La clave para salvar a los Celtics de la debacle

Los Celtics de Boston se han metido en problemas graves en los primeros dos juegos de su serie de primera ronda de Playoffs frente a los Bulls de Chicago, y ya están abajo 2 a 0 en la eliminatoria.

Los han vapuleado en el tablero defensivo. Chicago ha recuperado un monstruoso 37.8 por ciento de los rebotes en sus propios tiros errados, y lidera en ese renglón a todos los equipos de la postemporada, y de hecho, es 10 por ciento mejor que el Thunder de Oklahoma City que lideró la temporada regular. Rajon Rondo parece como si tuviera 25 años y ningún Bull ha fallado un tiro desde la media distancia.

Tal parece que no hay ningún ajuste facil que Boston pueda hacer para arreglar estos problemas sin crear un obstáculo en otro rubro. Arrebatarle el balón de la manos a Rondo parece exactamente lo que él quiere que hagas, y si los jugadores de rol específico de Chicago encestan los ineficientes tiros largos de dos puntos que la defensa de Boston quiere que intenten, pues bueno, por eso le llaman a esta liga una de todo o nada.

Pero al menos hay una herida que los propios Celtics se hicieron y que ellos mismos pueden corregir. Necesitan hacerlo si es que quieren evitar una tercera derrota consecutiva el viernes que sería históricamente humillante: no entregar el balón. El porcentaje de entregas de balón de Boston en esta serie es de 14.8 por ciento, 0.1 más bajo que el equipo que quedó en el lugar número 30 en la temporada regular en esta cifra: los 76ers de Filadelfia.

Algunos de estos errores se le deben acreditar a la defensa de los Bulls que ha ejecutado su esquema con precisión infalible. Consistentemente le ponen doble equipo a Isaiah Thomas y lo han obligado a desprenderse del balón más rápido de lo que suele hacerlo. Algunas entregas, sin embargo, han sido simplemente pases descuidados en que se han regalado oportunidades al rival.

"(Los Bulls) no son un equipo del tipo que hagan bien las transiciones, antes de esta serie", dijo Jae Crowder. "Pero los hemos convertido en un buen equipo de transiciones con nuestras entregas de balón y nuestros errores no forzados, así que tenemos que eliminar eso de nuestro juego, convertirlo en un juego de media duela, y defender bien a esos tipos".

Solo cinco equipos hicieron un mejor trabajo que Boston protegiendo el balón antes del receso del Juego de Estrellas. Y después de él, solo 10 equipos tuvieron más problemas. Es un tema que ha emergido lentamente a la superficie en el último par de semanas, con conductores de balón que usualmente son buenos guardianes de él, incrementando sus cifras de entregas.

Thomas tuvo un increóble 8.7 por ciento de entregas durante la temporada regular. Y ha subido a 17.5 por ciento en los primeros dos juegos de la serie. Avery Bradley subió de 8.6 en la temporada regular a 15.4 en la serie.

Esto provocó que Brad Stevens cargara al equipo con buenos manejadores de balón en el Juego 2. Cerró el primer cuarto con Terry Rozier junto a Marcus Smart y Bradley, y luego inició el segundo cuarto con Rozier, Smart, y Thomas. Esos grupos superaron a Chicago por 9 puntos en 6 minutos.

El tablero seguirá siendo un problema hasta que Robin López deje de hacer que Godzilla parezca un hobbit, pero mientras tanto, Boston puede ayudarse a sí mismo reduciendo la cantidad de errores que no solían hacer a comienzos de la temporada.

"Creo que, por la razón que sea, nos hemos vuelto un poco ansiosos en ciertos momentos. Como grupo, no hemos cuidado bien el balón como debieramos", dijo Al Horford. "De eso se trata, estamos aprendiendo como equipo. Nuestro equipo ha sido muy cinsistente todo el año, así que me siento bien por nuestro equipo. Y tenemos algunas cosas que necesitamos descifrar. Y lo haremos".