FYI.

This story is over 5 years old.

Relaciones

Cómo saber que tu relación se está yendo a la mierda

Cuando llega ese punto, en el que mientras cenas con tu pareja, rezas en silencio para que la muerte llegue pronto.

Con suerte, en tu adolescencia te rompieron el corazón. Es mejor que te rompan el corazón en cachitos durante un periodo de tu vida en el que se vale llorar mientras escribes en tu diario, por dos razones: a) te prepara para los rompimientos cuando eres adulto, y b) es menos probable que te conviertas en un alcohólico compulsivo y pases todo un fin de semana deprimido porque rompieron contigo después de diez años de relación.

Publicidad

Sin embargo, hay una diferencia entre el tipo de desamor repentino y el que te quema lentamente que experimentas a los veinte y por el resto de tu vida. Este no es el tipo que experimentas en la secundaria porque no tienes la inteligencia emocional que se necesita. Es un tipo especifico de desamor adulto, el que pasa cuando la llama de tu romance repentino se convierte en cenizas, cuando te vuelves simplemente otro mueble dentro de la vida del otro. Incluso si ahora, al leer esto, tal vez piensas: No, no me ha pasado, no aplica para mí,  en dado caso eres de esas excepciones que terminan casados por el resto de sus vidas con la primera persona que besan en la secundaria, o no te han roto el corazón pero ese momento te está esperando.

El camino de la ruptura es largo y solitario, lleno de una mezcla de acontecimientos individualmente desagradables y casi emocionantes. Hoy te llevaremos a conocer algunos de ellos. Si reconoces cualquiera de las señales, entonces vas a querer estar preparado para enfrentarte a la inminente muerte de tu relación. Pero seguro ya lo ves venir.

Foto de Max Pixel


Relacionado: Las relaciones poliamorosas pueden ser mejores que tu relación monógama


Ya no te importan los sentimientos o lo que piense tu pareja

Hagamos un ejercicio divertido:  1. Imagina que tu pareja está sentada cerca de la ventana, es un día hermoso de verano, una luz blanca deslumbrante entra por la ventana, partículas de polvo flotan alrededor a través del aire en blanco y negro. Le mandas un mensaje, diciéndole que es un estúpido por algo que te enojó, y se pone a llorar. No puede parar de llorar. Tú acabas de provocar ese llanto en tu pareja. Su cara está roja de tanto llorar. Tú provocaste esto. ¿Qué sientes?
  • algo
  • nada
2. Escuchas el motor de un camión. Conoces ese sonido, el de un vehículo ruidoso entre los sonidos silenciosos del tráfico. Apenas y puedes escuchar a unos niños jugando a distancia con una pelota. Tu amorcito está muerto y tirado en la calle, es un bulto de extremidades. Él o ella intentaba tomar el camión y en lugar de eso el camión lo atropelló y se murió. Sus ojos aún están abiertos pero se ven vidriosos. Te le acercas mucho, ves esa cara a la cual, algún día le susurraste un "te amo". ¿Qué sientes?
  • algo
  • nada
3. Los resortes del colchón rechinan de una manera inconfundible. El trabajo está tranquilo, así que te vas temprano; te vas caminando a tu casa porque es un día muy agradable, vas escuchando música, una hora perfecta de felicidad en la que no revisas ni lees tus mensajes, simplemente caminas por la banqueta, de vez en cuando pasas la mano por los arbustos y los jardines, recogiendo pequeños tallos de hojas de arbustos, y listo llegas a tu casa, un poco sudado por el paseo y a lo mejor necesitas un baño, pero subes las escaleras y de repente oyes ese rechinar del colchón. Entonces entras rápidamente a tu cuarto y tu pareja, tu novio o novia, no importa, está teniendo sexo apasionado con alguien más. Y no de ese sexo que últimamente tienen ustedes, en el que ni siquiera hablan y quieren que se acabe rápido. No, están teniendo de ese sexo rudo, alguno de los dos está atado. Hay lubricantes de sabor por todas partes. Como diciendo no nada más es sexo: este es el tipo de sexo pervertido que no has tenido desde hace muchos años. ¿Qué sientes?
  • algo
  • nada
Resultados: Si la mayoría de tus respuestas fueron A: ¡Vas bien! Si la mayoría de tus respuestas fueron B: Todo mal. Foto de Chris Bethel 

