Entérate de las raíces de la música colombiana recorriendo la colección de vinilos de Quantic

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Música

Entérate de las raíces de la música colombiana recorriendo la colección de vinilos de Quantic

A propósito de 'Curao,' Will Holland nos invitó a su apartamento para charlar sobre las apropiaciones culturales, mientras nos hace un recorrido por su biblioteca de vinilos.

En las últimas dos décadas, el multifacético Will Holland ha producido 18 álbumes sustanciales bajo una variedad de alias y estilos. El productor, mejor conocido como Quantic, ha sido un líder al momento de orquestar álbumes de jazz, creando beats de música electrónica, descubriendo cantantes colombianos brillantes, alimentándose del bossa nova, y es mejor conocido por producir el canónico comercial de Ipod "Mi Swing es Tropical" en 2007. Como es de esperar, toca instrumentos que van desde el acordeón hasta la guitarra eléctrica. En su rol de DJ, ha venerado esos sonidos reverberantes de caverna que han ambientado momentos de trance de todos lados; desde clubes de Brooklyn y Boiler Rooms cumbieros, hasta el primer gran festival musical de Cuba.

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Holland creció a mediados de los años ochenta en un pequeño pueblo de Brewdley, ubicado en la región de Yorkshire en el Reino Unido. De adolescente le gustaba hacer caminatas a ciudades más grandes que colindaban con su pueblo, como Birmingham, con el fin de encontrar tiendas de discos donde pudiera empaparse de la sobrepoblada escena musical. Toda esa travesía que Holland se metía comenzó con la primera vez que sostuvo un disco en sus manos cuando era más pequeño, el cual logró ganarse después de coleccionar 12 fichas que venían dentro de una caja de Corn Flakes. (Por si se preguntan de qué disco estamos hablando, era nada más y nada menos que "Come on Eileen")

El gusto musical de Holland empieza tras encontrarla en las cajas de cereal, y con una temprana afinidad con grupos americanos como Fugazi. Pero fue su gusto precoz por crear revistas — empezando a sus 15 años — el que lo llevó a perderse en el hoyo negro de las primicias de música electrónica, absorbiendo las percusiones esenciales del drum and bass producidas por Metalheadz, y más adelante, topándose con el sensual trip-hop de la gama de Portishead a medida que comenzó a producir beats propios. En el 2001, Quantic debutó como productor con su álbum The Fifth Exotic , una obra maestra del downtempo suculento y nebuloso capaz de ambientar desde un trip en hongos hasta una sesión nocturna de estudio.

Durante su estadía de siete años en Cali, Colombia, a mediados de los años 2000 —un país que Holland describe como una meca musical— es donde nace la fase más tropical de Quantic. El colaborador y líder de banda se juntó con vocalistas talentosos y músicos que encuentra desde pueblos sin pavimentar hasta en bullosas ciudades latinas. Hagamos el ejercicio de zambullirnos de cabeza en su álbum de 2014, Magnética, una pieza acribillada de beats y trompetas que Holland produce mientras vivió en la Región Pacífica de Colombia. Fue ahí donde conoció una profesora y cantante de folk llamada Nidia Góngora, junto con la cual Quantic lanza su álbum, Curao, un desfile de música bailable y vibrante lleno de ritmos latinos. El sello del Reino Unido, Tru Thoughts Recordings, es el encargado de publicar la pieza.

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Al igual que muchos artistas cuyas carreras han sido varias y cambiantes, una de las mejores formas de seguir sus huellas es explorando las muchas canciones y álbumes que influenciaron su carrera. Para dar cuenta de esa búsqueda, Will Holland nos invitó a su loft soleado de Brooklyn para charlar. Desde la tradicional y religiosa música mexicana hasta álbumes clásicos de Goldie, estos fueron algunos de los álbumes que hicieron de Quantic…pues Quantic.

*** Cuéntame un poco acerca de irte a vivir a Colombia y la manera en la cual eso alimentó tu afinidad por coleccionar discos.

Quantic: Yo tenía un amigo de New York cuyo abuelo vivía en Colombia. Había estado comprando discos en Puerto Rico y viajando mucho a Panamá en paralelo. Así que Colombia se volvió mi siguiente destino obvio, especialmente Cali que es donde terminé viviendo. Ahí tenían una cultura de increíble de colección discos. Me enteré que habían grupos de personas que oían discos en el parque mientras un proyector mostraba las carátulas. La gente tocaba cencerros y bailaban en perfecta sincronía porque se sabían los ritmos. Acabé quedándome con el abuelo de mi amigo por un tiempo, y seguía volviendo hasta que progresivamente dejé de ir a Inglaterra.

