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Viajes

La guía Vice de Corea del Norte

Entrar en Corea del Norte fue uno de los procesos más extraños por los que VICE ha tenido que pasar.

Entrar en Corea del Norte fue uno de los procesos más extraños por los que VICE ha tenido que pasar. Tras varias charlas durante meses con sus representantes, finalmente dijeron que iban a permitir que 16 periodistas viajaran al país para cubrir los Arirang Mass Games en Pyongyang. Diez días antes de nuestro viaje nos dijeron: "No, nadie puede venir." Entonces dijeron: "Sí, sí, podéis venir. Pero sólo en calidad de turistas." No teníamos ni idea de qué significaba eso. Ellos ya sabían que éramos periodistas, y allí si te pillan haciendo de periodista cuando se supone que debes ser un turista te mandan a la cárcel. Aún así, fuimos. La primera etapa del viaje consistió en volar al norte de China. En el aeropuerto, el consulado de Corea del Norte se quedó con nuestros pasaportes y todo nuestro dinero, y después nos llevaron a un restaurante. Estábamos con nuestro grupo de viaje, y de repente todos los comensales se fueron y aparecieron unas mujeres que comenzaron a cantar canciones nacionalistas de Corea del Norte. Estábamos pensando: "Acabamos de pasar 20 horas metidos en un avión. Tenemos jet-lag. ¿Podemos ir a la cama?", pero uno de los tipos que iba con nuestro grupo y trabajaba en Los Angeles Times, nos dijo: "Todos los que están aquí, excepto nosotros, son policía secreta. Si no parecemos entusiasmados, no nos darán el visado. Así que nos emborrachamos, saltamos al escenario y cantamos canciones con las chicas. Al día siguiente nos dieron el visado. A mucha gente de nuestro grupo no se lo dieron. Éste sólo fue el principio del extraño viaje en el que nos embarcamos…

- Shane Smith, fundador de VICE