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Cultură

Lo que hacen las mujeres para tener el anhelado hueco entre los muslos

Varias intervenciones no invasivas ofrecen la posibilidad de conseguir un espacio entre tus piernas digno de Tumblr, pero ¿la obsesión por el espacio entre los muslos es algo que pertenece al pasado?

A finales de abril de 2015, la Administración Norteamericana de Productos Alimentarios y Farmacéuticos (FDA, por sus siglas en inglés) publicó un comunicado de prensa anunciando la aprobación de una nueva inyección llamada Kybella. Dicha inyección fue legalmente aprobada para su uso como alternativa a la liposucción con un fin muy específico: se aprobó para eliminar la grasa de la papada entre moderada y severa, o la temida "doble papada".

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"Kybella es idéntico al ácido deoxicólico que produce el cuerpo", explicó la FDA. "El ácido deoxicólico que produce el cuerpo ayuda a absorber las grasas y Kybella es un fármaco citolítico que, cuando se inyecta en el tejido, destruye físicamente la membrana celular. Si se inyecta adecuadamente en la grasa bajo el mentón, este fármaco destruye las células de grasa; sin embargo, también puede destruir otros tipos de células, como las células epiteliales, si se inyecta involuntariamente en la piel.

Como sucede con todas las demás inyecciones, Kybella tiene un precio considerablemente elevado (que oscila entre los 2.000 dólares hasta los más de 4.000 por tres tratamientos, lo mismo que cuesta una liposucción de cuello) y múltiples efectos secundarios, como "lesión nerviosa en la mandíbula que puede provocar una sonrisa asimétrica o debilidad en los músculos faciales y problemas para tragar".

Durante los meses posteriores al debut del producto, las lectoras del sitio web de información y reseñas sobre cirugía plástica, RealSelf sintieron curiosidad por saber si Kybella podía actuar en otras partes del cuerpo. En concreto, las lectoras querían saber si la inyección podía ayudarlas a conseguir el tan ansiado "hueco entre los muslos", ese espacio que se forma entre las piernas de una mujer incluso cuando está de pie con los pies juntos.

Aunque durante décadas se ha esperado de las modelos que tuvieran ese hueco entre los muslos, fueron en realidad las redes sociales como Instagram y Tumblr las que comenzaron a ejercer presión ––creando una extendida obsesión por el hueco entre los muslos–– sobre el público general hacia 2013. Los blogs y las redes sociales también otorgaron a los grupos pro-anorexia un lugar fácil donde intercambiar trucos, consejos y terapias conservando un anonimato total, y los memes sobre el hueco entre los muslos se convirtieron en el pan nuestro de cada día en internet para muchas mujeres.

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Había incluso una cuenta de Twitter de la supermodelo Cara Delevingne dedicada exclusivamente al hueco entre los muslos, y páginas y páginas de publicaciones en Tumblr que animaban a las chicas a trabajar duro para conseguir un espacio entre sus piernas. Muchas mujeres publicaron ensayos en todas partes, aparecieron artículos en medios diversos, incluso VICE, enfrentándose a la idea de esta aparentemente imposible marca de delgadez y belleza. Lo cierto es que, sin un trabajo riguroso ––una dieta estricta y un entrenador personal de los que tienen las estrellas–– y/o sin una genética específica, para la mayoría de las mujeres no es tan fácil conseguir un hueco entre los muslos. O lo tienes, o no lo tienes, o te decides por la cirugía.

Pasado el verano, el sitio web RealSelf hizo una reseña de Kybella y las búsquedas relacionadas con el producto se incrementaron en un 50 %, lo que lo convirtieron en una de las cinco búsquedas clave más importantes de este sitio web sobre cirugía plástica. En un hilo del foro titulado "Kybella for the inner thigh gap?" (¿Kybella para el hueco del interior de los muslos?), las clientas y cirujanos potenciales no dejaron de hablar sobre la posibilidad de utilizar este corrector de la doble papada para algo sobre lo que la FDA no se ha pronunciado específicamente.

"El uso de Kybella para el tratamiento de la grasa fuera del área que hay bajo el mentón no está aprobado ni recomendado", afirmó la FDA en su comunicado de prensa original. Los médicos respondieron a las preguntas de sus pacientes de forma bastante unánime: aunque existe la posibilidad de que utilizar Kybella para conseguir un hueco entre los muslos pudiera crear dificultades médicas, también existen preocupaciones técnicas, como por ejemplo que sería enormemente caro.

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"Cuando Kybella llegó al mercado, la única alternativa existente era la liposucción", explica la Dra. Sheila Nazarian Mobin, cirujana plástica que trabaja en Beverly Hills. "Las empresas farmacéuticas sabían que tenían un público que merece una atención especial entre quienes temen la cirugía invasiva, de modo que centraron la fijación de su precio en la zona del cuello para que pudiera compararse a la liposucción".

