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Música

Créalo: La historia de la electrónica en Colombia arranca con Diomedes

En 1996, El Cacique de la Junta inspiró una de las rarezas musicales más increíbles de nuestra discografía.

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"Colombia siempre ha sido el país de la fusión… y sin embargo, faltaba ese elemento de modernidad en nuestros sonidos", afirma Pernett en su columna Del Carnaval al Rave, refiriéndose a la relación entre las tradiciones musicales de estas tierras con la música electrónica, que hacia los 90 comenzaba su trayecto hacia la cima del mundo. En el testimonio, el artista currambero cuenta cómo se volvió uno de los precursores de esa mezcla entre sonidos que parecían tan lejanos y la música tropical de por aquí, descubriendo incluso que no había mucha distancia entre estas expresiones. Para ilustrar esto último, Pernett pone ejemplos como la famosa "Checumbia" o el álbum A Candela Viva (1993) de la honorable Totó que, grabado en un estudio de avanzada, el Real World de Peter Gabriel (y con ingeniería a cargo de Richard Blair), para él fue toda una revelación: "la forma en que estaba concebido el disco develaba para mí un concepto de música folclórica muy diferente al regional: este fue un disco pensado para un mercado global, para ese que bailaba con las canciones de KLF, Erasure o Pet Shop Boys".

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Con los experimentos de Sidestepper, los trabajos del mismo Pernett o el ejercicio Colombeat del sello Entrecasa, motivado por Héctor Buitrago hacia los dosmiles, el embrión electrónico fue incubándose en nuestro país, mostrando grandes capacidades de adaptación al contexto. Pero muchos años antes de estos fundamentos musicales que luego resultaron en una ola contundente de electrónica propiamente colombiana, existió un antecedente bastante subestimado por los melómanos locales.

Una rareza discográfica que lleva la firma del más grande: Diomedes Díaz.

En un intento por articular el folclor colombiano con el beat que se nos estaba viniendo encima, Luis Fernando Ochoa, el productor de cabecera de Shakira, decidió crear lo que en ese momento podía parecer un fracaso musical, pero que hoy en día se puede interpretar como una pieza visionaria, valiosísima en la memoria electrónica de nuestro país.

Gestada en el ya mítico estudio Sonido Azulado en 1996, en un álbum que fue bautizado Diomedes Dance Mix y con una portada que prometía "10 super international remixes" del "Colombian king of vallenato", clásicos del inmortal Cacique de La Junta como "Lucero espiritual", "Todo es para ti", "La Plata" y "Matilde Lina" recibieron su respectivo tratamiento house, tribal house, progressive y demás hibridaciones de difícil detección, para resultar en un puñado de remixes del Cacique de la Junta que, siendo franca, suena bastante raro.

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No en vano, fue olvidado en el cuarto trasero de la historia.

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En este proyecto, brillante en su visión pero no tan brillante en su concepción práctica para la pista, DJ's de Estados Unidos, Brasil y Colombia como Carlos Nieto, Adam Kidst, Meme, G Force & Dan Navarr, fueron los encargados de reversionar estos clásicos del vallenato, dándoles nombres bien pintorescos como "Volcan remix", "Miami Funky mix", "Caseta club mix", "Underground love mix" y mis favoritos: "Peri k Trip remix" y "Turbo Floor Coca version" que, estoy segura, eran también los favoritos de Diomedes.

Para celebrar este diamante musical, les presentamos a continuación un trozo fundamental de historia electrónica patria y, como diría el juglar, "¡con mucho gusto!".

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Nathalia ama a Diomedes Díaz, síguela por acá.