Literalmente, tienes nada de que platicar

Estás comiendo en un restaurante con tu pareja y alzas los ojos y ves a la persona que se supone que amas… y no te sale ni una palabra. Entonces mientras agarras la sal le preguntas algo así como: "¿Qué te dijo…?" tratas de dejar la sal en su lugar otra vez, "¿Qué te dijo tu mamá el otro día?" y él o ella responde "mmm" y tú dices, "Si, ¿qué te dijo el otro día que hablaban por teléfono? ¿No te habló?" Y te contestan: "¡Ah, si!" y luego silencio, se escucha como exhala aire, y dice: "Ah, nada, me dijo algo de mi perro". Y luego se quedan en silencio como por cinco minutos hasta que llega la comida. Los salvó la comida, y luego cuando te llevan la cuenta te das cuenta de que ni siquiera te pasó por la cabeza subir una foto de tu comida a Instagram. Cuando salir a comer se vuelve algo triste, sabes que se acabó. Mejor evita las salidas tristes a comer.

Pensar en el futuro es algo que tratas de evitar 

Ya reservaste unas vacaciones con tu pareja, idiota, pero como tu relación está a punto de terminar, empiezas a pensar en alguno de tus amigos solteros que podría ocupar su lugar, por si acaso; el depósito que tanto trabajo te costó se va a desperdiciar si cancelas la reservación.  Si no reservaste nada, ninguno de los dos lo sacara al tema porque sino, para bien o para mal, tendrán ese compromiso de pasar dos semanas completamente juntos cubiertos en protector solar, lo que podría resultar en una ilusión de que las cosas se pueden arreglar, es difícil seguir enojado cuando estás en Roma tomando cerveza y viendo el atardecer mientras esperas ese plato de espagueti, pero de repente, de un momento a otro te acuerdas de que la noche anterior alguien no encontraba sus lentes de sol y eso los llevó a gritarse dos horas seguidas y alguno se salió azotando la puerta para ir a dar un paseo lleno de furia, luego regresó a la recepción para pedir un remplazo de la llave para poder entrar al cuarto, todo esto, para después regresar juntos en avión y en silencio. Básicamente, no hagas planes de viajar juntos cuando sabes que lo único que queda de tu relación es el plato que rompiste ayer. 
Relacionado:  Cómo hacer funcionar una relación poliamorosa

Cuando te pasa algo bueno, tu pareja no es el primero en saberlo 

Un servicio subestimado que te ofrece una relación es tener a alguien que está obligado a contestar tus llamadas para escucharte todo emocionado cuando te dan un aumento, o para darle la noticia de que tu hermana se va a casar, o que acabas de ver un lindo perro en la calle, porque seamos realistas: a nadie en tu vida le caes tan bien como para darte ese nivel de apoyo emocional. Poco a poco, cuando te pasa algo importante le empiezas a mandar mensajes a cualquier otra persona, a tu mejor amigo, a tu madre, o incluso a esa persona que te gusta y que se mandan mensajes de manera platónica. Lo mismo pasa cuando te pasa algo horrible. Aquí la situación es que te estás preparando, de manera subconsciente, para la vida después de la inevitable ruptura.

Otra vez, abrazar o tocar a tu pareja te da escalofríos en todo el cuerpo

Te acuerdas cuando alguna vez llegaste a tu casa y viste a tu pareja en la cocina, llorando, porque se le murió algún pariente lejano, o algo así, y sentías esa pequeña sensación de ternura que solías sentir y lo abrazabas, y se sentía muy natural. Ahora, al abrazarlo, sólo puedes pensar: se siente literalmente, como abrazar a un pedazo de carne llorando. Foto de Chris Bethel 

Tienes fantasías de cómo sería tu vida solo o literalmente con cualquier otra persona

Disfrutas pensando en un domingo de hueva solo, en el que puedes ir a trotar por un rato como te lo has venido prometiendo, tomarte un café mientras contemplas el paisaje de tu jardín, ir a buscar un bar para comerte una hamburguesa, quedarte de ver con esos amigos a los que hace mucho que no ves porque a tu pareja no le caen bien. ¿Apoco no estaría muy bien vivir solo? Podrías adoptar un perro o te podrías ir a vivir a otro lado por un tiempo. Podrías cocinar más comida que a ti se te antoja. Podrías ser tan libre. Podrías comprar flores y llenar algún espacio de la casa con flores. ¿Apoco no sería hermoso? Apoco no sería hermoso que tu pareja…no, ni siquiera lo pienses. Pero ¿Apoco no sería hermoso que tu pareja se…muriera?

