Cocinamos para hacer un México mejor

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Cocinamos para hacer un México mejor

Así fue nuestra primera edición de Mesa Compartida, evento en el que presentamos proyectos de gastronomía social y cocinamos con el único fin de ayudar a quien necesita un taco —o dos, o tres—.

Cada día se desperdician 31 mil toneladas de comida perfectamente comestible en México. ¿Qué vamos a hacer al respecto? Porque algo hay que hacer, ¿no? No podemos vivir la vida glotona, como lo hacemos en MUNCHIES, probando todo lo que se nos cruza en el camino, visitando restaurantes elegantes o puestos de la calle, y no pensar en toda la comida que se está yendo a la basura en vez de alimentar a las personas que sufren el hambre real, el hambre del que habla Martín Caparrós en su libro El hambre (Anagrama, 2014): "Hay cientos de millones de personas que no comen lo que necesitan: cada cinco segundos una persona muere de hambre, desnutrición y sus enfermedades. Diecisiete cada minuto, cada día 25 mil, más de nueve millones por año".

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En MUNCHIES somos muy habladores y glotones. Nos encanta comer, tomarle fotos a nuestra comida y escribir sobre lo que probamos; pero también creemos que la comida tiene una función más allá de proveernos placer y felicidad: tiene un inmenso poder de transformación social, pues puede impactar positivamente en el mundo, en el medio ambiente, en la gente, en la economía y en la cultura.

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Todas las fotos son de Carlos Castillo.

Creemos en la Gastronomía Social y queremos ser parte de este movimiento de gente trabajando para crear conciencia sobre las formas en las que podemos hacer el bien haciendo cosas tan simples como cocinar y compartir los alimentos. Por eso creamos Mesa Compartida, una serie de eventos en los que presentamos proyectos de gastronomía que son socialmente responsables y cocinamos con el único fin de ayudar a alguien que necesita un taco —o dos, o más—.

LEE MÁS: Cómo ser un cocinero socialmente responsable según Joan Roca

Nuestra primera edición fue el pasado 6 de octubre el Naua, un espacio de coworking en la Ciudad de México. Nos pusimos el mandil, nos dividimos en 5 equipos y comenzamos a picar verduras, hacer una vinagreta de mostaza y preparar una sencilla pero exquisita ensalada de atún con vegetales. Pero como todo lo que comemos, esta ensaladilla tiene una bella historia detrás:

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Primero: el equipo de cocineros fue un dream team, empezando por Daniela Romero Huerta, una de Las Patronas (colectivo de cocineras veracruzanas que durante más de 20 años han alimentado voluntariamente a los migrantes centroamericanos que transitan México a bordo del tren conocido como "La Bestia"), siguiendo con Arturo González Villaseñor, cineasta mexicano y director del documental Llévate mis amores (que retrata la labor de Las Patronas), Florence Roy-Allard y su equipo de La Tablée des Chefs (organización dedicada a rescatar comida descartada para repartirla a quien necesita comer), Miguel Hernández, uno de los egresados de la primera generación en México de Gastromotiva (organización que ofrece educación culinaria gratuita a jóvenes socialmente vulnerables), y muchos voluntarios que se unieron a la causa.

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Daniela Romero y Arturo González Villaseñor.

LEE MÁS: "Las Patronas" alimentan a los migrantes centroamericanos que viajan sobre "La Bestia"

Segundo: parte de los alimentos que preparamos fueron donados por el banco de alimentos Alimento para Todos IAP, en donde encontramos pimientos en perfecto estado pero que fueron descartados (del supermercado, principalmente) porque no cumplen los estándares de estética, es decir: porque están "feítos, chiquitos, deformes" según nuestras ideas de lo que debe de ser un pimiento. También nos donaron cebollas, aceite de oliva, mostaza y sal. El resto de los insumos fueron donados: bolsitas de chips de plátanos donados por BanaChips, frutas donadas por los asistentes, y unas galletas caseras recién horneadas que aportó la señora Rocío López, colaboradora de La Tablée des Chefs. Con todo esto, incluyendo la ensalada de atún que hicimos entre todos mientras escuchamos música y echamos el chal, hicimos bolsas de lonches que se dieron a donación.

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Tercero: el destinatario de estos lonches fue el comedor comunitario Nocaltzin A.C., una institución no lucrativa de servicio social que ayuda al desarrollo integral de familias de escasos recursos a través de un servicio de comedor y distintos departamentos como psicológico, educativo, dental, apoyo a la tercera edad y una tienda de ropa usada en buen estado. Ellos siempre están en búsqueda de donaciones, de recursos, de tiempo, de alimentos. Si quieres saber más de ellos, ésta es su página.

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Gracias a nuestros invitados logramos que esta primera edición de Mesa Compartida fuera un éxito. Aquí un poco más de ellos:

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La Tablée des Chefs

Esta organización nació en 2002 en Canadá y su objetivo principal es rescatar la comida que se descarta, principalmente de hoteles y restaurantes, para repartirla a gente que la necesita. Después de obtener varios premios, se aventuraron al tercer mundo. Llegaron a México en 2013 y desde entonces crean un vínculo entre chefs, pasteleros, cocineros y foodies en general, con grupos vulnerables de la sociedad.

