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Música

El VIH no debería ser una pandemia

A propósito de la semana de la lucha contra el Sida: así estemos en un ambiente de música, amigos, vicios y excesos en el que hay espacio para todos, no se debe bajar la guardia.

A nosotros lo que nos importa es la fiesta, pero incluso dentro este ambiente de música, amigos, vicios y excesos en el que hay espacio para todos, no se debe bajar la guardia.

Para este momento ya te habrás dado cuenta que cintas de color rojo se están tomando las redes sociales. Desde 1988, el primero de diciembre se conmemora el día mundial de la lucha contra el Sida. En la actualidad, 15 millones de personas infectadas tienen acceso al tratamiento contra el VIH, las infecciones se han reducido en un 35% con respecto al año 2000 y las muertes por causas relacionadas con el Sida han bajado un 42% desde el 2004.

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Lo importante acá es que si bien durante los últimos años se han adelantado investigaciones y medicamentos que han permitido que la calidad de vida de quienes son portadores del virus sea alta y puedan vivir su vida normalmente, sin la necesidad de depender de fármacos y tratamientos con altos efectos secundarios, la enfermedad está lejos de verse erradicada.

Se tiene una estadística aproximada a que tres de cinco personas que están infectadas con el virus no lo saben. Son estas tres personas las que continúan con la cadena de transmisión pues, al no ser conscientes de su condición de portadores, no aplican las medidas preventivas que tienen al alcance. Son ellos los que continúan teniendo sexo sin condón o que comparten jeringas, no por la mala intención de perjudicar a nadie, sino por el desconocimiento de la enfermedad.

Y seamos honestos. Hoy en día tenemos las herramientas necesarias para prevenir el contagio del virus. No se trata de satanizar a "quien nos contagió", porque el desconocimiento es el mayor aliado de esta pandemia, sino de ser responsable frente a nuestros hábitos. La noche, la fiesta, son los espacios propicios para que soltemos nuestras inhibiciones, pero por más que disfrutemos de estos, la responsabilidad debería ser un pilar fundamental de nuestras noches de juerga. ¿Cuántas historias de sexo casual con desconocidos están ambientadas en bares de la ciudad? ¿cuántos momentos de experimentación psicotrópica no se han dado entre las paredes de tu club favorito? Un condón o una jeringa nueva es todo lo que necesitas para prevenir una infección. Si la persona con la que vas a compartir tu vicio no tiene ninguno de estos implementos o no quiere utilizarlo, el consejo es que te abstengas.

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Es caer un poco en el cliché de nuestros padres que nos repiten que cuando uno se acuesta con alguien, se está acostando con todo su pasado. Entonces, imagínate esto: tu novio tiene un amigo que se contagió de VIH pues se hizo un tatuaje con una aguja usada. Resulta que tu novio se fue de paseo con su amigo, quien para este momento no sabe que está contagiado. Se pusieron de arriesgados y se inyectaron alguna droga con la misma jeringa. Ahí se contagió tu novio. Ninguno sabe que está infectado, por ende, no encuentran necesario tomar precauciones para evitar que la enfermedad se propague. Pero tú estás tranquila porque siempre tienen relaciones sexuales sin condón. Resulta, entonces, que un día no tenían preservativos, y como solución a la calentura le practicas sexo oral y él eyacula en tu boca. Si bien en este caso el riesgo es menor, no estás exento y así también puedes contagiarte ya que el virus se transmite al entrar en contacto con la sangre, semen y flujo vaginal.

La sugerencia entonces es que si piensas que puedes ser un eslabón más en la cadena de contagio acudas a algún centro médico en el que realicen las pruebas necesarias para descartar que estés contagiado. En Bogotá puedes acudir a la Liga Colombiana de la Lucha Contra el Sida, Profamilia o a la Cruz Roja Colombiana en donde practican la prueba a particulares. También, por el decreto 1543 de 1997, las EPS deben proporcionar a través de las IPS (Instituciones Prestadoras de Servicios) la atención integral, medicamentos, exámenes y orientación psicológica que requieran aquellos a quienes la prueba diga que están infectados.

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Vanessa también habla de eyaculaciones por acá.