FYI.

This story is over 5 years old.

abuso de confianza

Las calderas atemporales

Talacha de lujo en Monterrey.

Debido a la violencia que en el país pero muy particularmente en Monterrey, lugares como éste perdieron la tradición de sus concursos de patineta y la camaradería, unión que se sentía al asistir a estos desmadres que organizadamente promovían el nivel de skateboarding en México.

Todavía hace dos años fui testigo de una escena del crimen afuera de unos de los spots de reunión skate con mucha tradición musical en Monterrey, que fue el Café Iguana del Barrio Antiguo. Esto hacía suponer que la violencia había traspasado los límites de lo permitido y ahora sí, la gente se manifestó de manera muy enérgica y se abrieron más espacios para el esparcimiento y cultura. Por lo menos el skate hacía sentir que Monterrey sigue teniendo lo suyo para que estas cosas esenciales se sigan promoviendo y más gente pueda estar de cerca de este cotorreo.

Publicidad

Ese año fui invitado a Callegenera, en el Parque Fundidora, que consistía en una instalación de arte y skate.

En ese viaje el buen Enrique Nova el Hijín me presumió unas albercas, así que fuimos por primera vez al balneario Tahití en San Nicolás de los Garza, Nuevo León.

Ese día que nos brincamos la reja para abrir ese cofre del tesoro de albercas, imaginamos qué hermoso sería este lugar con algunas transiciones extra para juntar líneas y deslizarse por todas las albercas de este paraíso.

Uno siempre sueña que muchas cosas se pueden patinar y que sería posible poner esto ahí, esto acá, salir volando desde allá, todo lo imaginamos o mejor dicho, lo alucinamos.

Como sea, con el tiempo este spot se ha ido consolidando, primero con la fiesta THC que se armó el Hijín hace unos años. Luego porque lo que alguna vez alucinamos se volvió realidad.

La situación se fue dando y el apoyo llegó en su momento, así que el Arqui Jus, Hijín y un servidor nos aventamos cuatro días de construcción de un sueño que se está materializando y que la banda de Monterrey tiene que aprovechar para que esto se mantenga.

La escena en Monterrey tiene muchas posibilidades de crecer y ofrecer cosas positivas.

Rapanui es de Campeche pero vino hasta acá especialmente a romper toda la alberca para su intervención; no fue un trabajo fácil pero Rapanui sabe su destino en la tierra.

Gracias a todos los que ayudaron para que esto fuera posible, gracias a todos los skaters que fueron a patinar las calderas, porque nunca había visto esta clase de skate por parte de nuestros patinadores, lo mas gnarly está por comenzar.

@nitoescalante

Anteriormente:

Bajo, machete, patín y hacha

Lee más en nuestra columna Abuso de Confianza.