¿Por qué usar un cinturón de castidad?
Todas las fotografías por Zak Krevitt y Thomas McCarty. Estilismo por Cale Hughes.

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Sexo

¿Por qué usar un cinturón de castidad?

Tres hombres nos hablan sobre orinar sentados, la emoción que produce la sumisión y otros detalles de los cinturones de castidad.

La castidad masculina es cuando encierras a tu pene en una jaula especialmente diseñada que evita que tengas erecciones completas o usar tu pene para el sexo. Cuando lo traes puesto, no puedes masturbarte ni tener un orgasmo, y sólo lo puede retirar la persona que "guarda la llave". A pesar de que esto haría que la mayoría de los hombres tiemblen de miedo, hay otros que gimen de entusiasmo. Estar enjaulado puede ser sumamente excitante y satisfactorio. Algunas personas dicen que la privación del orgasmo aumenta el apetito sexual y mejora la concentración. También mejora la relación entre el dominante y el sumiso, ya que permite al amo/la ama castigar a su esclavo al negarle no sólo el sexo sino la capacidad de llegar al orgasmo.

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Obviamente este fetiche no algo que se pueda tomar a la ligera. No sólo cambia la vida del enjaulado sino que implica una gran responsabilidad por parte del protector de la llave. Aunque un poco de incomodidad es común entre aquellos que encierran sus penes en cinturones de castidad, en casos más serios un dispositivo mal colocado puede causar graves daños y, en caso de que pase, la persona que tiene la llave debe retirar el cinturón de inmediato.

Para saber más sobre qué motiva a las personas a participar en este fetiche, platicamos con tres hombres sobre sus experiencias con cinturones de castidad y les pedimos consejos para los que quieren iniciarse en este mundo. Dos de estos hombres so gay y uno es bisexual, lo cual no significa que los hombres heterosexuales no tienen este fetiche, sino que todos los heterosexuales que contactamos se negaron a participar por vergüenza. Todos los nombres fueron modificados.

Travis, 29, gay

La pajarera y la cárcel.

VICE: ¿Cómo fue la primera vez que usaste un cinturón de castidad?
Travis:Fue una experiencia que me enseñó mucho. Aprendí cómo andar con él todo el día y cómo dormir sin sentirme incomodo. La primera vez que lo probé fue solo por un día y usé el CB-300. Necesitas que te lo ajusten. Aunque sólo lo usé un día, me costó mucho trabajo dormir, así que me lo quité, esperé un rato y con el tiempo me fui acostumbrando. Todos tenemos erecciones cuando estamos dormidos, es normal, pero estas cosas están hechas para que no se te pare. Entonces te despiertas y tienes que buscar la forma de que se te baje. Yo no sabía cómo. Traté de darme un baño con agua fría pero después me di cuenta que se te baja si haces pipí.

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¿Qué es lo que más te gusta de esos dispositivos?
Que no me puedo venir. Es como si estuvieras renunciando a algo. Me gusta que alguien más tenga un cierto nivel de control sobre mí. Que me digan "ponte esta playera" o "usa estos calzones", esas cosas me prenden. Los cinturones de castidad sirven para lo mismo. Le estoy cediendo el control a una persona. Le permito que decida por mi. Recuerdo que en preparatoria usaba Converse altos porque era una forma muy leve de bondage que podías usar todos los días porque restringía tu tobillo. Para mí, lo mejor es traer puesto algo sexy sin que la gente se de cuenta.

¿Qué es lo que más te sorprendió de estos dispositivos?
Es mucho trabajo. Cuando lees una historia o ves un video porno, es sexy todo el tiempo pero tienes que limpiarlo todos los días y cortarte los vellos para que no se jalen. También debes ser muy cuidadoso cuando vas al baño. Una vez, cuando estaba empezando, dejé todo el baño manchado. No sabía que tienes que orinar sentado. Fue un desmadre muy sexy… manché mis pantalones, mi chamarra, todo.

