Historias reales de víctimas de infidelidad

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Historias reales de víctimas de infidelidad

"Si el sexo en tu relación es malo, seguro te van a engañar".

Es probable que a todos nos hayan engañado en alguna de nuestras relaciones amorosas y ni nos hayamos enterado. Tal vez la noche en que tu pareja te dijo que iba a casa de su mejor amig@ a cenar y ver Netflix o que tenía un reencuentro con sus amigos de la escuela, en realidad estaba en un motel teniendo sexo con otra persona.

La infidelidad es la causa con la que la mayoría de los seres humanos están de acuerdo en que es razón suficiente para terminar una relación. A nadie le gusta ser engañado. Es una de las maneras más efectivas de dañar la confianza en tu relación y pisar el ego de tu pareja hasta destruirlo, aunque hay personas que afirman que ser infieles ayudó a arreglar problemas antiguos que tenían en la relación y todo se resolvió.

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Sin embargo, cuando la infidelidad sale al aire hay muchas cosas que tomar en cuenta antes de mandar a la mierda la relación: desde los años que llevan soportándose, hasta los hijos o mascotas que no tienen la culpa de que ustedes no sepan vivir en pareja.

ALEJANDRA, 30 AÑOS

Una persona infiel es alguien con baja autoestima y con muchos problemas que le llevan a tomar la decisión de mentir a la persona que ama. Eso no está bien, es mejor ser sincero que vivir en una mentira. No me imagino tener que vivir el día a día mostrando dos caras, pintando dos panoramas totalmente distintos a dos personas. Creo que es injusto para todos los involucrados.

Me di cuenta que me estaban siendo infiel porque, cuando realmente conoces a una persona, notas ligeros cambios en su actitud y si eres lo suficientemente inteligente, puedes atar cabos hasta estar realmente segura que algo está sucediendo. La rutina de la persona cambia. Sus horarios de llegada, nervios cuando suena su celular y otras cosas que antes no pasaban.

Cuando tuve las pruebas suficientes y me armé de valor, lo enfrenté y se lo dije. Él no tuvo más opción que aceptarlo todo y decirme la verdad.

Estas situaciones son muy duras, obviamente. Al comienzo lo que más me costó fue darme cuenta que la persona que duerme a mi lado y es padre de mis hijos, no era honesta. Alguien que se supone que debería ser tu amigo, tu confidente y tu apoyo, en ese preciso momento deja de serlo. Creo que la parte del sexo con otra persona, la verdad, no es tan relevante. Lo que más te preguntas en estas situaciones es, ¿seré suficiente mujer para él? ¿Amará a la otra persona? ¿Me dirá las mismas cosas que le dice a ella? Llega un punto en que no sabes qué creer, no sabes cómo reaccionar. Hasta cosas triviales como la hora en la que fue al banco empiezas a pensar que son mentiras.

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Todos los días luego de una infidelidad tienen altibajos. En mi caso, por un minuto estaba bien y luego estaba en la cama llorando. Perdí el apetito, las ganas de trabajar, entré en un estado de depresión muy duro que mucha gente no entiende. Todos te dicen cosas como: "ya, supéralo", "búscate a otro", "la vida continúa". No es nada fácil y mucho menos cuando planeaste pasar la vida junto a esa persona.

El perdón es una palabra muy grande, estas cosas creo que no se superan. Uno aprende a vivir con ellas y al final ves si es algo que no puedes superar o vas y sigues con la relación. Hay que aprender a vivir luego de la infidelidad si es que quieres seguir con la relación. Yo aún no me siento en condiciones de perdonar.

Nada está resuelto ni nada está decidido, sólo veremos qué pasa. Si está enamorado de la otra persona, prefiero que se vaya con ella y jamás voy a meterme en medio de eso. Yo no estoy dispuesta a vivir en una mentira.

