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Cultură

El mejor Michael Jackson

Estefan Jackson es el mejor imitador de Michael Jackson en todo Latinoamérica. Con veinte años de carrera, múltiples cirugías estéticas y giras mundiales, este imitador ya tiene sus propios imitadores.

Fotos por Francisco Gómez.

Este artículo fue publicado originalmente en octubre de 2014.

Estefan Jackson es "el mejor tributo a Michael Jackson en México y Latinoamérica". Así es como se anuncia y es la verdad. Sus veinte años de experiencia, su gira de tres meses por China, sus huellas en la Plaza de las Estrellas de la Ciudad de México y sus múltiples cirugías plásticas son sólo algunas muestras de por qué es el mejor imitador del Rey del Pop.

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Cuando Esteban Rubio —como se llama realmente— nos abre la puerta de su departamento, está maquillado y trae unos lentes oscuros como los que usaba el auténtico Michael Jackson. Pero ésta no es la casa de Esteban; es la casa de Estefan Jackson. Mientras que el señor Rubio vive en Coapa, al sur de la Ciudad de México, Estefan Jackson renta este departamento como casa de producción, para dar entrevistas o simplemente para dormir ahí de vez en cuando. Si el Rancho Neverland estuviera en la colonia Doctores, sin duda sería en este edificio amarillo.

Las paredes del departamento están llenas de cuadros y reconocimientos a Estefan. Además de los premios de espectáculos, también hay de caridad, ya que Jackson es embajador oficial a favor de los niños con cáncer terminal por medio del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF) desde el 2012. Tiene una repisa con premios, una pequeña cocineta y una computadora, donde produce sus videos, discos y diseña sus productos. Estefan es el mejor Michael Jackson de México y Latinoamérica, pero Esteban es diseñador.

Estefan Jackson se termina de vestir y maquillar y está listo para la entrevista.

"Comencé desde los cinco años, en 1984. Uno de mis hermanos mayores bailaba mucho breakdance. Yo quería imitarlo, quería ser como él. Bailaba breakdance con ellos", me cuenta Estefan en su traje hecho a la medida, que es una réplica desgastada de un traje de Michael Jackson, a quien llamaré simplemente Michael como lo hace Estefan, su mejor representante.

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"En ese entonces pasaban mucho las canciones de Thriller en la televisión. Yo relacioné a mi hermano con Michael y supongo que por eso tengo esa conexión con él desde pequeño. Lo veía en la tele todos los días. Desde entonces comencé a bailar sus canciones".

Esteban comenzó a bailar las canciones de Michael en las fiestas familiares y en la escuela, donde ganó un concurso de baile gracias a los pasos de "Thriller". Pero no fue hasta 1993, después de ver a su ídolo en vivo en el Estadio Azteca, que Esteban decidió que quería ser como Michael Jackson, fuera como fuera.

"Después de verlo en vivo decidí ser como él. Me compré un saco rojo y un sombrero y así salía a la calle. Mis amigos se burlaban de mí, pero eso me sirvió para buscar superarme. Dejé de jugar futbol con los brothers para irme disque a ensayar".

Estefan Jackson comenzó a presentarse en salones de fiestas. Después hizo shows en Reino Aventura —actualmente Six Flags— y afuera de algunos Mixup, lo que casi le consigue un autógrafo de Michael. En uno de esos eventos se acercó una persona a ofrecerle un show en el Teatro Covarrubias. Le pagaban 1,500 pesos por función. Aceptó y a los 16 años comenzó oficialmente su negocio como imitador de Michael.

"No me acababa el dinero. Salía a comer y me sobraba. Empecé a comprar más disfraces y accesorios para mejorar el espectáculo".

Poco a poco el negocio de Esteban fue creciendo y cada vez se fue metiendo más en su personaje. Tomó clases de ballet, tap, flamenco, jazz y comenzó a modificar su cuerpo para diferenciarse de los otros Michaels que había en el mercado.

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"Con el tiempo te das cuenta de que eres bueno y que el negocio va bien. Te vas involucrando con las cosas y con el personaje. Ves que sí bailas y cantas chido, y de repente empiezas a pensar en qué hacer para mejorar. Entonces te das cuenta de que te tienes que parecer más. Yo veía a los otros Michaels y decía, puta a huevo tienes que meterte cirugía. Entonces recurrí a eso", me dice Estefan. "Ya son varios arreglitos los que me he hecho. Los pómulos, barbilla, la nariz".

Estefan ve sus cirugías estéticas como una inversión. Entre más se parece, mejor es la imitación y más contento queda el público. Pero esa conversión llegó a un límite. Aunque él sigue viendo la cara de Esteban en el espejo, su médico tuvo que ponerle un alto a sus modificaciones corporales.

"Mi cirujano me ha puesto los pies en la tierra porque a veces llego y le digo que quiero la nariz de punta. Él me tranquiliza y me pide pensar a futuro, ¿dónde va a quedar Esteban? Tienes que mantener el equilibrio y saber que no eres Estefan y que eres Esteban".