¿Cuáles son los beneficios?
Siempre he tenido un apetito sexual más bajo que mis parejas y descubrí que esto me ayuda a subirlo un poco. Cuando estaba en el posgrado, me masturbaba sólo para dejar de pensar en eso. Los dispositivos de castidad hacen que sea más divertido y que esté fuera de mi alcance. Esta jaula hace que salga tu lado sumiso y sólo quieres pegarte y quedarte acurrucado con tu pareja esa noche.

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Jerry, 27, gay

La pajarera.

VICE: ¿Cómo fue tu primera experiencia con un dispositivo de castidad?
Jerry: La primera vez fue a los 19 años. Lo primero que hizo fue ponerme el dispositivo de castidad. Era una jaula de metal y yo estaba tan prendido que no podía bajar mi erección para poder ponerme el dispositivo. De hecho, era la primera vez que ligaba con un güey, además de fajar o jugar con los pies de alguien en mi primer año de universidad. Estuve encerrado cinco horas la primera vez… fue en Noche Buena. Cuando regresé a casa, tuve que esconder las marcas de las esposas en mis muñecas.

¿Qué es lo que te atrajo del fetiche?
Me gustan mucho jugar con los sentidos en formas pervertidas. Con la castidad, te sientes atrapado, tu pene está totalmente encerrado. Refuerza mi idea de que soy inferior, un maruca, una persona que no merece un orgasmo y que necesita disciplina. En mi caso, ese es mi mayor deseo, mi fantasía sexual. La castidad es perfecta para eso porque no te permite tener relaciones sexuales con penetración. Para mí, es muy excitante ser impotente en ese aspecto. También me gusta el aspecto de feminización. Me gusta que no puedas orinar parado. De cierta forma, estás combatiendo el heteropatriarcado. Cuando voy al baño y tengo que orinar sentado por mi dispositivo de castidad, es como decir "Para su información, no soy uno de ustedes", algo que me fascina. En la vida real soy muy abierto y ambicioso. Por eso tengo un lado inverso. Ese lado inverso quiere que me contenga y que sea servil.

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Kevin, 26, bisexual

CB6000

VICE: ¿Cuándo probaste la castidad por primera vez?
Kevin: Hace casi dos años. De hecho, fue casi al mismo tiempo que empecé con el fetiche de cachorro.

¿Con que empezaste?
Con el CB6K, y me lo puse para una fiesta de cumpleaños. Lo usé por unas horas esa noche. Después de la fiesta, se lo puse a otra persona y fui guardé la llave durante un mes. Nunca lo he traído puesto más de unas cuantas horas. Mi piel se desborda por los agujeros y me salen ampollas porque roza con mi ropa interior. También, una vez tuve una erección tan firme que se salió por el agujero de en medio y se atoró. Esa vez me salió mucha sangre y desde entonces no me lo he vuelto a poner.

¿Qué otros modelos has usado?
Probé el Bon4 hecho de puro silicon. Me queda mejor pero hay otras complicaciones. Por ejemplo: no lo puedo mantener lubricado y después de una hora siento como si alguien hubiera cubierto mi pene con cinta adhesiva para arrancármelo. Compré una jaula de metal bastante barata en una tienda que se llama Purple Passion, que parece un set de anillos que soldaron juntos. Lo puedo usar todo el tiempo que quiera sin que me irrite. Aunque es muy pesado. Por eso uso una cuerda delgada de nylon como cinturón para soportar el peso.

¿Cuánto es lo máximo que has traído puesto un dispositivo?
Cuatro días, que es poco comparado con otros hombres que conozco. No tengo una persona que guarde mi llave y tampoco parejas estables, así que cuando lo hago, es por voluntad propia. Mi consejo para los que desean probar uno de estos dispositivos es preguntar entre sus amigos para ver si alguien tiene uno y pedírselo prestado porque no son nada baratos. Úsalo un par de días y busca a alguien que guarde tu llave. En la mayoría de los casos, tienes que quitarte el dispositivo una vez a la semana para limpiarlo y asegurarte de que no tengas heridas, abrasiones, salpullidos o cosas así en los genitales.

Todas las fotografías por Zak Krevitt y Thomas McCarty. Estilismo por Cale Hughes.