¿Qué va a pasar con la educación de los niños del Bronx?

En 2012, Jairo Orlando Rodríguez se volvió rector del Colegio Agustín Nieto Caballero, un colegio distrital que le da la cara a Plaza España y la espalda a "Cinco huecos", una calle famosa por ser de distribución y consumo de drogas. En los cuatro años en los que se ha hecho cargo del colegio, Jairo ha tenido que enfrentar problemas de venta y consumo entre sus estudiantes, así como de la inseguridad que implica convivir a cuatro cuadras de El Bronx, la olla que la Alcaldía de Peñalosa desalojó a las malas la semana pasada.

En la actualidad, Jairo calcula que hay 1.100 estudiantes inscritos al colegio. La mayoría, según su relato, son niños y jóvenes de estrato uno, hijos de habitantes de la zona y de comerciantes del sector. Entre los estudiantes hay varios provenientes de las comunidades embera chamí y embera katío, hijos de trabajadoras sexuales, de habitantes de calle, y un total de 79 niños y jóvenes que, hasta antes de la intervención del Distrito sobre el sector, habitaban en la zona de El Bronx.

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"En el colegio hay mucha deserción escolar. Desde enero ya se han retirado 186 estudiantes. El nivel de inasistencia diaria también es muy grande: cada día faltan entre 200 y 220 estudiantes. Además tenemos problemas con las familias: hogares disfuncionales, violencia intrafamiliar. No sé si las Comisarías de Familia y Bienestar Familiar tienen a veces exceso de trabajo, porque por momentos nos dejan muy solos y nosotros no tenemos capacidad para solucionar las problemáticas de estas familias", me contó Jairo Orlando.

Entre lo que se encontraron las más de 2.500 personas del Distrito, CTI de la Fiscalía, Ejército Nacional, Policía Nacional y de Infancia y Adolescencia que intervinieron en El Bronx, de acuerdo con un artículo de El Espectador, hallaron armas, explosivos, licor adulterado y casi 200 niños, niñas y adolescentes que vivían en el par de cuadras conocidas como "la ele". La rueda de prensa que rindió el alcalde Enrique Peñalosa dejó claro que la restitución de los derechos de los niños y adolescentes era la columna vertebral de la intervención en El Bronx.

En total, de acuerdo con información que recibí del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, se encontraron 134 menores de edad durante la intervención, que fueron atendidos por funcionaros de la Secretaría de Salud y el mismo ICBF. De esos 134, 48 fueron trasladados a los cuatro hospitales que se vincularon a la intervención. Dos de ellos continúan hospitalizados. El comunicado continúa: solo 28 familias fueron consideradas aptas para recibir de vuelta a los menores de edad. El resto de los niños, niñas y adolescentes fueron dirigidos a cinco sedes distintas de acogida del ICBF en Bogotá.

El martes 31 de mayo, cuando ya la intervención se había dado, no hubo clase en el Colegio Agustín Nieto Caballero, debido a los enfrentamientos que tuvieron lugar durante esos días entre las personas desalojadas y la Fuerza Pública. El miércoles, los directivos declararon jornada pedagógica, por lo que sólo hasta el jueves 2 de junio pudo saberse cuántos de los 79 estudiantes que vivían en El Bronx volverían al colegio.

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"El jueves asistieron 450 estudiantes, y el viernes tuvimos un poco más, 486. De los 79 que vivían en El Bronx solo han vuelto cuatro niños. Los cuatro están con sus familias", me dijo Jairo Orlando, minutos después de haber hablado con una de las mamás de los niños que siguen bajo custodia del ICBF. "[Ella] vino a pedirme que la ayudara, que sus dos hijos estaban en una de las sedes del ICBF y que está buscando dónde va a vivir para que se los devuelvan. También vino a preguntarme si cuando se los devolvieran se los recibía sin uniforme y sin cuadernos, porque todo se lo habían roto en el momento de la intervención".

En este momento, según el rector, el colegio está tratando de ubicar a los 75 estudiantes que vivían en El Bronx y de los cuales no tienen ninguna noticia. Hasta ahora, han identificado dos centros del ICBF en los que saben que están algunos de ellos, pero desconocen cuántos hay en cada una. "Lo que nos interesa es mirar cómo se les garantiza el derecho a la educación, averiguar si los van a reubicar de colegio. Si es así, que la Secretaría les ayude: nosotros podemos facilitar el proceso. O también estamos mirando si podemos mandarles los trabajos mientras buscan vivienda para que los niños no se atrasen".

Pero según fuentes del ICBF, el proceso de reescolarización de los niños de El Bronx enfrenta varios obstáculos. Hasta ahora, el ICBF ha identificado que la mayoría de los niños, niñas y adolescentes no cuentan con acceso ni a salud ni a educación, pero antes de poder vincularlos o revincularlos al sistema educativo deben atravesar un proceso de identificación, lo que se vuelve particularmente difícil pues muchos mienten sobre sus nombres o aseguran que otros menores son sus hermanos cuando no lo son.

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Sin embargo, el proceso de identificación, escolarización y la restitución de otros derechos es un proceso individual que se desarrolla según lo que el defensor de familia, que es asignado a cada niño, evalúe. El proceso y el estado del proceso de cada menor sigue siendo información privada, que no puede ser divulgada a la prensa, para proteger a los menores de edad.

Dentro de las entidades que se han involucrado a la situación de los menores de edad que habitaban en El Bronx también está el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud ––Idipron––, una entidad del Distrito que ofrece un programa alterno para los niños y jóvenes que se quieran acoger a él, en el que se busca restituir los derechos de menores de edad en altos grados de vulnerabilidad. "Tenemos un equipo psicosocial que atiende cada caso para restituir los derechos de los chicos de forma integral. Nosotros tenemos un colegio propio donde generamos una oferta educativa más abierta, más alternativa que la escuela tradicional", me dijo Carolina Molano, funcionaria del Idipron.

Por el momento, el Colegio Agustín Nieto Caballero, de la mano de Jairo Orlando, sigue trabajando para lograr que los cuatro días que faltan de semestre escolar transcurran con cierta normalidad y que puedan ubicar a los 75 estudiantes de los cuales todavía no saben mucho. "Estamos tratando de localizar a los niños que vivían en El Bronx, dónde están, cómo están, qué están haciendo los papás y para dónde van a ir esos niños. Mientras tanto estamos hablando con los papás para que sigan mandando a los niños, pero es difícil porque varios de los habitantes de calle desalojados se trasladaron a 'Cinco huecos', que colinda con uno de los muros del colegio, por lo que sigue habiendo mucho temor".