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Comida

Miles de venezolanos cruzan a Colombia para comprar arroz

Más de 35,000 venezolanos cruzaron ayer la frontera con Colombia en busca de comida. Esta semana comerán arroz, pero quién sabe cuándo lo volverán a saborear.
Venezuela sin comida

El presidente Nicolás Maduro decidió abrir la frontera entre Venezuela y Colombia por un día. Ayer fue un domingo especial para miles de venezolanos que viven cerca de la frontera con Colombia, pues pudieron comprar arroz, aceite, azúcar, papel de baño y toallas higiénicas. Un gran domingo.

El 19 de agosto de 2015 se cerró la frontera de 2,200 kilómetros entre los dos países de Sudamérica debido a "cuestiones de seguridad", según el gobierno de Nicolás Maduro, que argumentó la presencia de paramilitares colombianos y la fuga de productos básicos venezolanos hacía Colombia. El transito de personas quedó restringido hasta el día de ayer.

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La apertura momentánea duró 12 horas y permitió a casi 35,000 personas, procedentes de Táchira (Venezuela), abarrotar las tiendas de autoservicio de Cúcuta (capital de la provincia Norte de Santander) para poder comprar arroz, azúcar, aceite, harina, café, leche o productos de primera necesidad, como papel de baño y toallas higiénicas para las mujeres.

No es un secreto que desde hace meses hay una fuerte escasez de alimentos en Venezuela. Las personas desesperadas han recurrido a todo: se han registrado saqueos y protestas en las calles y por medio de las redes sociales, para exigirle soluciones al gobierno, que hace poco se comprometió a abastecer de comida a sus ciudadanos. Y por otro lado, el problema también ha afectado a la industria, varias empresas nacionales e internacionales han decidido cerrar sus plantas debido a las dificultades para obtener insumos.

El rumor de la apertura fronteriza comenzó el sábado a través de las redes sociales. El domingo ya miles de personas esperaban del lado venezolano para cruzar a pie el puente Simón Bolivar y el Puente Francisco de Paula Santander, dos de los cuatro puntos terrestres que unen ambos países, y poder obtener todo aquello que no han podido comprar en casi un año.

La ola de personas cargando bolsas y con calculadora en mano analizando cuánto dinero podían dejar en Colombia, también benefició a los comerciantes de Cúcuta. Según la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco Cúcuta), hubo locales que duplicaron sus ventas regulares. La policía fronteriza colombiana se preparó con 1,000 agentes y puso a disposición de sus vecinos venezolanos autobuses para facilitar su movilidad de la ciudad al puente que los llevó de vuelta a una Venezuela austera.

En un reportaje publicado hoy por El País, los venezolanos se iban entre vítores: "¡Gracias Colombia!, ¡Viva Colombia!". Por su parte, la BBC reportó la emoción de la gente al ver por fin anaqueles llenos de comida, desde galletas, hasta mayonesa o pasta de dientes, y que los comerciantes colombianos gritaban: "¡Sigan los venecos, aquí hay comida para todos!".

El cierre de la frontera estaba anunciado a las 8 PM, pero se recorrió un poco en espera de los venezolanos rezagados cargados de bultos. Al entrar, la guardia bolivariana revisaba que no se introdujeran al país ningún tipo de bien que no fueran víveres.

Aunque desde agosto pasado –y continuará– está abierto un corredor humanitario para enfermos y estudiantes, la puerta colombiana se cerró de nuevo de manera indefinida para los ciudadanos comunes. Esta semana muchos comerán de nuevo arroz, pero quién sabe cuándo lo puedan volver a saborear.