¿Qué tan distinta es la vibra de Curao del resto de colaboraciones pasadas?

Este álbum es mucho más electrónico, creo yo. Definitivamente he tratado de concentrarme en un sonido más moderno. Muchas de las cosas que estaba haciendo en una etapa temprana con Nidia estaban más informadas de clásicos colombianos, del afrobeat y de géneros relacionados a los años setenta. He tratado de ser muy relevante en este álbum. Nidia viene de un contexto impresionante; es una cantante folclórica —una variedad llamada cantora— nativa de la Costa Pacífica colombiana. Su madre era cantante, y su abuela era cantante. Así que no solamente quería replicar esos estilos. La idea era hacer algo más moderno para poder traerlo a una audiencia más moderna. Sin embargo nos esforzamos bastante en no limitarnos a ponerle un beat bailable a cualquier cosa.

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Siendo alguien que mezcla culturas en su música con tanta frecuencia, ¿ Qué tanto piensas en la línea que existe entre la apropiarse o la influenciar otras culturas?

Pienso que el acercamiento directo al entendimiento (el compartir o influenciar otras culturas) está en trabajar con cantantes establecidos dentro de dicha cultura, y trabajando con escritores establecidos. Cada pieza que Nidia y yo creamos han sido o composiciones nuevas o piezas muy colaborativas. Tratamos de escapar esa mentalidad de solamente samplear una canción y meterle un beat debajo. Y no con eso estoy negando que he sampleado bastante en el pasado, sino que siempre intento poner la música en nuevos contextos.

Me encantaría escuchar algunos de los álbumes que andabas explorando las primeras veces que visitaste Colombia.

Esta compilación de Acordeones Sabaneros del sello Discos Fuentes Estéreo, tiene a los mejores acordeonistas de Colombia en mi opinión. Desde Andrés Landero y Aniceto Molina, hasta Alejandro Durán.

¿Cómo es la cultura de los sellos discográficos en Colombia?

Simplemente hay una infinidad de sellos allá inclinándose por los años 50, y en su mayoría están asentados en Medellín. Fenta, por ejemplo, empezó en Cartagena y luego se mudó a Medellín. Una cosa divertida acerca de Colombia, es que han producido álbumes a una velocidad de 78 rpms durante mucho tiempo. En América las rocolas solían implementar los vinilos de 78, pero después fueron reemplazados por los de 45 rpms. Pero en Colombia no pasó eso, simplemente siguieron usando los formatos de 78, así que es fácil encontrar vinilos modernos de finales de los 70 a esa velocidad, lo cual es bastante fuera de lo común.

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¿Cómo describirías exactamente el género que estamos escuchando en este momento?

Pues, el nombre de la compilación es Acordeones Sabaneros. En Colombia encuentras dos escuelas de acordeón: El Vallenato, que viene de valledupar, y luego tienes Las Sabanas, que viene de los pueblos pertenecientes a regiones ganaderas. Luego de que la música Vallenata tuviera su boom, casi que eclipsó al resto de la cultura de grabación musical en Colombia. De verdad amo este tema del sabanero porque es mucho más de raíz en cuanto a su relación con la vida del campo y los derechos indígenas. Muchos de los compositores fueron campesinos cultivaban cosas y cortaban caña. Es casi que una cosa política eso de que los sellos hayan popularizado el folk de los suburbios. Andrés Landero, por ejemplo, se convirtió en una especie de Dios, especialmente en México donde es visto como una deidad en la escena cumbiera. Vas a encontrarte con fotos de Jesús pegadas a las paredes, y junto a ellas, una foto de Landero.

[La Contundencia - "Fiesta San Pachera"] es un ejemplo chévere de una banda que salió de la Costa Pacífica colombiana, y que realmente se identifica con este nuevo álbum que produje con Nidia. Tenemos un par de canciones que se pueden relacionarse con ese estilo. Es una especie de formato de banda marcial del núcleo Afro-Colombiano. También es afín a la música de carnaval porque proviene de la celebración de San Pachera que se celebra cada año. Muchas de estas canciones se volvieron himnos que las personas todavía cantan por las calles. Es un álbum muy importante para la Región Pacífica.

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¿Tienes alguna cosa que sirva de puente entre la brecha de la música más tradicional y la música electrónica?

Akuta Mhondoro es un álbum que yo respeto por ser un gran encuentro entre esos dos mundos. El sello Nyami Nyami tiene cosas increíbles. La portada del disco muestra a Calimbo, y la contraportada muestra un 808. Esto me gusta porque es un encuentro muy rudimentario de ambas cosas: lo tradicional y lo electrónico.

¿Qué tanto piensas acerca de la simplicidad al hacer tu música?