Además, existe una forma mejor de conseguir un espacio entre el interior de tus muslos. El año anterior a que Kybella llegara al mercado, otro producto no invasivo llamado CoolSculpting recibió la aprobación de la FDA para tratar la grasa de los muslos, aunque inicialmente se ideó para el abdomen. En septiembre del año siguiente se aprobó su uso en la papada y produjo los mismos resultados por mucho menos dinero, dolor y tiempo.

"Kybella solo tiene aplicación en zonas muy pequeñas de grasa", indica Nazarian. Las zonas más amplias —así como la grasa entre moderada y severa— requieren más tratamientos y suponen experimentar una hinchazón terrible justo después, porque Kybella es una versión sintética de la sustancia química natural que destruye las células de grasa. "Tu cuerpo no está acostumbrado a que la grasa se desintegre en ninguna zona aparte del abdomen, de modo que envía un montón de células inflamatorias a la zona para tratar de arreglar el desastre", explica Nazarian. "Tenemos unas células denominadas células de microfusión que son básicamente 'conserjes' del cuerpo y que patrullan constantemente nuestra anatomía buscando células muertas que convertir en nuevas células sanas. Así que Kybella se aprovecha de esa respuesta inflamatoria para deshacerse de la grasa destruida. La inflamación es necesaria para que las células conserje acudan allí y traten de arreglar el desastre".

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Las empresas farmacéuticas sabían que tenían un público que merece una atención especial entre quienes temen la cirugía invasiva

Nazarian explica que la cirugía no invasiva ––como la realizada en la papada o en el hueco entre los muslos–– rara vez se hace en una sola sesión y la paciente tarda semanas en ver el resultado. Aunque la empresa farmacéutica estableció el precio de Kybella para que pareciera un procedimiento relativamente económico, el uso de este fármaco da como resultado un hueco entre los muslos que vale unos 12.000 dólares, mientras que CoolSculpting cuesta 750 dólares por muslo y por sesión, y el número de sesiones varía dependiendo del tipo de cuerpo y la gravedad de la grasa que se tenga. Si se desea escoger una ruta más tradicional, someterse al bisturí para una liposucción cuesta entre 3.000 y 4.000 dólares y ofrece resultados rápidos e impecables.

Pero muchas mujeres ni siquiera quieren admitir que se han sometido a un tratamiento de CoolSculpting y mucho menos a una liposucción para tener un hueco entre los muslos. Kelsey*, una profesora de veintipocos años, fue tratada de su hueco entre los muslos y de su "bulto del sujetador" (la grasa que se acumula entre el pecho y la axila en las mujeres) por la Dra. Nazarian, pero lo mantuvo en secreto entre sus compañeros, aunque parte del atractivo de estos procedimientos es que parecen "pequeños" y "menos graves" que una operación normal de tetas.

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"Siempre había estado en contra de hacer mejoras en mi cuerpo", afirma Kelsey, indicando también que sus intervenciones fueron no invasivas y que son más una simple 'mejora' que cirugía plástica en sí. "Lo que yo quería es que todo fuera natural, jamás pensé que me operaría de nada".

De hecho, tras su CoolSculpting, Kelsey inicialmente ni siquiera notó demasiada diferencia en su aspecto. "No noté un gran cambio, la verdad, pero después la gente empezó a comentarme lo delgada que estaba", explica. "Los comentarios de los demás marcaron la diferencia, el hueco entre los muslos es un cambio realmente pequeño que puede repercutir en tu apariencia general de manera drástica". Aunque el hueco entre los muslos mantiene algo del encanto que tenía hace unos años, [la ausencia de] esta parte del cuerpo sigue resultando polémica. La semana pasada puse un post en Facebook preguntando a mis amigos si creían que el hueco entre los muslos era sexy, y las respuestas abarcaron desde los "síes" más calmados hasta los "noes" más furiosos y filosóficos. Algunas mujeres estaban furiosas y decían que cualquiera que se preocupe por el hueco entre los muslos necesita "tomarse un ácido" y "expandir su mente", mientras que los hombres indicaron que, aunque pueda parecer extraño, el hueco entre los muslos consigue hacer que la atención se centre en las zonas circundantes.

Pero, a fin de cuentas, ¿a quién le importa? Joan Rivers me dijo una vez que si la cirugía plástica te va a hacer sentir mejor contigo misma, entonces corre en dirección contraria, no vayas a ver al médico. "Los huecos entre los muslos son algo inventado por mujeres para otras mujeres", escribió una comentadora. "Es como desear tener unas clavículas prominentes, algo imposible de conseguir si no lo tienes ya. Se trata de otro modo de mantener a las mujeres insatisfechas y hacer que intenten ser 'mejores'.

"Dicho esto", añadió, "ojalá tuviera el puto espacio entre los muslos del que hablamos".

*El nombre se ha cambiado.

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Este artículo fue publicado en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.