"Una de las ventajas es que me separa de los demás Michaels. Difícilmente la gente de hoy, en México, se conforma con un güey que sale con un sombrerito, lentes oscuros y ya. Yo empecé igual", me dice Estefan con un tono de orgullo. "Lo mejor es que ahora todos son los imitadores de Estefan Jackson, ya no son los imitadores de Michael Jackson. Si doy un paso a la derecha, todos lo dan".

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La muerte de Michael en 2009, aunque le dolió, fue muy buena para su negocio. "Me llamaban a todos lados para preguntarme qué pensaba de su muerte y de su vida como el Rey del Pop. Me llevaron a Miami, Centroamérica y Europa. Ahora sí que se sintió feo, pero había que aprovechar. Así es el negocio".

La fama y la calidad de Estefan Jackson ha hecho que él mismo tenga imitadores. Aunque tener imitadores le divierte, piensa que también demeritan su trabajo. Incluso su equipo de abogados ha encontrado a uno o dos imitadores que se hacen pasar por él para tocar en restaurantes o bares.

Pero Estefan Jackson no usa su fama para irse de fiesta o de borracho. Al igual que su "estandarte", enfoca su popularidad en causas caritativas. Organiza presentaciones en casas hogar y les avisa a todos sus fans para que asistan y den aportaciones. Así fue como consiguió su nombramiento oficial como embajador de la UNICEF.

Su fama no es gratis. Estefan Jackson ha opacado casi por completo a esa persona que alguna vez fue Esteban Rubio. La vida como Jackson no le permite ver a sus hijos o a su pareja.

"Yo ya soy papá, pero el mismo medio me absorbe muchísimo. A mis hijos casi no los veo. Van al show, me ven y luego se van a su casa y yo a la mía. De repente es gacho, llego a mi casa y está vacía, sólo con las fotos de los recuerdos, el silencio total. Yo no quería esta vida tan comprada. Toda la fama también tiene su lado oscuro".

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Cuando digo que Estefan Jackson ha absorbido la vida de Esteban casi por completo, no lo digo solamente porque casi no ve a su familia o porque su cara no se parece a la foto que nos mostró de cuando era niño. Cuando no está ocupado ensayando o presentándose, Esteban edita, produce y promociona a Estefan Jackson. Dedica su vida a su obra: "Ya casi no tengo tiempo de ser Esteban".

Esteban ensaya tres veces a la semana, cuatro horas por ensayo. Además hace acondicionamiento físico, va a clases de canto y de teatro musical. Tiene un equipo de alrededor de 40 personas, entre su manager —que es su mamá—, sus asistentes, bailarines, músicos, ventas, publicidad y un abogado, que también es imitador de Emmanuel. En otras palabras, la industria de Estefan Jackson le da empleo a 40 personas.

Y aunque Esteban ya no sale disfrazado de su casa, sus amigos con los que sale a fiestas y reuniones también son imitadores. Su cara tiene una semejanza permanente a la de Michael y todos los logros de los que me cuenta giran en torno a su personaje. Es difícil saber si estoy hablando con Esteban o con Estefan.

"Ya es parte de mi vida. Ya no lo veo como un disfraz. Mis amigos son los imitadores de Luis Miguel y de Emmanuel", me cuenta. Y aunque sabe que no es Michael y no se cree Michael, está comprometido por completo a su personaje de imitador.

A sus 35 años, 20 años después de comenzar su carrera como un Jackson, Estefan está en la cúspide de la vida de un imitador. Ya ha hecho shows en Las Vegas, regresó hace unos meses de su segunda gira por China y tiene espectáculos agendados en Argentina y Alemania.

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Aunque aún es posible contratarlo para tu fiesta, la carrera de Estafan lo ha llevado a tocar en el Teatro Metropolitan, en el Palacio de los Deportes y otros recintos populares de la ciudad. Además de trabajar con Diego Luna en la película Mister Lonely —que trata sobre un doble de Michael—, también ha trabajado con Eugenio Derbez y con La Parka, el luchador.

Esteban me confesó que aún no sabe qué hará cuando deje de ser Estefan Jackson, pero sí me dijo que no puede serlo para siempre. "El negocio de Michael Jackson es para siempre. Pero a mí me quedan como unos siete años porque el cuerpo se acaba. Me cuido mucho, pero en algún momento ya no voy a poder".

Veinte años de carrera, decenas de horas semanales dedicadas al ensayo, un equipo de profesionales a su mando, giras mundiales y un DVD que acaba de lanzar con sus mejores videos, una esposa e hijos que no ve, varias cirugías estéticas irreversibles y el abandono de su vida "real". Muchos artistas no se esfuerzan ni la mitad para conseguir sus objetivos y mucho menos son los que de verdad dan su vida para alcanzar la fama como imitador. Sólo los más dedicados lo logran, solamente Estefan Jackson: el mejor imitador de Michael Jackson de Latinoamérica.

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