Cinco libros de música electrónica que deberías pedirle a Papá Noel

Ya te habrás dado cuenta que casi es Navidad. Ya te habrás comido al menos un kilo de romeritos y embutido unas tres piezas de pastel de fruta. Te has sentado por dos tontas noches con tus viejos compañeros, tratando de sonreír a través de la miseria de tomarte dos ponches mientras vistes un "divertido" suéter con un hombre de nieve en él mientras estás en el centro de la ciudad en la cadena de restaurantes italianos de algún cocinero de la TV. Ya reservaste un Cabify a casa y ya estás temiendo el prospecto de cena navideña de esta noche buena. Amas la Navidad. Yo amo la Navidad. ¡Todos aman la Navidad! ¡Casi es Navidad! Será Navidad la próxima semana y después sólo faltarán 51 semanas para que sea Navidad de nuevo. ¡NAVIDAD!

Porque es Navidad, casi, le debes pedir a la gente a la que casi nunca le hablas que te de regalos. Ya compraste calcetines este año. Ya compraste pantalones. Incluso una cartera y una loción para después de afeitarte. No estás seguro de que pedirle a la tia Emma, ¿o si? Pídele un libro. Pídele uno de estos libros, una selección de nuevos y viejos, desenvuelvelo y ve a tu recamara de toda la vida y pasa la Navidad solo, leyendo un libro.

El icono de Manchester, Haslam, llegó a los titulares recientemente cuando se reveló que el antiguo residente de The Haçienda le había vendido toda su colección de discos a Seth Troxler. Algo muy bueno de su parte. Eso no fue todo lo que Haslam hizo este año. En agosto vimos el lanzamiento de su increíblemente iluminador pedazo de historia sobre la vida nocturna británica, el cual lleva a los lectores del atascon de opio de la década de 1820 a la atadura de éxtasis de los 1990s, a través de los alucinógenos 1960s. No todo trata sobre drogas, la tesis central de Haslam--sobre que el mejor club del mundo es aquel que logra cambiar tu vida--es explicada a todo detalle. Te quebrarás a través de sus 480 páginas en unas cuantas sentadas, aprendiendo algo nuevo en cada párrafo. El innato entendimiento de Haslam sobre la importancia de las voces individuales en las historias que trata y cuenta es lo que lo convierte en una exploración fantástica del por qué aún amamos pasar nuestros fines de semana en cuartos obscuros con extraños. Altamente recomendado.

Ya se, ya se, para muchos de nosotros la Navidad es la época en que nos soltamos mentalmente de todo el año y lamemos licor de chocolate con nuestras lenguas mientras medio miramos Chicken Run pero tras el cuarto día de estar metiendote Pringles en la boca, debes volver al juego y no hay mejor forma de hacerlo que con una mirada intelectual al contexto sociocultural y político que nutrió el boom del disco de los 70s. Recomiendo que lo leas muy muy lentamente. Quizá alterna algunas páginas con la edición anual de Top Gear o algo así.

El disco es posiblemente el mejor género musical de la historia, así que, ¿por qué no te haces de una doble ración de libros amigablemente académicos sobre la historia donde se desarrolló esta escena? Shapiro hace un acercamiento ligeramente menos pesado que Lawrence, pero te irás sabiendo más de lo que pensabas que necesitabas saber.

Symon Reynolds es uno de esos escritores de música que logra juguetear con la historia como si alguien te invitará a comer una hamburguesa en una montaña rusa. Lo cual obviamente quieres hacer. En Energy Flash comprime 40 años de música electrónica y cultura club, convirtiéndose en una lectura muy educativa. Reynolds tiene una gran habilidad colocar discos en un considerado contexto cultural. Y no, no se pone loco con su amado y duro continuum. Bueno, no mucho.

de Brewster y Broughton puede ser el libro definitivo sobre el levantamiento del disc jockey, pero es esta otra pieza la que leeremos una y otra vez. Toma una idea simple, pídele a algunos de los más importantes e influyentes DJs de toda la historia, como Jeff Mills o Alfredo, que cuenten la historia. Una lectura básica para cualquiera con un remoto interes en el arte de ser DJ.

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