujer, ni el movimiento pélvico del hombre. Fuerte en el sentido más gore de la palabra.

En el video se veía a un tipo en la barra de un bar levantando a la susodicha en una especie de llave de lucha libre. Luego, al mejor estilo del legendario Undertaker, el tipo salta con ella hasta estrellarse en la barra y terminar en el piso siguiendo con el movimiento pélvico. El asombro fue incontenible, obvio. No sabía si estaba en frente a un Wrestelmania precario o un pornosadomasoquismo de otro nivel.

El caso es que la imagen me quedó en la cabeza unas horas. ¿Cómo putas pasó eso? ¿Ella estaba consciente de que le iban a aplicar tremendo movimiento? ¿Y ese man qué inventa?, pensaba yo.

Luego de ver más videos como ese, me enteré que en realidad se trata de un estilo de baile jamaiquino bautizado como Daggering que básicamente es como si la lucha libre, el sexo hardcore y el twerking hubieran tenido un hijo después de un trío sudoroso a ritmo de dancehall aletoso. Aunque no está dateado todavía desde cuándo empezó esta práctica, existe un video de Major Lazer publicado en el 2010 titulado "Guide To Twerk", donde explican paso a paso y nivel a nivel, cómo es que uno puede terminar siendo un experto en el tema, desde el meneito básico, hasta la tirada desde la escalera y la aterrizada en la pelvis de la mujer.

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Lo que verán a continuación es una selección de videos en los que se aprecia no solo el movimiento extremo del hombre que en pocas palabras podría definirse como "con ropa haciendo el amor", sino también la acrobacia "culo atómico contra pene".

Sin más, disfruten:

"El Undertaker"

"El helicoptero"

"Desde la barra, en el carro, lucha libre"

"En cualquier medio de transporte" 

"Las aplasta penes"

"Twerkeando con el abuelo"

"Cirque du soleil extremo"

"Two girls one…" 

"La escalera"

"El pasito de la silla, la bicicleta y la jungla"