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trampas en el deporte

El corcho sigue apareciendo en el beisbol

¿Cómo festejas un triunfo después de hacer trampa con tu bate? Un vistazo a las trampas en el beisbol.
Foto por SD Dick en Flickr

Hacer trampa se ha convertido en todo un deporte. La falta de honestidad de algunos jugadores de beisbol es un elemento extra con el que los aficionados debemos batallar. Nadie se siente tranquilo festejando un triunfo a sabiendas que su equipo hizo trampa.

El pasado sábado 28 de mayo, el parque Kukulcán Alamo, casa de los Leones de Yucatán, fue testigo del bate relleno de corcho de Jonathan Herrera: infielder de los Rojos del Águila de Veracruz. El venezolano participó 16 juegos durante la temporada en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), con un promedio de .269, ningún cuadrangular y ocho carreras impulsadas. Por supuesto fue suspendido el resto de la temporada.

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Ahora trataré de utilizar la moral como arma: ¿Qué habrán pensado los niños que admiran al ligamayorista? ¿Creerán que es correcto hacer trampa? ¿Dejarán de admirar a Herrera? Hay muchas preguntas y una sola respuesta: bate relleno de corcho.

El gol de Maradona con la mano en el mundial de 1968 probablemente sea el acto tramposo más recordado en la historia del deporte. Hoy sus admiradores lo celebran e intentan imitarlo y es que la trampa se volvió atractiva. Todo debido a esa extraña moda de los "chicos malos" que no pasó desapercibida por el mundo deportivo.

Aunque no me gusta defender a los tramposos, hay que resaltar la gallardía que se requiere para engañar a miles de personas, en espera de que el artilugio funcione a la perfección. En el futbol se apela a la actuación, mientras que en el beisbol se alteran las armas para lograr el cometido y se espera que el revolver no se atasque.

El revolver de Jonathan Herrera se partió en plena batalla. Algo parecido a orinar los pantalones en público (aunque debo confesar que afortunadamente nunca me ha pasado). Lo comparo con eso porque tampoco se puede ocultar. En el beisbol cuando un bate se rompe es analizado al finalizar el encuentro: se firma, se registra la entrada en la que sucedió y el jugador que lo utilizó. Se deben tener todos los datos del pistolero que se atrevió a alterar su armamento para después ser juzgado.

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Foto por Benny Sieu-USA TODAY Sports

Ahora pensemos en la doble tarea que requiere pararse frente a una novena, esperar una bola que viaja a más de 90 millas por hora, saber que tu bate tiene corcho en el interior y que además de tratar de conectar la bola, tienes que evitar que el tolete se rompa. Parece más un reto extra que una situación de la que se pueda obtener un beneficio o sacar ventaja.

El beisbol es un deporte que demanda tanto tiempo que hasta las irregularidades se han tardado en llegar a buen puerto. Luego de 51 años de la muerte de Ray Chapman se autorizaron los cascos para bateadores. Hace 30 años, en 1986, Benjamín "Cananea" Reyes (1937-1991) denunciaba el uso de bates de corcho en la LMB, acusando (de forma indirecta) al estadunidense Jack Pierce de traer esa mala costumbre del beisbol anglosajón.

Jack Pierce Lavern (1948-2012) en 1986 con 54 tablazos de vuelta entera rompió el récord de más jonrones conectados en una temporada en la LMB, cuando jugaba para los Bravos de León. Cuando el "Cananea" declaró del uso indebido de los bates, el estadounidense ya había superado al mexicano Héctor Espino (1939-1997) que se había volado 46 veces la barda, marca obtenida en 1964.

Benjamín Reyes habría presentado una denuncia en la que argumentaba que los bates tenían que ser recogidos por los ampayers y revisados a fondo por la liga. No sucedió.

Aunque Reyes intentó lavar sus declaraciones argumentando que el bate de corcho no influía mucho, porque aun así el bateador tenía que conectar la bola con la parte del madero que tiene corcho.

Foto por Keith Allison vía Flickr

Si bien es verdad que lo ligero del corcho ayuda a tener un mejor swing, es poco probable que la pelota pueda alcanzar mayor velocidad. Al contrario, un bate más pesado ayuda a conseguir una mayor distancia y velocidad.

De lo que estoy seguro es que Cananea tenía razón y puede ser que Jack Pierce, posea el récord con ayuda de un bate de corcho, esto no quiere decir que lo haya utilizado en todos sus turnos, pero como dicen por ahí: cuando el río suena es porque agua lleva.

Lo que sí es una realidad es que Jonathan Herrera, se perderá el resto de la temporada (2016) por utilizar equipo alterado, que no lo ayudó en nada en su porcentaje de bateo. Mientras las autoridades tendrán que poner mayor atención y hacer que el beisbol dejé de flotar entre trampas y malas prácticas: como la de rellenar los bates con corcho.