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Le preguntamos a un experto qué pasaría si Donald Trump fuera presidente

El historiador Brian Balogh explica si la administración de Trump realmente sería el juicio final.
Imagen vía Smithsonian y Gage Skidmore

Es la mañana del viernes 20 de enero de 2017 y es el día en que el nuevo presidente toma el poder. Donald John Trump coloca su mano sobre la Biblia y todo el mundo lo observa boquiabierto mientras él jura "preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos de América".

En realidad no importa cómo fue que llegamos hasta aquí. La pregunta es: ¿ahora qué mierdas pasará? Recordemos que Donald Trump, magnate estadunidense y estrella del reality El aprendiz, decidió postularse como candidato para la presidencia de Estados Unidos con las polémicas declaraciones de que México "no era su amigo" y que, de llegar a la presidencia, construiría un muro que México sería el responsable de pagar. Además, el racismo de Trump contra los mexicanos, a quienes llamó "violadores y criminales", le costó una cancelación millonaria con diversas televisoras mexicanas y empresas latinoamericanas.

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El historiador de la Universidad de Virginia Brian Balogh estuvo dispuesto a hablar con nosotros sobre si la presidencia de Trump en realidad sería una especie de Juicio Final. ¿Y por qué Balogh? Bueno, por un lado es experto en política estadunidense del siglo 20 y tiene un programa de radio bastante popular sobre historia llamado Backstory With the American Guys (Historias de fondo con los chicos estadunidenses). Y además, cuando le envié un mail para concretar una entrevista, hizo una predicción sobre Trump que se cumplió.

En un mail del viernes, Balogh escribió que aunque a Trump le ha funcionado bastante bien hablar más de la cuenta, "pronto lo hará contra una persona u organización que la gran mayoría de la gente admira, respeta o compadece y esto tendrá un efecto negativo sobre su persona".

Exactamente al siguiente día Trump se pasó de la raya y habló despectivamente del historial de guerra del senador republicano John McCain durante un discurso en un foro de candidatos republicanos en Iowa. "Él sólo es héroe de guerra porque fue capturado", dijo Trump sobre el ex prisionero de guerra. "A mí me gusta la gente que no es capturada, ¿ok?" (McCain fue preso de guerra en Vietnam durante cinco años y se negó a revelar información de EU aun después de ser torturado y recibir varias golpizas).

Como era de esperarse, esta observación le hizo ganarse unas quemadotas de tercer grado, incluso algunas por parte de los republicanos, quienes se habían mostrado reacios a hablar contra el candidato payaso del partido, o sea Trump.

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Aunque no se necesitó un síquico para saber que la gigantesca boca de Trump sería su peor obstáculo en las próximas elecciones, la predicción increíblemente certera de Balogh sugirió que él definitivamente es el perspicaz historiador que creí que era. Sus opiniones en el tema podrían ayudarnos a imaginar cómo estarán las cosas en un par de años cuando veamos un Estados Unidos a la Trump.


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VICE: Imagina que Trump es presidente. ¿Cómo habría ocurrido esto?
Brian Balogh: Creo que Donald Trump nos recuerda que hay un gran porcentaje de estadunidenses que sienten que los candidatos de ambos partidos los ignoran por completo. Sin embargo, tanto los republicanos como los demócratas cometerían un error al asumir que nadie escucha a un tipo como Donald Trump. Ellos hablan del tipo de frustración que regresa a una pregunta muy básica: ¿cómo es que un país militarmente poderoso y económicamente exitoso como Estados Unidos puede estar así? Y entonces tú mismo puedes interpretar qué significa "así".

¿Qué dirá Trump en su discurso inaugural?
Irónicamente, lo primero que escucharás es: "La nación debe unirse". Él querrá llegarle a cada estadunidense.

Creo que para entonces le habrá bajado a su retórica divisiva. Pero no puedo pensar en ningún discurso inaugural, sin importar cuán difícil sea la elección —como por ejemplo George W. Bush, obviamente ésa fue una elección muy peleada—, y si ves el discurso de Bush, se trata básicamente de ser un presidente para todos los estadunidenses.

