Crecí sin papá y no estuvo nada mal

A veces pasan años sin que mi papá y yo nos veamos, y en realidad no es que vivamos lejos. De vez en cuando hablamos por teléfono sobre cosas muy superficiales. Me pregunta qué tal va la universidad, y yo le pregunto qué hay de nuevo en el pueblo. No tengo nada más que decirle porque prácticamente él no sabe nada de mí: no conoce a mis amigos, no sabe qué me gusta ni qué hago con mi tiempo libre. Nuestra relación es así porque él y mi mamá se divorciaron cuando yo era apenas una bebé. Con lo único que mi papá ha contribuido es con la manutención. Pero en realidad eso nunca ha sido algo trágico para mí.

En ocasiones, cuando era chiquita, me daba envidia ver cómo los papás de mis amigas las cuidaban y consentían. Pero afortunadamente esa fue una fase muy corta de mi vida y me di cuenta de que tener una mamá que tuviera suficiente amor para cumplir con el rol de madre y padre, y pudiera manejar todo tan bien, era mucho más valioso que tener cerca a una persona adicional para quien no eres nada más que el producto de una relación pasajera.

Lo extraño de todo el asunto es que cuando la gente me pregunta acerca de mis papás y les cuento que no tengo nada que ver con mi papá y que nunca lo he tenido, me mira con cara de lástima y dice: "Ay, pobrecita… eso debe ser horrible". No, no lo es. Mi papá nunca me cuidó, y no te puede hacer falta alguien o algo que nunca tuviste. Es tan simple como eso.

Todavía peor es cuando la gente concluye que mis acciones equivocadas o determinadas conductas se deben a que crecí sin un padre. Haber crecido con una madre soltera no me volvió un pequeño monstruo que se odia a sí mismo y trata de compensar sus problemas con su padre saliendo con cualquier idiota que se le pasa por delante. Sí, a veces me meto con imbéciles, pero eso no tiene nada que ver con que tenga un complejo por el tema de mi padre. Eso le pasa a todo el mundo… Jamás utilizaría la ausencia de mi padre como una excusa para actuar de manera estúpida o tomar decisiones equivocadas. No estoy traumatizada y no soy asocial.

Es fundamental rodearse de personas que a uno le gustan y a las que también uno les gusta. Cualquier otra cosa atenta contra la paz interior (por lo menos de una de las personas involucradas). Y no creo que esta norma de oro funcione sólo para los amigos y conocidos, sino también para los familiares, incluyendo a los padres.

Algunas personas son simplemente imbéciles. ¿Y si puedes sacar a los imbéciles de todas las otras áreas de tu vida, por qué no lo puedes hacer dentro de tu propia familia? Dicen que no puedes escoger a tu familia, pero mi papá lo veía de una manera muy diferente. Durante 20 años pensó que él podía decidir si quería cuidar a su hija o no. Ahora soy yo la que decido si quiero tener a este tipo de persona en mi vida. La gente puede llegar a decir que eso es un acto de resentimiento o que es una mierda, pero este es el punto de mi vida en el que me encuentro después de demasiadas segundas oportunidades desaprovechadas.

A veces cuando hablo con mi papá, me dice que me piensa mucho y que me quiere. Yo no sería capaz de expresar palabras de afecto hacia él. Claramente, entiendo que yo no podría existir de la forma que existo si no fuera por mi padre. Entonces supongo que le agradezco el material genético que donó y la relación destructiva que tuvo con mi mamá (aunque la trató demasiado mal).

Pero sobre todo le agradezco una cosa: gracias a él sé que una infancia feliz y el éxito en la vida no dependen de una crianza dentro de los marcos de las tradiciones sociales.