Lo más doloroso es que yo juraba que tenía una hermosa relación. Tenemos tres hijos maravillosos que amamos con locura. Siempre nos dijeron que éramos la familia perfecta y, bueno, al final no lo somos. Creo que esto es parte de la vida, es parte del camino. Si supiéramos el final no sería divertido. Hay que seguir adelante.


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SHAREANA, 20 AÑOS

Actualmente creo que es muy fácil saber si tu pareja te es infiel o no. En mi caso, con sólo revisar su iPad me di cuenta que se mandaba nudes con otra mujer. Él es pintor y su relación con ella comenzó por trabajo. Ella se convirtió en su musa y él la pintaba en su departamento por horas y horas. No es muy difícil pensar qué puede pasar cuando una chica está en pelotas siendo pintada y llamada "musa".

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Quizás nunca fue su musa, quizás sólo se lo decía para hacerla sentir especial y así poder tener sexo con ella. Él es así. Debido a la mucha interacción entre ellos que vi en redes sociales, decidí tomar su iPad un día que pasé la noche en su departamento y el muy idiota no había borrado absolutamente nada. Estaba toda la conversación, pero como tenía poco tiempo, la copié rápidamente y la envié a mi mail.

Cuando llegué a mi casa la leí. Lo que más me dolió en el alma fue que le decía las mismas cosas que a mí. La misma manera de hacerla reír, la misma jerga, las mismas pláticas sin sentido, ¡hasta le enseñaba la misma música que a mí! No me dolió leer que aún tenían sexo, lo que más me dolió era ver cómo le prometía irse a Chile con ella, leer como armaban una vida imaginaria juntos y hasta hablaban de nombres de sus hijos. Sí. Mi novio hablaba del futuro nombre de sus hijos con la chica con la que me estaba poniendo el cuerno.

Al día siguiente le conté todo y lo primero que hizo fue pelearme por haber traicionado su confianza leyendo sus conversaciones privadas. Después de una fuerte discusión me confesó todo y me dijo que no sabía qué hacer, que estaba enamorado de ella y que de verdad lo inspiraba.

Decidí no terminar con él, pensé que después de cinco años como pareja podíamos resolver este problema. Al fin y al cabo pensé que en algún momento uno tiene que vivir este tipo de problemas con su pareja. Él me prometió dejar de pintarla y de tener contacto con ella, pero que por favor no lo dejara. Lo intentamos. Los primeros días fueron sumamente raros: el sexo fue pésimo y con cada movimiento en la cama imaginaba que lo hacía pensando en ella o que ya se lo había hecho a ella. La calidad del sexo fue bajando y yo tampoco tenía muchas ganas que digamos. Decidimos no tener sexo hasta que nos sintiéramos muy cachondos.

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Esto ayudó un poco, ya que cuando por fin tuvimos sexo, las ganas podían más que cualquier otra cosa y hacían que el resultado fuese mucho mejor. Su iPad se volvió tóxico, cada vez que le llegaba una notificación sentíamos un frío en el ambiente que nos recordaba de esa época, así que decidimos regalárselo a su hermana. Aún sigo en la relación, hemos mejorado y sentimos que pudimos solucionar esa etapa. No sé qué te diría él, pero desde ese día no la hemos vuelto a nombrar y creo que eso le quitó poder a ese suceso. Los cuadros que pintó con ella de modelo se vendieron muy rápido y eso fue una especie de catarsis.


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JOSÉ ANTONIO, 27 AÑOS

Salí con una chica por casi dos años. Siempre le dejé en claro que no quería nada más allá de una relación en la que tuviéramos sexo y saliéramos, y que no podíamos ser "novios" como tal. Obviamente, según yo, en el acuerdo estaba incluido el tener una relación monógama, pero al parecer ella no lo entendió así.

Hay un código no escrito entre hombres que dice que no puedes estar con novias o ex novias de tus amigos. Eso es pasarse de la raya y es motivo para cortar la relación de amistad por un buen tiempo o para siempre. Para mí es inexcusable, pero bueno, siempre he sido así de fiel con mis principios.