Estoy empezando a pensar que la mayoría de veces, entre más simple mejor. En el minuto en el que empiezas a escuchar la complejidad en la música, es cuando empiezas a entrar en un territorio medio incómodo. Yo pienso que la belleza de las cosas más profundas se encuentra cuando algo tiene éxito al sonar fácil.

¿Podrías poner algo de cuando estabas empezando a indagar en la música electrónica en tu adolescencia, o de cuando compusiste tus primeros álbumes?

Si no puedo encontrar algo, definitivamente voy a hablar del tema. He vendido mi colección un par de veces así que se me complica encontrar todos esos álbumes en orden. El Pulp Fiction de Alex Reece está por aquí en algún lado. Ese álbum logra aclarar mi panorama musical, todo empieza a entrarme de forma más cruda y eficiente. Es música hecha para un sistema de sonido. También está el Timeless de Goldie. Ese era importante aún antes de que comenzara a comprar vinilos, más hacia la era del cassette. Pero Timeless probablemente fue el primer largo de música electrónica que compré. Lo primero de Portishead y Goldie fueron los dos álbumes que más me influenciaron cuando estaba empezando a escribir y crear los beats de The Fifth Exotic y Apricot Morning.

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¿Puedes nombrar algunos records de dub que influenciaron tu creación de beats? Y mientras estamos en esas, háblame de tu relación con el formato de 45 rpms?

Yo creo que de forma inherente se les ignora con frecuencia, porque requieren de una labor más intensiva de búsqueda. En una tienda de discos es más fácil revisar LPs porque vienen con una fotico, ¿cierto? Se vuelve mucho más difícil con los de 45 porque no tienes esa información para comenzar. Siento que muchas personas no se llevan muy bien con ese formato. Yo los amo por su naturaleza compacta, se pueden llevar a un club o a un bar y poner un par de horas de música con una cajita pequeña.

"You" es una pieza en formato de 45 que significaba mucho para mi cuando rondaba los 16-17. Es una producción de HP Barnum de Los Ángeles; él trabajaba bastante con David Axelrod, y era parte del grupo de productores y compositores tipo Capitol Records. Barnum produjo este disco para Spanky Wilson, y me enamoré de el. Terminé poniéndome en contacto con Spanky, escribiéndole cuando ella vivía en Los Ángeles para invitarla a Inglaterra. Hicimos un par de canciones, un tour en el Reino Unido, y un album juntos. Después de eso nos volvimos buenos amigos.

Hace un par de años exploraste la música jazz y soul en A New Constellation. Cuéntame un poco acerca de tu relación con la música jazz.

Creo que sampleando y buscando diferentes sonidos me hizo adentrarme en el jazz, en especial el avant garde jazz, porque esa área no solo tiende a ser más escasa, sino que tiene sonidos y panoramas más individuales. Me topé con el jazz en mi búsqueda de sonidos, y después me fui quedando por la música. El jazz es difícil porque contiene muchas cosas. En Inglaterra creces oyéndolo, es como una cosa del hogar. Creo que me adentré en el jazz latino mucho antes que en el jazz americano. Pero lo amo. Creo que particularmente se está volviendo más un tema de fusión, tipo Goerge Duke a finales de los setenta.

"Me topé con el jazz en mi búsqueda de sonidos, y después me fui quedando por la música" —Quantic.

¿Qué piensas de artistas como Kamasi Washington y Thundercat, este tipo de movimientos nuevos del jazz que se está viviendo?

Es increíble. Es la verdadera cultura de LA, y esos son músicos reales de LA. La gente como Kamasi es simplemente talentosa. Además, yo le tengo un respeto muy grande a Thundercat porque sus álbumes tienen mucho humor. Él no es serio. Yo creo que una de las razones por las cuales muere el jazz es porque es demasiado serio. Una de las cosas divertidas de los chicos de Brainfeeder es que vienen de un pedigree de músicos de alto nivel, pero que a la vez están dispuestos a joder la vida. Estes es un muy buen compilado de jazz británico…

Pienso que otra de las cosas lindas del jazz es que es un género en el cual el estilo del artista se vuelve protagonista en el escenario, mientras que en otros géneros los músicos simplemente se vuelven parte de la escenografía. Definitivamente eso siento en la cultura americana del pop, el protagonismo recae en el cantante y sus sentimientos. En el jazz todo se centra en los solistas, sea cual sea su rol en la banda. Pero esté de acuerdo o no con eso, simplemente amo el ritmo. Amo los ritmos bailables ya sean electrónicos o tocados en vivo. Puedes ver más fotos de Sara Wass aquí. Consigue el álbum de Quantic y Nidia Góngora, Curao, en Bandcamp. David Garber está en Twitter.