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¿Por qué las grandes empresas mineras pagan cero pesos por impuestos de renta?

Sí pagan impuestos, aunque algunos creen que no tan altos como deberían.
Foto tomada del comunicado de Víctor Correa.

Hace pocas semanas el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, presentó al Congreso el texto de la reforma tributaria. Hubo alboroto por los nuevos impuestos y porque algunos de ellos exigían más a los dueños de negocios pequeños y a personas con sueldos relativamente bajos. Mucha gente reclamó al notar una desproporción entre lo que contribuyen los más ricos y los más pobres. Hasta ahí, nada nuevo. En los últimos días, congresistas, activistas, investigadores, algunos medios y ciudadanos del común han expuesto un ejemplo que para muchos mostraría inequívocamente el desbalance. Aparecieron escaneadas parte de las declaraciones de renta de varias grandes empresas mineras (Drummond, Cerrejón, Cerro Matoso), y en ellas, señalado con un zoom, el campo de pago total: cero pesos. A raíz de eso, se desbordó una avalancha de comentarios hilados alrededor de una misma pregunta: "¿cómo es posible que esas megaempresas paguen menos impuestos que casi cualquier ciudadano?" Víctor Javier Correa, representante a la Cámara del Polo Democrático, dijo a través de un comunicado que "llama la atención la situación de Cerrejón, en cuya declaración se señala que tiene un saldo a favor 11 mil millones de pesos, mientras su declaración de renta (es) de cero pesos". Además de Cerrejón aparece, entre otras, Drummond Coal Mining, con cero pesos de pago total y 3 mil millones de saldo a favor. Pero no es cierto que las grandes empresas mineras paguen cero pesos de impuestos. Álvaro Pardo, director del centro de estudios mineros Colombia Punto Medio, reconoce que asunto se está cogiendo por donde no es. "Las grandes empresas hacen durante el año tres anticipos de impuesto de renta. Cada trimestre ellos van calculando y van haciendo unos anticipos. A final de año, cuando liquidan todo el año gravable, les puede resultar una cifra mayor o menor que los anticipos. Cuando los anticipos superan lo que deben pagar, las empresas piden un saldo a favor y que se les devuelva esa plata. En otras ocasiones no la piden sino que la dejan como anticipo para el pago de impuestos del siguiente año. Si los anticipos son menores, tendrían que sumar el saldo restante al final". Si se miran los documentos filtrados, efectivamente coinciden las cifras de anticipos, cobros y saldos. Cerrejón, por ejemplo, explicó exactamente lo mismo que Pardo, y aclaró que durante 2013 y 2014 pagaron más de 1.800 millones en impuestos. El problema, para Pardo, va por otro lado. Una de las cosas que más ayuda a bajarle los impuestos a esas empresas, dice, son "los más de 250 beneficios tributarios que están en el actual estatuto tributario". Ese abanico de beneficios cobija a empresas de muchos sectores. Sin embargo, también hay exenciones específicas para compañías del sector mineroenergético. En 2013, la Contraloría publicó un informe que dice, por ejemplo, que "la minería sigue excluida de pagar impuestos a los entes territoriales, tales como el de industria y comercio, ya que el mismo Código Minero estableció en su artículo 231 que "[l]a exploración y explotación mineras, los minerales que se obtengan en boca o al borde de mina, las maquinarias, equipos y demás elementos que se necesiten para dichas actividades y para su acopio y beneficio, no podrán ser gravados con impuestos departamentales y municipales, directos o indirectos". El economista José Roberto Acosta, que hace días también alertó en su cuenta de Twitter sobre el valor cero en la declaración de renta de esas compañías, dice que los impuestos que pagan esas compañías son mucho más bajos de lo que deberían. Eso, explica, se puede ver a través de la tarifa efectiva de recaudo. La Contraloría también toca el tema: "estas ventajas se expresan, por ejemplo, en la marcada diferenciación entre las tasas nominales y las tasas reales de este impuesto […] mientras que en el periodo 2007-2010 existían tasas nominales del 33% sobre la renta gravable, en la práctica el sector minero (excluyendo hidrocarburos) terminó pagando tasas efectivas de apenas el 10%. Y aunque esta situación parece haberse mejorado a partir del año gravable 2011, con la eliminación de las deducciones especiales por adquisición de activos, de todas formas las tasas efectivas apenas se acercan a un 15%, menos de la mitad de las tasas nominales del 33%". El problema, explica el informe, es que el valor del tributo actualmente se calcula después de aplicar las exenciones, deducciones y descuentos, en lugar de aplicarlo sobre la producción inicial. La siguiente tabla muestra la diferencia entre el valor potencial que pagarían y el valor que pagan por calcular el tributo después de aplicar descuentos.

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En el reciente texto de reforma tributaria se aborda ligeramente el tema, pero no se habla de cambios significativos. Ahora que las modificaciones en materia de impuestos se discuten en el Congreso, persisten las voces que piden que se revise la forma de tributar de las grandes compañías del sector minero. Del otro lado, siguen estando quienes defienden las exenciones y deducciones como la única forma de atraer inversión extranjera, que el Gobierno ha destacado como un fundamental para el desarrollo.