No te importa mucho hacer las paces después de las peleas 

Antes intentabas hacer las paces después de las peleas, le rogabas, le llorabas, o le comprabas flores pero ahora sólo pides las disculpas obligatorias: "Ok, perdón", y luego te vas a ver tu serie favorita.
Relacionado:  Cómo tener una relación no monógama

Pones el cuerno 

En vista de que tu relación se está yendo a la mierda, poner el cuerno es la mejor manera de medir que todo anda mal. Por ejemplo, si sales y te pones pedo y te acuestas con alguien más, te cuesta más trabajo desprenderte de eso. Pero también existe poner el cuerno de una manera tan sutil que a veces ni te das cuenta de que lo estás haciendo: le mandas mensajes a esa compañera del trabajo a altas horas de la noche, o hablas por Facebook con alguien que te gusta, o sigues a tu ex en Instagram otra vez. Técnicamente, no has hecho nada malo, pero ¿le pondrías el cuerno? ¿Si quisieras? Tienes los medios y tienes a alguien que podría ser tu backup. Ya prendiste el boiler, sólo te falta meterte a bañar y arruinar tu vida.

Terminas haciendo actividades semi románticas con tus amigos en lugar de con tu pareja

En una de sus caminatas, pasan al lado de un restaurante que acaba de abrir. "Se ve bonito" dice alguno de los dos, y el otro sólo dice "mmm". Qué días aquellos cuando su amor apenas nacía, cuando no podían dejar de coger, cuando necesitaban tanto el uno del otro, siempre, en todo momento; cuando no podías pasar un día sin ella o él, sin esa carita tan tierna, en ese momento hubieras dicho: "deberíamos probarlo". Y tal vez aún lo haces, lo platican, pero saben que no irán, pero la idea está ahí. Pasan seis semanas y no han ido y terminas yendo con tus amigos. Piénsalo así: ir a cenar con tu pareja ahora, en esta etapa de la relación, es otra experiencia que se quedará en el rincón de los recuerdos, así que sólo es un desperdicio de dinero. Foto de Chris Bethel 

Básicamente te sigues quedando con tu pareja porque viven juntos y aún les quedan ocho meses de contrato

Me siento identificado con esto, porque todos vivimos con el control constante de los contratos y los caseros, y a todos nos da miedo mandarle un mail al tipo para preguntarle qué pasa si se termina el contrato antes de tiempo, si fuera necesario. Pero esa no es razón suficiente para permanecer juntos. Mudarse juntos es un gran paso para la mayoría de las parejas, porque es como estar en medio del "sólo estamos saliendo" y el "fueron felices para siempre". Pero si sale mal, la emoción de ir a comprar por primera vez muebles y plantas juntos se ha desvanecido, y ahora ya no tienen lugar favorito en el sillón, y cada quién hace su rutina de la mañana sin ni siquiera conectar de alguna manera, y tu pareja sigue llegando muy tarde del trabajo y parece que siempre se está mensajeando con alguien y evita que lo veas; y tú te quedas a dormir más seguido con tu hermana y estás contando los días para empezar a buscar otro departamento. ¡Sólo 203 días menos de este infierno! Pero realmente, si somos honestos, si lo único que te retiene ahí es el miedo de regresar las llaves y que no te regresen el deposito, es mejor que ya se termine de una vez.
Relacionado:  La mariguana me ayudó a superar mi primera relación seria

Ya para el final te queda decidir entre el espantoso silencio y el famoso "necesitamos hablar" 

Si te puedes imaginar a tu pareja suplicándote que no lo dejes y mandándolo lejos sin problema alguno, entonces estás a pocos minutos de una llamada o un mensaje que diga el doloroso final. En este momento, vas a preferir tener una conversación con un borracho, sin hogar en el metro antes que responder el mensaje de tu pareja. Y de todas formas te vale madres. Esto sucede porque sientes que él o ella te está atrapando en conversaciones de las que no quieres ser parte. Cuando si se sientan a platicar, terminan por arreglar las cosas, regresas a lo mismo, vuelven a hablar y así sucesivamente hasta que se cansan. Hasta que te involucres en otra relación durante otros dos años y vuelva a pasar todo de nuevo.