Ella siempre se sintió confundida sobre si éramos o no éramos novios. A veces peleábamos por esto, pero yo no entendía qué más quería de mí. Le daba toda mi atención, tiempo y amor, pero siempre había algo que nos distanciaba un poco. Yo siempre he necesitado mi espacio y tener mi propia vida sin depender de una pareja.

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Un día fui a tomar unas cervezas con mis amigos y en media borrachera, uno me confesó que estaba teniendo sexo con mi chica. Yo me reí, pensando que esto era imposible ya que ella me amaba, no éramos "novios" oficiales, pero hacíamos todo lo que los novios hacen, entonces teníamos el acuerdo.

Él me preguntó si eso me molestaba, le dije que no, aunque estaba muriendo por dentro y quería irme corriendo del lugar. Minutos después sacó su teléfono y me enseñó un video de ella dándole sexo oral. Sentí los escalofríos más terribles que recuerdo y ellos, al ver mi cara, vieron que la cosa iba en serio y automáticamente cambiaron el tema, incluso algunos se fueron a su casa.

En cuanto llegué a la mía le escribí un testamento a mi chica diciéndole de todo, incluyendo insultos y demás. Ella no supo qué responderme, me dijo que si quería podíamos hablarlo en persona y que ella se sentía muy mal con esto. Me dijo que estaba muy confundida, que no sabía si en realidad teníamos algo o no y que ella se había sentido vulnerable y tuvo sexo con mi amigo.

Decidimos seguir, pero yo estaba lleno de rencor y jamás pude superar cien por ciento esto. Es duro, ya que no es tanto aceptar la infidelidad, sino aceptar que fue con uno de tus amigos cercanos y además la viste con tus propios ojos dándole sexo oral.

No fui el mismo desde ese entonces, pero decidí vengarme a mi manera. Cada vez que teníamos sexo la grababa con mi teléfono y jamás la volví a tratar igual ni a ver igual. No me importaron más sus sentimientos y yo seguí con ella por el buen sexo que teníamos, la verdad. Estuvimos casi un año después de ese episodio, pero si al comienzo nunca me había metido de lleno en la relación, después de eso mucho menos.

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Era bastante incómodo ir a cenar con ella, mis amigos y sus parejas, y ver al cabrón que tuvo sexo con ella al otro lado de la mesa. Esto siempre salía en cualquier pelea. Comenzábamos peleando por qué tipo de comida queríamos cenar y terminábamos peleando porque ella tuvo sexo con uno de mis amigos.

Fue un ciclo tóxico e interminable. La verdad es que ahora creo que lo mejor hubiera sido terminar. Ese año me hizo un poco más inseguro como persona y aún influye en cómo me comporto en mis relaciones actuales.


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VANESSA, 29 AÑOS

Mi caso es de esos en los que absolutamente todo el mundo te dice que te están poniendo el cuerno pero te haces la que no ve nada o decides mirar hacia otro lado. Yo amaba muchísimo a mi ex novio, incluso fui a varios psicólogos para poder vivir con sus infidelidades.

Nuestra relación duró cuatro años y las infidelidades comenzaron a aparecer al terminar el primero. Pensé que era una época, que pronto iba a pasar y que era mejor hacerme la vista gorda que terminar una relación en la que me sentía cómoda. Todo el mundo me decía "estás loca, no puedes seguir con él". Yo siempre me preguntaba, "¿se pondrán en mi lugar?" Lo amaba, quería de verdad casarme y pasar todos mis días junto a él. No me nacía dejarlo, toda fibra de mi cuerpo me decía que no era lo correcto y que no podía ser que una tercera persona acabara con mis sueños a futuro.

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Me puse muy mal un día me di cuenta que en su teléfono estaba anotado el número de la mamá de la otra mujer y decidí enfrentarlo.

