Por muchas razones las flores inducen a la admiración. Son temporales y cada una es de una especie diferente. La vida de una flor es un momento fugaz, y es esta naturaleza efímera lo que las hace tan deseables. Quizá una flor artificial representa un intento por vencer a la muerte, un intento muy humano, que envuelve a las flores de plástico con su propia aura de significado.Me interesa el acto de desear algo que no existe. Actualmente ese deseo está influenciado por la globalización y los omnipresentes medios de comunicación, que dan forma a nuestro inconsciente colectivo y riegan eclosiones artificiales.Estas fotografías hacen parte de un proyecto en proceso llamado Blooms. Fueron realizadas en Bushwick, Brooklyn.—Rose Marie CromwellRose Marie Cromwell es una fotógrafa que vive entre Brooklyn y Panamá. Mira más de su trabajo en su web.
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