¿Qué tipo de punk mayor de treinta años eres?
Ilustraciones por Seth Laupus

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Música

¿Qué tipo de punk mayor de treinta años eres?

Desde el crossfittero hasta el suburbano, aquí tienes todos los tipos de chavorrucos punk que puedes ser si ya pasaste el tercer piso
Giacomo Stefanini
traducido por Giacomo Stefanini
Milan, IT
ER
traducido por Elvira Rosales

Una vez que que como punk pasas los 30 años, tus opciones se limitan. Una nueva generación viene detrás y comienza a faltarte ese toque; ya puedes considerarte menos invencible que antes.

Ahora ya no sientes la necesidad de pelear contra los adultos, porque te miras en el espejo y te das cuenta de que YA ERES UN ADULTO. Así que para llenar el creciente vacío en tu vida y pelear contra la sensación molesta de irrelevancia, comienzas a buscar nuevos hobbies e intereses. A continuación están tus opciones de vida si eres un punk que pasa de los 30.

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Fabricante de cerveza artesanal

Transformaste tu pasión por desperdiciar la vida bebiendo por una carrera en el mundo de la cervecería donde tu panza chelera no es un “problema de salud”, como te dijo el médico, sino un buen currículum. Tienes una espesa barba que siempre lleva algunos residuos de espuma en el bigote y usas camisas de franela arremangadas para que los tatuajes de Lucero (la banda, no la cantante) se vean. Cada enero pides días para asistir al Fest. Puedes recomendar alguna IPA si alguien está interesado.

Coleccionista de pines

La locura por los pines esmaltados te pegó DURO. Los comprarás con el logo de cualquier banda, incluso si la banda en cuestión no te gusta tanto. Tu chaqueta de mezclilla tiene demasiados pines, pero son excelentes para romper el hielo en Emo Nite, evento al cual asistes cada mes y no es triste de ninguna manera. Incluso empezaste a hacer tus propios pines y a venderlos en Etsy. Todos usan esa ironía nihilista y millennial que es tan popular hoy en día. Uno de los diseños es una lápida que dice "RIP emociones" y otra es la muerte que dice “No me mires a mí”. Y pensándolo bien, todas estas señales son preocupantes. ¿¡Estás bien!?

Un amargado de Facebook

Todos se han ido a Instagram y Snapchat, pero bendito seas, tú sigues aguantando en la única red social que te permite enviar invitaciones de Candy Crush: Facebook. Estás usando el sitio por la razón que Mark Zuckerberg la diseñó: discursos de 500 palabras sobre temas que te hacen explotar, plagados de errores gramaticales, dedazos y desinformación que escuchaste de otras fuentes, estos estados sólo se publican en el vacío, porque la mayoría de tus 287 amigos te han bloqueado. Tu idea de seguir en la escena del punk es compartir todos y cada uno de los artículos de Hard Times y etiquetar a las personas que puedan identificarse. Todos los memes que publicas son pixelados, porque ya se publicaron un millón de veces antes o es una imagen horizontal que copiaste en vertical. Crees que este artículo es “pobre en escritura”, pero no puedes dar algún argumento más.

Millonario de las criptomonedas

¡En 2014 compraste 2,000 dólares en Bitcoin y ahora tienes una cuenta que vale 361,000 dólares! Claro, podrías haber ganado más si hubieras conseguido un trabajo "real", pero el trabajo es para los cerrados. Oh, en realidad ahora son 212,000 dólares… extraño. Sí, en unos meses quizá tengas suficiente para comprar una casa y luego podrás dejar de vivir con cuatro roomies y descansar en tu propio espacio. Ups, 186,000 y contando. Lo que pasa es que no usaste Coinbase como alguien normal y ahora te golpean con todas esas tarifas de transacción, ya sabes. Ahora son 34,200… 1,500… Hasta que llegas a 36.54 dólares y un chingo de tiempo perdido.

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CrossFittero

Te rompieron el corazón muy cabrón, así que decidiste ponerte en forma para impulsar tu confianza. Tenías dos opciones: CrossFit o escalar en interiores, pero tienes miedo a las alturas. Entonces encontraste una comunidad amigable en el gimnasio local. Ahora puedes arrojar pesas con tu camiseta Jane Doe, sentirte súper disciplinado y chocar las manos con la gente cada vez que termines una buena serie de ejercicios. De pronto, trabajar los músculos después de pasar décadas tomando cerveza y mirando las luchas desde el sillón han convertido a tu cuerpo en una papa extraña, pero está bien porque ¡te sientes bien! Registras tu WOD (trabajo del día) en la lap y publicas videos de tus PR (récords personales) en Instagram con el hashtag #SquatAndDestroy. Los pedos que producen tus proteínas huelen horrible.

Activista de los derechos del hombre

Criticaron tu banda por cantar letras bastante misóginas y en lugar de hacer una reflexión personal, escuchaste a Milo Yiannopoulos afirmando que el feminismo es un cáncer en el podcast de Joe Rogan. Ahora ya te cayó todo el peso de la verdad. Tienes el combo completo: "el corte de cabello"/el saco color piel y recitas de memoria estadísticas como que el 50 por ciento de la violencia doméstica es de mujer a hombre, pero "nunca escuchamos esos datos". Para conservar tu empleo, publicas memes en una cuenta alterna y anónima. La mayoría son bromas burlándose de la cultura de la violación o burlándote del cuerpo de escritoras feministas, a quienes odias, por cierto. Eventualmente, alguien te expondrá y te despedirán y culparás a la "persecución de quienes no se adhieren a la mentalidad liberal fascista". Actualmente lideras una campaña para lograr que Baked Alaska regrese a Twitter.

