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Sin embargo, el fin de semana inaugural de la Copa estuvo algo alejado de esto. En su mayoría, los partidos de las primeras tres jornadas se jugaron frente a multitudes esparcidas que parecían puntos sobre los inmensos estadios. Costa Rica y Paraguay empataron sin goles en Orlando bajo temperaturas de 32°C y una anunciada grada de 14.334 asistentes. Más tarde ese día, Haití y Perú jugaron en Seattle, el semillero del fútbol estadounidense, ante una asistencia oficial de 20.190 personas.
CenturyLink crowd, a few minutes into Haiti-Peru. — Don Ruiz (@donruiztnt)4 de junio de 2016
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Dudo que estas cifras hayan sido lo que David Neal, ejecutivo de Fox Sports, tenía en mente cunado dijo que "la Copa América Centenario promete ser una espectacular plataforma para el fútbol en Estados Unidos".Algunas personas podrían percibir las sillas vacías como un punto de discusión para un debate sobre la popularidad del fútbol en Estados Unidos. Pero la historia detrás de la baja asistencia no es un reflejo de la apatía estadounidense hacia el fútbol. Como ejemplo, en el Orlando City, en donde Costa Rica y Paraguay se enfrentaron, la asistencia promedio es de 32.847 asistentes por partido. Es decir, más del doble que las multitudes de la Copa. Por otro lado, los Sounders de Seattle cuentan con una asistencia promedio de 44.247, una cifra que también corresponde a más del doble que el partido entre Haití vs. Perú.En lugar de ser una conclusión sobre la cantidad de fans estadounidenses del fútbol, las multitudes esparcidas se deben, en gran parte, a los altos precios en las entradas, lo cual nos hace preguntarnos el porqué de este fenómeno.No se necesita ser un genio de marketing para saber que un Venezuela vs. Jamaica, o Haití vs. Perú venderá menos entradas que los partidos de México y Estados Unidos. Después de todo, hay unos 35 millones de mexicanos en Estados Unidos y Canadá, a diferencia del millón de jamaiquinos y 289 mil venezolanos que viven en el norte del continente.About to start things off here from — Michal Dwojak (@mdwojak94)5 de junio de 2016
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Una de las tentativas respuestas es que los organizadores no quisieron establecer un precedente para bajar los precios si los fans no eran atraídos. Esta explicación tendría sentido si el torneo en verdad es "un evento de fútbol que sólo se da una vez", como mencionó el vocero del evento, pero este no parece ser el caso. Según ESPN Deportes, la Copa América podría llevarse a cabo permanentemente en los Estados Unidos, tal vez en un torneo combinado con la Copa Oro. Lo cual, a final de cuentas, explica a la perfección los precios de los boletos. Los costos son altos no porque la federación estadounidense necesite recuperar sus gastos, sino porque están a nada de monopolizar los torneos de gran magnitud para el fútbol de dicha nación. De todos modos, una silla de cien dólares en las cabeceras sigue siendo más barato que un tiquete a Europa.Este artículo fue publicado originalmente en VICE Sports, nuestra plataforma dedicada a los deportes.At $100-150 average ticket price, that's the equivalent of 40,000 at $40 per ticket. What's the difference, really? — Michael Caley (@MC_of_A)4 de junio de 2016