Con suerte, en tu adolescencia te rompieron el corazón. Es mejor que te rompan el corazón en cachitos durante un periodo de tu vida en el que se vale llorar mientras escribes en tu diario, por dos razones: a) te prepara para los rompimientos cuando eres adulto, y b) es menos probable que te conviertas en un alcohólico compulsivo y pases todo un fin de semana deprimido porque rompieron contigo después de diez años de relación.Sin embargo, hay una diferencia entre el tipo de desamor repentino y el que te quema lentamente que experimentas a los veinte y por el resto de tu vida. Este no es el tipo que experimentas en la secundaria porque no tienes la inteligencia emocional que se necesita. Es un tipo especifico de desamor adulto, el que pasa cuando la llama de tu romance repentino se convierte en cenizas, cuando te vuelves simplemente otro mueble dentro de la vida del otro. Incluso si ahora, al leer esto, tal vez piensas: No, no me ha pasado, no aplica para mí, en dado caso eres de esas excepciones que terminan casados por el resto de sus vidas con la primera persona que besan en la secundaria, o no te han roto el corazón pero ese momento te está esperando.El camino de la ruptura es largo y solitario, lleno de una mezcla de acontecimientos individualmente desagradables y casi emocionantes. Hoy te llevaremos a conocer algunos de ellos. Si reconoces cualquiera de las señales, entonces vas a querer estar preparado para enfrentarte a la inminente muerte de tu relación. Pero seguro ya lo ves venir.
Relacionado: Las relaciones poliamorosas pueden ser mejores que tu relación monógama
Publicidad
Relacionado: Las relaciones poliamorosas pueden ser mejores que tu relación monógama