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Identidad

Las madres que se arrepienten de ser madres

El arrepentimiento hacia un aborto se nos presenta como la cosa más horrible que jamás puede pasarle a una mujer, pero nadie habla de la otra parte de esta decisión: arrepentirse de no haber abortado. Hablamos con la socióloga Orna Donath, que acaba de...
Orna Donath. Retrato de Felipe Hernández

"A los 16 años ya tuve claro que no quería ser madre. Fue a partir de un día en que escuché a mis amigas de clase diciendo: Quiero tener tres hijos, y sus nombres serán… etc. Lo escuché y me di cuenta de que ése nunca sería mi sueño".

Para Orna Donath, la decisión de no tener hijos no supuso nunca un tormento que tuviera que expiar en la penumbra de un diván. Sin embargo, el hecho de hablar e investigar sobre éste y otros asuntos relacionados con la "maternidad y sus falacias" no solo ha despertado una enorme polémica en varios países, sino que le ha acarreado multitud de insultos personales en las redes sociales.

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La socióloga israelí, que acaba de publicar en España el libro Madres Arrepentidas en la editorial Reservoir Books, observa esta fuerte oposición como el síntoma de que ha dado en el clavo. Es la prueba de que existe un imperativo ideológico que arrastra a muchas mujeres a la maternidad por pura inercia o miedo al rechazo social. Al llevar a la luz pública los testimonios inéditos de mujeres que desearían no haber tenido hijos después de conocer la experiencia, Donath ha apuntado a la línea de flotación de la sociedad y la imperante moralidad judeocristiana. Y al hacerlo, ha aflorado de nuevo la realidad de que a las mujeres todavía no se nos permite verdaderamente ser dueñas de nuestro cuerpo.

Llamé a Donath por teléfono para que me contara un poco más sobre este tema.

Broadly: ¿Cómo defines el arrepentimiento en el contexto de la maternidad?

Orna Donath: Es una pregunta muy importante, porque en muchas discusiones públicas el debate acerca del arrepentimiento deriva rápidamente hacia otro muy distinto sobre la incertidumbre de las madres o las depresiones por parto de larga duración. Insisto en que no son lo mismo.

En mi investigación he definido "arrepentimiento" como un deseo profundo de revertir una decisión. Este deseo viene expresado por una respuesta negativa ante la pregunta "Si pudieras volver atrás en el tiempo con el conocimiento y la experiencia que tienes hoy, ¿decidirías tener hijos?"; así como una respuesta negativa ante la pregunta "¿Tiene para ti algún tipo de ventaja el hecho de ser madre?". Hubo madres que dijeron que sí tiene ventajas para ellas, solo que las desventajas son mayores.

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Al contrario de muchas mujeres que luchan contra la depresión postparto, pero aun así se sienten contentas por haberse convertido en madres, la mujeres que se arrepienten de serlo piensan y sienten que han cometido un error. Piensan que la maternidad no es para ellas.

¿Por qué el arrepentimiento ante la maternidad es un tabú más difícil de derribar que el aborto, por ejemplo?

En 2016 todavía hablamos de la maternidad como del reino de las mujeres, como si ésta fuera la principal y única esencia para la vida de todas las mujeres. Se ve como una amenaza para la sociedad el hecho de reconocer que hay mujeres que retrospectivamente se han dado cuenta de que no experimentan la maternidad como lo más importante de sus vidas y que sufren por ello. Es una amenaza porque significa que ya no podemos pedir a las mujeres que encajen en un solo sitio: dar a luz a niños y criarlos.

Por otra parte, en nuestra sociedad se espera que la gente se arrepienta solo después de cometer un crimen o un pecado. El hecho de revisar una decisión normativa se considera inaceptable. En muchas sociedades occidentales el arrepentimiento se considera un sentimiento inútil, algo sin sentido y propio de lloricas. Se espera que la gente se sobreponga al dolor y "siga adelante". Todo esto es todavía más acusado en el caso de las mujeres, a las que se nos empuja constantemente a olvidar lo que nos ocurre y cuáles son nuestras necesidades.

