Sabía que era lesbiana, no sabía que eso se llamaba así. Sabía que era una palabra difícil de pronunciar y tuve que reconciliarme con ella.
¿Qué hay detrás de esos intereses que pretenden "generar pánico"?Yo creo que ahí sí hay una intención de imponernos una agenda evangélica. No entiendo por qué no podemos convivir todos. Aquí no hay una guerra contra los evangélicos, hay una mala intención en la información que se da: que el movimiento LGBT montó una guerra, una "dictadura" contra los evangélicos. ¡No! ni tampoco es cierto que nosotros digamos que los evangélicos son homofóbicos, porque además entendemos que el movimiento evangélico en Colombia no está unificado. Algunos mandan mensajes descalificadores pero hay otros que no. No es cierto que no estar de acuerdo con la homosexualidad sea homofóbico, creo que es homofóbico poner mensajes estigmatizantes. Pero es completamente lícito decir "yo no estoy de acuerdo con que la gente sea homosexual", porque existe una libertad de expresión y eso está protegido en Colombia. Pero hay un límite entre la libertad de expresión y decir "esto no debe suceder en la sociedad, esto no debería pasar y el Estado no debería dejar que esto suceda".Lo que queremos es que haya libertad, que a todo el mundo se le respete por creer en una cosa distinta, porque tiene una sexualidad distinta, porque tiene sexo distinto, porque tiene un color de piel distinto. Es el mismo discurso. Y la paz es una oportunidad de justamente respetar esa diversidad.No entiendo por qué lo llaman confusión, para nosotros no es una confusión. Una confusión es lo que hay en la sociedad respecto a nosotros, hay una mala intención de generar preguntas sobre una condición humana.
Poniéndole lógica al tema de que los derechos de la población LGBT afectan a la familia colombiana, ¿qué podemos leer entre líneas, como lo ha hecho el exprocurador con el enfoque de género, tras esos discursos?Lo que pasa es que esos discursos conservadores sólo reconocen un tipo de familia, que es la compuesta por papa, mamá e hijos. Lo que ellos están haciendo es voltear el discurso, es decir, lo que para ellos es una imposición está disfrazando lo que en realidad sí está siendo una imposición: nos están imponiendo un único modelo de familia. Mientras que nosotros reconocemos todas, incluida la familia de papá, mamá e hijos. ¿Entonces, quién está imponiendo a quién? Nosotros estamos diciendo todo para todos, ellos nos están diciendo todo sólo para nosotros.Si fuera una mujer evangélica y me dijeran que hay un grupo que está luchando para que mi hijo se vuelva gay o qué se yo, por supuesto que entraría en pánico.
Colombia Diversa ha sido insistente en el tema de violencias por prejuicio, pero a veces pareciera que hay algo más. Algo que se acerca a un juicio, a algo ideológico, a un grupo de personas que saben perfectamente quiénes son los LGBTI pero que definitivamente no les gustamos.Nos importa el tema de prejuicio porque el perpetrador o victimario no es responsable sólo individualmente, sino que está justamente motivado por estas ideas de discriminación, de estigmatización.Si tú le preguntas a cualquier evangélico, te dice 'nosotros no los odiamos, con lo que no estamos de acuerdo es que tengan los mismos derechos'. Eso es una forma de decir 'tú no vales lo mismo que yo en términos de derechos'. Ese mensaje velado que a veces pensamos que no tiene relación directa con las muertes por prejuicio, pues la tiene realmente. Porque estamos enviando un mensaje social de que hay unos seres humanos que valen más que otros.Pero insisto en el tema del juicio…Claramente cuando hay un crimen por prejuicio hay una intención y no es irracional como el odio. Por eso no usamos la noción de crimen de odio, porque en el odio hay un componente irracional, pero en el prejuicio sí hay una intención. Detrás de eso hay un no me gustas como ser humano. Me gustas porque estás vivo, porque eres estudiante, porque eres madre, pero no me gusta si eres gay… y menos si eres trans.Qué temas se han dejado de lado por la coyuntura de los acuerdosYo creo que como empezabas tú la entrevista, tenemos que volver a lo fundamental. Colombia ha sido muy avanzada en derechos, en jurisprudencia de la Corte Constitucional, pero tenemos que recordarles los señores que están promoviendo estos discursos que somos seres humanos, recordarles que no somos enfermos, recordarles que no pervertimos niños, que somos humanos, que somos sus familias y uno también quiere que su familia tenga derechos. Uno no le puede poner condiciones al otro para tener derechos: sólo si tú eres heterosexual tienes derecho. Esto sí es un llamado de atención, y les agradezco mucho a los grupos evangélicos que nos recuerden volver a la humanidad de la gente, no a los derechos en abstracto.Lo que ellos están haciendo es voltear el discurso. Lo que para ellos es una imposición está disfrazando lo que en realidad sí es una imposición: nos están imponiendo un único modelo de familia.
Qué están haciendo por estos días los sectores LGBT con el tema de acuerdos, particularmente para que no eliminen la perspectiva de género…El presidente, que es la cabeza de las negociaciones, debe saber qué es la perspectiva de género. Yo creo que este no es un tema de quítelo y solucionamos esto. Esto tiene implicaciones más serias, simbólicamente implica mucho, es como si nos borraran de la existencia.Nos estamos vinculando a los otros movimientos por la paz porque para nosotros como sectores LGBT no es un tema de quite y ponga. Aquí lo realmente importante es la paz, pero lo que pasa es que no podemos hacer una paz quitando, tenemos que hacer una paz sumando. Lo importante aquí es realmente ni una víctima más por ningún motivo. Ese es el reto. Lo que ha despertado el No, el Sí, toda esta discusión, es todos los retos que tenemos como sociedad y no solamente el desarme.Hay muchas formas de eliminar. Uno no puede vivir sin derechos, uno no puede existir sin derechos, hay unas condiciones materiales de existencia sin las cuales no podemos vivir.