No fue fácil, necesité varias terapias para poder enfrentarlo y decirle al amor de mi vida, en su cara, que sabía todo de su doble vida. Él rompió a llorar, yo no derramé ni una lágrima. Me dijo que estaba muy enamorado de la otra mujer, pero que conmigo sentía una conexión que no tenía con ella. Que lo de ella era algo más sexual que real y que necesitaba un tiempo para dejarla y quedarse conmigo.

Cuando me dijo las palabras "necesito un tiempo para dejarla" fue que caí en cuenta de lo grave del problema y después de muchísimo pensarlo y sacar valor de donde no lo tenía, cuatro semanas después de ese episodio decidí dejarlo.

Él no lloró ni yo tampoco, el ambiente se sintió como lleno de alivio. Es curioso, pero al estar dentro de la relación ninguno de los dos nos dimos cuenta que quizás estábamos mucho mejor separados y libres del engaño en el que estábamos viviendo.

CARLOS, 26 AÑOS

Me enteré que mi ex novia me ponía el cuerno una noche que estábamos viendo películas. Ella se durmió y por simple curiosidad tomé su teléfono y empecé a revisar todas sus conversaciones de whatsapp. Ella no me daba ningún indicio de estar engañándome, pero en ese momento estaba aburrido y quería ver de qué hablaba con sus amigas y amigos. Revisé casi cada letra de cada conversación, como si algo dentro de mí quisiera encontrar algo.

Yo llevaba mucho tiempo sin ser un buen novio, sabía que la relación había perdido su encanto y a veces sólo estaba por estar con ella. Se convirtió en una rutina infernal de la cual se me hizo muy difícil salir. Encontré una conversación con otro chico, vi algunas palabras salidas de tono y me metí a ver las fotos que se habían estado enviando. Había varios nudes que a mí me había mandado, selfies que a mí también me había enviado y cosas así. Hasta el día de hoy, no sé cómo explicar lo que sentí. Mi corazón latía a un ritmo mucho más rápido de lo normal mientras veía todas las cosas que ellos dos se decían. Incluso ella hablaba de que el sexo con él era muchísimo mejor que conmigo, ahí fue que decidí parar de ver y soltar el teléfono. No me fui hasta que terminó la película. Nos despedimos y como si nada, hasta que llegué a mi casa a pensar en lo que había descubierto. Las primeras preguntas fueron: ¿Cuánto tiempo lleva con este tipo? ¿Dónde lo habrá conocido? Nunca me pregunté el por qué, ya que nuestra relación estaba en la mierda pero jamás pensé que ella me podía ser infiel.

Decidí no comentarle nada y seguir la relación, me volví un poco obsesivo con este tema viendo cómo actuaba y cómo me mentía para lograr tener un tiempo para verlo. Yo trataba que esto nunca sucediera y se convirtió en un juego muy raro de mi parte. El sexo mejoró drásticamente y hasta ella me lo dijo, era como si la rabia que tenía por dentro debido a estos engaños la estuviera demostrando en el sexo, lo cual fue increíble para la relación, ya que teníamos muchísimo tiempo sin disfrutar del sexo y, al final del día, el sexo es lo más importante en una relación, creo.

Cada vez que tenía una oportunidad revisaba su teléfono y, afortunadamente, estos nuevos encuentros sexuales hicieron que ella le dijera que no quería verlo más y que había arreglado las cosas conmigo. Sorpresivamente, el elevar nuestro rendimiento sexual hizo que nuestros problemas de rutina eliminaran sus infidelidades y siguiéramos un rato más.

Luego decidimos terminar por diferentes aspiraciones en la vida, ella quería tener un hijo muy pronto y yo no quiero pensar en esto sino hasta después de mis 30 años. Después de esta experiencia podría afirmar que si el sexo en tu relación es malo, ten por seguro que te van a engañar.

@Diegoaurdaneta