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Mientras que en relación a los abortos siempre gravita la cuestión de si la vida ya se ha creado, arrepentirse de ser madre es de hecho una cuestión que afecta a la vida que ya hemos creado, y por lo tanto el tabú es todavía más severo. Por añadidura, el arrepentimiento hacia un aborto se nos presenta como la cosa más horrible que jamás puede pasarle a una mujer, cuando nadie habla de la otra parte de esta decisión: arrepentirse de NO haber abortado.

Según tus averiguaciones, ¿podemos decir que el arrepentimiento frente a la maternidad es un hecho no mayoritario pero, hasta cierto punto, común?

No lo sé; quizás nunca lleguemos a saberlo. Puede haber madres que aunque lo piensen nunca lleguen a identificarlo como arrepentimiento. Ni siquiera aunque les preguntes anónimamente, y yo lo entiendo porque las consecuencias a nivel personal y social pueden ser muy duras. Lo único que sé es que el arrepentimiento frente a la maternidad existe y que es importante hablar de ello porque hay demasiada gente en el mundo negando su existencia.

¿Responden las madres arrepentidas a algún tipo de patrón sociológico?

Mi investigación ha sido cualitativa y no estaba enfocada a trabajar con una muestra representativa, así que no puedo generalizar. Lo que puedo decir es que las mujeres que participaron en mi estudio procedían de diferentes grupos sociales: algunas vivían por debajo del umbral de la pobreza y otras en plena prosperidad económica. Algunas de ellas eran laicas y otras religiosas. Algunas de ellas estaban casadas y otras divorciadas o separadas. La gente tiende a decir cosas como "Bueno, se arrepienten porque están atravesando dificultades económicas", o "Se arrepienten porque son muy ricas y caprichosas". Esas dos reacciones ignoran el hecho de que las mujeres pueden arrepentirse de ser madres independientemente de las condiciones en las que están criando a sus hijos.

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¿Son las madres arrepentidas un "fenómeno" moderno? ¿O presientes que siempre se ha dado a lo largo de la historia?

Para mí el arrepentimiento no es un fenómeno, sino una emoción típicamente humana. Hace solo un siglo que las mujeres empezaron a expresar sus pensamientos y sentimientos, y aun así, todavía hay una laguna en lo que se refiere a las experiencias de las madres. Tengo la impresión de que a lo largo de la historia han habido un número indeterminado de mujeres que han sufrido debido a su maternidad y han cuestionado la necesidad de ésta en sus vidas.

¿Por qué no podemos asumir que el arrepentimiento en la maternidad es una reacción perfectamente factible para una persona a la que le cambia la vida de semejante manera?

¿Cuáles son las principales razones por las que las madres suelen arrepentirse de serlo?

Creo que la pregunta debería ser: "¿Por qué no podemos asumir que el arrepentimiento en la maternidad es una reacción perfectamente factible para una persona a la que le cambia la vida de semejante manera?" Si no nos preguntamos esto antes, entonces estaremos alimentando el mito de que la maternidad se adapta a todas las mujeres solo por el hecho de serlo. En mi estudio participaron mujeres que se arrepienten porque sienten que la maternidad no está hecha para ellas. No se adapta a quienes son ni a cómo quieren vivir sus vidas. Muchas mencionan también el peso de la responsabilidad; la pérdida de libertad y la sensación de que la maternidad es una "historia de nunca acabar", incluso cuando ya son abuelas.

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¿Fue fácil encontrar a mujeres dispuestas a reconocer abiertamente que se arrepienten de tener hijos?

Al principio no fue fácil, pero después fueron acercándose madres que buscaban mi teléfono o mi e-mail porque querían participar en mi investigación. Algunas de ellas cancelaron la entrevista, a veces justo el día antes del encuentro, porque temían escucharse a sí mismas diciéndolo en voz alta ante otra persona. Su principal preocupación era ser vistas o tratadas como monstruos. La mayoría de ellas sentía que nadie puede comprender la complejidad de sus sentimientos. Además, muchas sufren los intentos de los demás por suavizar los hechos con frases del tipo: "Lo que pasa es que la maternidad es dura para ti, eso es todo. No es que te arrepientas realmente".

Las mujeres incluidas en tu estudio dicen "amar a sus hijos" y "odiar la maternidad" al mismo tiempo. ¿Cómo se las apañan para vivir con la conjunción de ambos sentimientos?