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¿Crees que el hecho de ser multimillonario tendrá algún efecto?
Sí, y no se trata de tan sólo ser rico. Es su enfoque de empresario, su forma de hacer tratos la que a menudo implica lo que algunas personas quieren de un presidente: negociar cosas y verse siempre favorecido.

¿Cuáles serán algunos de los desafíos más grandes para Trump?
Extrañamente, donde creo que tendrá más problemas es con los negocios. A los negocios no les gustan los presidentes provocativos que alteren a la gente. Obviamente estoy generalizando, pero a los grandes negocios les gusta lo predecible y la estabilidad. A Wall Street, a la bolsa, a todos ellos les gusta saber la posición del presidente. No creo que un político que esté como loco sea amado por las grandes compañías.

¿Cumplirá lo que prometió en sus duros discursos sobre la inmigración?
A fin de cuentas, una verdadera reforma de migración tiene que ocurrir en el Congreso. Y ya sabes, creo que los republicanos le preguntarán exactamente cómo planea lidiar con el Congreso.

Tal vez esto sea una pregunta tonta, ¿pero hay alguna posibilidad de que los votantes sean amables con él?
Si eres una figura extraordinariamente unificadora y popular como Franklin D. Roosevelt o Ronald Reagan, entonces te darán una especie de pase libre: al principio no te molestarán. Para mí obviamente es fácil imaginarme a Trump llegar a la presidencia, pero me cuesta imaginarlo llegando a la Casa Blanca con toda esa popularidad.

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¿Y el presidente Trump tiene la bocota más grande de todos los presidentes?
Creo que lo más cercano a él es un presidente que tuvo los ratings de aprobación más bajos al final de su periodo: Harry Truman. En su primer periodo nadie podía creer que sería reelegido. La gente lo odiaba.

¿Entonces él encabronaba a la gente como Trump?
En cuanto a encabronar a la gente, nadie es como Donald Trump y es por eso que es ése su modus operandi. Es por eso que estamos hablando de él. No estamos hablando de él por sus logros. No estamos hablando de él porque haya demostrado tener habilidades políticas o de liderazgo. Estamos hablando de él porque sabe cómo captar la atención al decir cosas escandalosas.


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En EU ya tuvimos un presidente actor, pero nunca habíamos tenido algo como una estrella de reality, ¿no?
Me acordé de Huey Long, un gobernador de Luisiana bastante colorido que se postuló para presidente con un programa para combatir la crisis financiera. Él tenía un acercamiento muy personalizado al gobierno y no tenía ninguna posición clara. Ya sabes, era un segregacionista firme. En algunas cosas era un demócrata tradicional, aunque también abogó por una reforma radical en los impuestos para compartir las riquezas. Era muy conocido en Luisiana y parte de su popularidad se debía a que construía caminos e hizo mucho por la gente.

George Washington tenía una especie de culto a la personalidad, ¿no?
¡Lo tenía en la punta de la lengua! Y probablemente eso fue algo bueno, ya que él era capaz —al menos en su primera administración y durante gran parte de sus ocho años— de mantenerse lejos de los escándalos como un héroe de guerra admirable. Claro que había un culto a la personalidad de George Washington. Ésa es una buena comparación.

Pero simplemente no creo que la comparación con Washington aplique tanto…
Yo tampoco. Creo que la presidencia es muy diferente ahora. En ese entonces la gente apoyaba a George Washington, pero no esperaban que George Washington los entretuviera.

Pero incluso la presidencia de Trump podría llegar a ser aburrida, ¿no?
Ésta es mi broma sobre la presidencia de Trump: deberíamos enmendar la Constitución para que cambiara el periodo límite de dos años a "cancelar" todo el periodo de presidencia. Eso es porque si Trump llega a la presidencia, la gente se aburrirá de ella como se aburre de un programa. ¿Entonces por qué no cancelarla como si fuera un programa? Estará sujeta a los ratings. Y créeme, será muy popular cuando sea retransmitida.

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