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Sin embargo, algunos de los podófilos con los que hablé en lugares como Kik y Reddit, afirmaron que les parecía muy extraña la idea de comprar uñas cortadas. Danny*, un hombre de 28 años residente del Reino Unido, me explicó que aunque disfrutaba mirando uñas tanto pintadas como al natural y oliendo los pies de las mujeres hasta casi llegar al orgasmo, consideraba que comprar uñas de los pies por Internet era algo asqueroso. Jamie*, de 30, estaba totalmente de acuerdo. Me dijo: "no conozco a nadie en esta comunidad que haya comprado alguna vez uñas de pies. Sinceramente, me parecería un poco espeluznante, pues son parte del cuerpo de otra persona".Mientras que a muchos de nosotros puede parecernos extraño un fetichista de las uñas de los pies —incluso a quienes forman parte de la comunidad de fetichistas de los pies—, la Dra. Bisbey afirma que es importante no juzgarlos. "En el pasado, los fetiches se consideraban desórdenes, pero la mayoría de psicólogos ya no tratan de 'encaminar' los deseos de las personas, a menos que les estén provocando daño a ellos mismos o a los demás, ya que esto puede desembocar en una gran angustia. En lugar de ello, consideramos este tipo de fetiches como alternativas sexuales".La doctora afirma que los hombres tienen más tendencia a buscar la satisfacción de sus deseos sexuales que las mujeres, por eso también parece que son sobre todo hombres los que compran uñas cortadas de dominatrix profesionales o compran por Internet fotos con primeros planos de uñas pintadas. Sin embargo, este fenómeno sigue bastante estigmatizado, de modo que la pena y el pudor podrían ser el motivo por el que los hombres que lo hacen mantienen su actividad en secreto."Es muy difícil cambiar la mentalidad de alguien que tiene un fetiche que le preocupa", indica la Dra. Bisbey, "pero siempre y cuando su comportamiento no se vuelva obsesivo ni se adueñe de todos los demás aspectos de su vida, explorar su sexualidad de ese modo no tiene por qué ser necesariamente algo malo".Megara está de acuerdo en este punto y afirma que, a fin de cuentas, algunas personas simplemente disfrutan dejándose llevar por su fetiche de las uñas de los pies porque se trata de "ingerir una parte de su ama o conservar un recuerdo de ella". Después de todo, es la única parte de su cuerpo que un fetichista de los pies puede llevarse a casa.La pasaba muy bien teniendo relaciones sexuales [con las uñas de sus pies] mientras él dormía. En ocasiones me ponía muy nervioso, pero a la vez era muy erótico.