Coleccionista de discos

No sales mucho a eventos últimamente, porque te cuesta trabajo mantenerte despierto después de las 10, pero todavía coleccionas discos, los cuales tienes ordenados alfabéticamente en los estantes de tus muebles baratos. Ordenas cada lanzamiento de Deathwish por color. Vives en tu cuenta de Discogs, en donde tienes toda tu colección catalogada y tienes una cuenta de Instagram dedicada a las fotografías de tus discos más raros. Siempre estás atento por si encuentras las viejas grabaciones de prueba de Level-Plane y una copia original de How Strange, Innocence de Explosions in the Sky.

Jugador profesional de pinball/skeeball

El miércoles por la noche participas en alguna liga de pinball/skeeball. Como es tradición, el nombre de tu equipo lleva en algún lugar la palabra “bolas”. Eso es todo respecto a este estilo de vida.

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Fanático de la cultura de las barberías

No hay nada como conseguir un buen perfilado para el fin de semana en una barbería que también parece un estudio de tatuajes. El lugar se llama algo así como Handsome Sal's o Gentleman Pete's y tiene uno de esos postes de peluquería antiguos en la entrada. El diseño interior es de buen gusto, predominan el negro y el dorado; además, te ofrecen una revista para hombres en cuanto entras. Un viejo amigo rockabilly trabaja en la recepción. El chico que solía diseñar tus playeras cuando estabas en una banda de hardcore pintó el logo de la ventana, así que es genial. Vas cada dos semanas como reloj para que el barbero sepa tus costumbres: un buen desvanecido con los laterales marcados. Tienes un canal de YouTube donde reseñas varias pomadas.

Defensor de los Demócratas Socialistas de América

Nunca tuviste interés en la política hasta que Bernie Sanders fue derrotado por el partido demócrata en las elecciones de 2016 y de pronto te volviste un experto de la noche a la mañana. Ahora ni siquiera puedes hablar sobre el clima sin mencionar a Debbie Wasserman Schultz. Tu pasatiempo favorito es criticar la nueva columna de los demócratas centrales como Jonathan Chait o Joy Reid. Tienes algunas opiniones sobre Hillary Clinton que podrían parecer sexistas provenientes de algún ultraderechista a favor del Make America Great Again, pero está bien, ¡porque eres socialista! Donas 100 dólares al mes al podcast Chapo Trap House. ¡Organicemos al pueblo para esas elecciones primarias!

El raro de Tinder

Sólo eres ese güey que siempre aparece en Tinder. En casi todas tus fotos sales con un perro para demostrar que eres un tipo sensible y en definitiva no le mandarías 31 mensajes a una mujer que te deja en visto, sólo para decirle fea si empieza a desaparecer de tu vida. Tus fotos también muestran, muy casual, los tatuajes en tus dedos y tienes mínimo tres bandas de Filadelfia en tu perfil de Spotify.

Podcaster

¡Qué onda amigo, eres un podcaster! Descubriste lo que al mundo le hacía tanta falta: hombres blancos hablando sobre sus opiniones. Tienes un podcast donde reseñas diversos snacks y otro donde entrevistas a personas “interesantes”. Pasar tanto tiempo usando GarageBand podría resultar cansado para algunos, pero Casper hace que encontrar una cobija en su sitio sea más fácil. Todo se puede personalizar y además la entrega y la instalación están incluidos. Utiliza un código de promoción SNACKSCAST para obtener un descuento. De nuevo, SNACKSCAST, todo en mayúsculas.

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Papá suburbano

Tú y tu pareja se mudaron a los suburbios luego de tener un hijo, porque los tres no cabían en su departamento de 180 metros cuadrados en la mejor zona de la ciudad. Bautizaste a tu hijo con un nombre muy punk, algo como Milo, y tiene varios pañaleros de Misfits, uno para cada día de la semana. Llevas a Milo y al perro al parque y convives con los otros padres que llevan tatuajes en las manos. Tienes demasiado tiempo libre, porque tuviste que abandonar el trabajo de mercadotecnia que tenías para convertirte en padre de casa mientras tu pareja va a trabajar, pero aún haces algunas consultorías que te obligan a ir a la ciudad una vez al mes. Los mejores cinco minutos de tu semana son cuando esperas el tren para regresar a casa y comes algo sólo para ti… y no se lo cuentas a nadie.

Tipo sospechosamente progre

Tu presencia en línea es un tributo a tu pensamiento progresivo actuado. Disfrutas reescribir los titulares más polémicos y decirles que “lo hagan mejor”. Tienes muchos hashtags relacionados a algún movimiento en tu biografía. Tus frases favoritas para comentar el estado de una mujer son “Lamento que eso te haya pasado” y “Eres tan valiente”.

Fan del MMA

Entraste al punk durante su explosión mainstream a finales de los 90 y ahora que lograste sacar el Warped Tour de tu sistema, puedes volver a ser un deportista. Invitas a algunos amigos a las sesiones de Pago por Evento de la UFC y usas los shorts de Tapout para dormir. Constantemente estás tratando de boxear con la gente y eso los incomoda mucho.

Empleado de VICE

La vida de artista que habías imaginado no resultó como querías, así que aceptaste un trabajo de oficina. Pero bueno, por lo menos es un trabajo de oficina “cool”. Puedes no rasurarte y no tienes que usar una MALDITA camisa debajo de un suéter para entrar a la oficina. Y sí, podrías lograr más en la vida y comenzar tu propio medio si realmente te aplicaras, además no tendrías que lidiar con las bromas gastadas de la gente, diciendo que VICE es “provocador”, pero oye, tener seguro médico es bueno.

Dan Ozzi es un chico puro y ninguna de estas categorías aplican para él. Síguelo en Twitter.