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Florence Roy-Allard, directora en México de La Tablée des Chefs.

La Tablée también trabaja en educar a las nuevas generaciones para que no dependan de los bancos de alimentos y puedan alimentarse bien con presupuestos limitados. Hasta ahora han educado a 150 jóvenes que hacen milagros con muy poco.

LEE MÁS: La Tablée des Chefs combate el desperdicio de alimentos en México

En los pocos años que lleva en México, La Tablée ha sabido rodearse de instituciones amigas. Ocho escuelas de gastronomía, como el CESSA y la UVM, se unieron a Tablée des Chefs para producir durante dos semanas 31 mil 750 porciones de una receta de ensalada de pollo, pasta y verduras, supervisada por nutriólogos. También trabaja con Alimento para Todos y con seis hoteles de Starwood en la Ciudad de México.

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La recolección de alimento descartado es muy sencilla: La Tablée llega con recipientes de plástico y bolsas para el pan, enseñan al personal cómo guardar los alimentos que les sobran de banquetes o buffets para rescatarlos, y todo se congela. Después, el banco de alimentos pasa por todo y lo distribuye. Como toda institución que ayuda, La Tablée necesita de voluntarios y de donaciones. Si te interesa, ésta es su página.

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Gastromotiva

Desde 2006 esta institución opera en São Paulo y este año llegó a México. Busca transformar las vidas de las personas en situación de vulnerabilidad social a través de cursos de formación gratuita en gastronomía. Los jóvenes que toman las clases aprenden un oficio que les permite ser independientes y desarrollarse personal, comunitaria y profesionalmente. Muchos trabajan en los restaurantes de la red de Gastromotiva, otros emprenden sus negocios propios.

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Mónica Ducoing, parte de Gastromotiva México.

El curso de capacitación es el plato principal de Gastromotiva: transforma la vida de innumerables jóvenes cuyos ingresos por familia de 4 personas son menores a $10,000 pesos mexicanos, y que son apasionados de la cocina.

El curso está financiado por empresas, fundaciones, institutos y personas que creen en la causa y también por una red del mercado gastronómico que apoya a Gastromotiva y da la bienvenida a los alumnos graduados, ayudándonos a colocarlos en el mercado laboral.

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Miguel Hernández, egresado de la primera generación de Gastromotiva en México.

Miguel Hernández es uno de los beneficiarios del programa. Ahora trabaja en la cocina de Moshi Moshi Toreo y su visión del mundo creció gracias a la cocina. Otras personas e instituciones que colaboran con Gastromotiva son Lalo!, Eno, Lardo, Máximo Bistrot, Pujol, Rosetta, Quintonil, Paprika, entre otras. Si te interesa colaborar con Gastromotiva, ésta es su página.

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Llévate mis amores

Norma Romero es una de las Patronas originales. Vivía a un lado de las vías del tren, en Amatlán, Veracruz, y tenía que cruzarlas para llegar a la tienda. Un día iba de regreso a su casa cuando pasó "La Bestia", desde donde le gritaron: "¡Madre, tenemos hambre!". En un acto casi reflejo, Norma lanzó la bolsa de víveres que había comprado en la tienda. Regresó a su casa, en donde con su familia se organizó para preparar más lonches para los migrantes. Era 1995.

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Desde entonces Las Patronas han sido referencia mundial de defensa de los migrantes y de los derechos humanos. Arturo González Villaseñor dirigió la película Llévate mis amores, que trata sobre Las Patronas y de la que te dejamos el tráiler aquí:

Daniela cuenta que "La Bestia" no tiene horario, así que cuando los albergues vecinos avisan que el tren va para Amatlán, ellas ya deben de estar listas. Dice que siente gran satisfacción cuando mira cómo los migrantes toman su comida y casi de inmediato se la llevan a la boca. Por eso, Las Patronas se preocupan mucho por el sabor de la comida. "No se trata sólo de alimentar —dice Daniela— sino de que coman rico, que disfruten de verdad, porque quién sabe cuándo vuelven a probar bocado; por eso le ponemos jitomate al arroz", o empacan una bolsita con sal para que sazonen los huevos hervidos.

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Las Patronas no reciben salarios y se mantienen de donaciones y voluntariados. Si quieres ayudar, escríbeles a lapatrona.laesperanza@gmail.com.

Arturo conoce a Las Patronas desde hace más de seis años y su documental es un esfuerzo por retratarlas. El filme, que ya cuenta con varios premios, ya está proyectándose en La Cineteca y pronto llegará a cines comerciales.

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Juntos, MUNCHIES, Gastromotiva, Las Patronas, Llévate mis amores y La Tablée des Chefs, preparamos una ensalada de atún y vegetales con ingredientes descartados: pimientos chaparros, frascos de mostaza un poco abollados y muchas manos llenas de energía.

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Entre todos picamos, batimos, aderezamos y empacamos. Superamos las expectativas de las porciones (se calculaban cien, hicimos ciento veinte) y entendimos por experiencia propia que si cocinar para otros se siente bien, hacerlo para quien tiene hambre es una labor que calienta el corazón y que es muy fácil repetir. Quizás por eso existen personas e instituciones que nos ayudaron a cocinar y que merecen toda nuestra admiración.

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