Miedo y odio en el centro comercial

Tragedias como las balaceras en Newtown, Sandy Hook en Connecticut y el cine Century en Aurora, Colorado siguen cambiando nuestro concepto de miedo y seguridad. Nuestra relación con ese miedo, real e imaginario, comienza a crecer, mutar y doblarse de formas impredecibles. Al final, es fácil sentirse indefenso. Pensar que nunca podemos estar realmente seguros es algo que puede llevar a que algunos se encierren en sus hogares, y otros salgan a comprar todavía más armas. La primera vez que presenciamos este fenómeno fue en 2001, cuando Manhattan quedó tapizada de barreras, cercos y personal de seguridad. Ese territorio urbano en el que habíamos trabajado durante tantos años comenzó a transformarse de maneras que cambiaban tanto la realidad como la apariencia de la seguridad. Nuestro interés en el terreno del miedo ha sido la fuerza detrás de muchos de nuestros proyectos desde entonces. Son tiempos como estos, cuando los norteamericanos sienten que la amenaza existencial viene desde adentro y no desde afuera, que el fenómeno del miedo es el más poderoso y pernicioso.

Esta serie, que llamamosTrigger, empezó en 2010 cuando nuestra amiga decidió celebrar su cumpleaños en un campo de tiro a puertas cerradas. El campo de tiro que escogió estaba dentro de un centro comercial, y parecía un lugar poco especial hasta que entramos y vimos la selección de posters de tiro que tenían en venta. Imágenes de figuras humanas en todo tipo de posiciones amenazantes, impresas casi en tamaño real. Las fotografías parecían tomadas por un grupo de amigos que se habían disfrazado con lo que tenían a la mano, y tomadas con una cámara digital de baja calidad. Pero a través de todo eso, pudimos ver el miedo y odio que Estados Unidos tiene para ofrecer. Había un latino con un rehén, un joven al que tenía agarrado del cuello con una mano y una pistola contra su cabeza en la otra. Había hombres vestidos de terroristas árabes, con todo y chalecos suicidas. Había un adolescente apuntando un arma contra otro, una especie de Columbine. En otra imagen, aparece un hombre vestido con overol y apuntando un revolver hacia el frente. Es el uso más cautivador e inmediato de una fotografía que hayamos visto en años, y compramos una copia de todos.

Law Enforcement Targets, Inc. de Blaine Minnesota fabrica estos posters. Los contactamos para preguntarles si podíamos hacer nuestra propia serie de blancos. Les gustó la idea de una nueva línea de posters. En ese momento estábamos ocupados con una exhibición de nuestro trabajo en el Museo Aldrich en Connecticut, así que la primera serie de fotos las tomamos en el museo con ayuda del personal del lugar. LET aceptó una selección de esta primera tanda y las vendió como su línea “Violencia en el trabajo”. Desde entonces, se han impreso “Violencia urbana”, “Robo de licorería a mano armada”, “Zombis de la vida real” (sí, nos disfrazamos con nuestros amigos de zombis), y la reciente serie “Transporte colectivo”. Hemos hecho 60 posters para este proyecto, están a la venta por parte de LET, y hay muchos más en la línea de producción. LET ha vendido más de 330 mil posters de Type A desde diciembre de 2012. Así que la gente en todas partes está comprando nuestras fotos para llenarlas de hoyos y después colgarlas o tirarlas a la basura.

Trigger vive en dos mundos, cada uno con sus propios estándares. Como arte, explora nuestra forma de representar una amenaza. Como producto comercial, satisface una necesidad popular por la imagen del “enemigo”, un objetivo contra el que podemos disparar mientras nos entrenamos para ese día cuando estemos frente a un asesino que intenta infligir daño sobre los débiles y desamparados. Es por esto último que el aspecto más gratificante de este proyecto ha sido tomar las fotos nosotros mismos. Esto ofrece un sentimiento muy particular de cierre.

Type A, con base en Nueva York, es una colaboración entre Adam Ames y Andrew Bordwin. Formada en 1998, Type A se ha enfocado en los problemas más graves que enfrentan nuestras sociedades hoy en día: territorio, miedo, seguridad y autoridad. También han intentado colocar su trabajo fuera de las principales escenas de arte contemporáneo en el mundo. Type A ha exhibido su trabajo en todo el mundo, y puedes ver más de una muestra de lo que hace aquí.

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