Muchas de ellas intentan no pensar en ello en su día a día. Algunas de ellas han tenido que ir a terapia. Pero de nuevo deberíamos recordar que nosotros como personas convivimos con nuestros arrepentimientos acerca de los estudios que escogimos, de por qué nos casamos, por qué nos divorciamos, por qué nos hicimos un tatuaje, por qué no mantuvimos una relación más cercana con nuestros padres, ahora que han muerto, etc. Así que estas madres de las que hablamos hacen lo que pueden sabiendo que la maternidad ha sido un error para ellas. Con esto no digo que su maternidad sea impecable, porque ninguna relación humana lo es.

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Foto de Felipe Hernández

¿Has estudiado el caso de mujeres que hayan sido incapaces de amar a sus hijos después de darse cuenta de que preferirían no haberlos traído al mundo?

He conocido a mujeres, arrepentidas y no arrepentidas, que dicen que no aman a sus hijos, o no a todos ellos. Si lo pensamos bien, tener un hijo es como un juego de azar. No puedes saber cómo va a ser esa persona y cómo te vas a llevar con ella. Al contrario que en una relación sentimental, donde puedes tener una cierta idea de con quien estás planeando tu vida, en la maternidad y la paternidad entras en terreno desconocido. Así que parece emocionalmente lógico que a veces se descubra que no quieres realmente a tu hijo. ¿Quiere eso decir que una madre que no quiere a su hijo le tenga que hacer daño necesariamente? Absolutamente no. De hecho, hay muchas mujeres que sienten amor por sus hijos, y aun así les hacen daño. Por el contrario, hay madres que, aunque no quieran a sus hijos, sí comprenden la responsabilidad y la necesidad de cuidarlos, porque ya están aquí.

¿Cuál debería ser el siguiente paso en el estudio de la maternidad desde el ángulo feminista?

Todavía hay demasiadas cosas que se malinterpretan o distorsionan en relación al tema de las madres arrepentidas, así como en el de las mujeres que desde el principio no desean tener hijos. Para mí este libro es solo el principio.

El arrepentimiento frente a la maternidad no desaparece aunque ya seas abuela o incluso tus hijos hayan muerto

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¿Crees que existirían menos casos de madres arrepentidas si las llamadas "maternidades alternativas" u otro tipo de modelos de familia estuviesen más aceptados?

Seguro que eso haría la vida más fácil a muchas mujeres, pero no eliminaría el porcentaje de mujeres que se arrepienten de ser madres. Muchas de las mujeres que participaron en mi estudio vivían algún tipo de maternidad alternativa, como por ejemplo familias en las que el hombre era el principal cuidador. El problema tiene más que ver con el hecho de estar en el mundo sabiendo que eres madre. Es un tipo de sentimiento que nunca desaparece, incluso cuando los niños ya son adultos, incluso cuando han muerto, incluso si están lejos y ya no necesitan ningún tipo de cuidado.

Puedo explicarlo desde otro punto de vista: Una vez pregunté en un foro online de mujeres israelíes que no quieren ser madres bajo qué condiciones sí querrían serlo (por ejemplo, si tuvieran más dinero o si tuvieran todo el tiempo que quisieran para ellas mismas). Y la mayoría respondió: "Ninguna". Es decir, incluso cuando las mujeres disfrutan de todas las condiciones ideales para ser madres, no necesariamente quieren serlo, sencillamente no quieren estar envueltas en ese tipo de relación.

Tu libro ha levantado un enorme debate público en varios países, especialmente en Alemania. ¿Qué valoración haces de las reacciones que has encontrado?

Por lo que he aprendido hasta ahora, el abanico de reacciones a mi estudio ha sido muy similar en todos los países. Oscilan desde las condenas más tenaces hasta un número importante de testimonios de alivio por parte de madres que se arrepienten de ser madres y que hasta ahora pensaban que estaban solas. En este espectro hay también madres que no se arrepienten de serlo, pero que han expresado la angustia que sienten por sentirse obligadas a convertirse en madres y ser las principales responsables del cuidado de los hijos.

Tú mismas te has convertido en blanco de muchas de estas críticas aceradas…

Mucha gente me calumnia y asume que escribo sobre el arrepentimiento en la maternidad para defenderme ante una sociedad que me rechaza por no querer tener hijos. Pero están equivocados. Estoy totalmente a favor de la maternidad, cuando las mujeres realmente lo desean.