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Sexo

Estas sugar babies queer nos explican cómo encontrar sugar mommy

Definitivamente es más complicado que encontrar sugar daddy.
Dos mujeres en lencería recostadas una encima de la otra.
Foto de Sonja Lekovic vía Stocksy.

Artículo publicado originalmente por Broadly Estados Unidos.

Ya sea que estés buscando lograr tu propio acuerdo o no, el sugar dating se ha convertido simplemente en otra parte de la vida moderna. Las mujeres más jóvenes y con poco dinero que se involucran en romances de beneficio mutuo con ricos hombres de negocios no son nada nuevo, pero ¿qué pasa con las lesbianas y las mujeres queer que están en busca de la pareja perfecta? ¿Cómo enfrentan el mundo del sugar dating? Hablamos con unas sugar babies queer sobre la difícil lucha de encontrar sugar mommy, y sobre por qué algunas de ellas en realidad prefieren tener sugar daddies.

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Con múltiples estudios que demuestran que las lesbianas ganan más que sus contrapartes heterosexuales, uno pensaría que el mundo del sugar dating estaría lleno de mujeres adineradas y sin tiempo libre. La "lesbiana profesional" (como Bette en The L Word, o en las adineradas lesbianas del mundo del arte de Sex and the City) bien puede existir en la vida real, pero ¿está buscando compartir la cena y el vino con una sugar baby? Por lo que podemos ver, tal vez no. Incluso al echarle un vistazo casual al sitio Seeking Arrangement vemos que las sugar mommies lesbianas y bisexuales no son mayoría. La configuración de preferencias de búsqueda para "en busca de mujeres" sólo nos da como resultado unos cuantos perfiles activos, entre los cuales también hay parejas que buscan un tercer participante para su relación.

María, de 22 años, comenzó como sugar baby mientras estudiaba la universidad. (Cambiamos su nombre a petición suya, ya que no quería dañar sus perspectivas laborales). Como lesbiana, inicialmente se sintió frustrada por la escasez de sugar mommies disponibles en Seeking Arrangement y otras aplicaciones de citas más genéricas. “Al principio fue difícil, me atrajo mucho el estilo de vida de la sugar baby pero no me veía saliendo con hombres. Me molestaba mucho que parecía ser algo restringido a las citas heterosexuales; prefiero a las mujeres mayores y me gustó la idea de que alguien me mimara, y de tal vez ser un poco sumisa de ser necesario".

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Sin embargo, pronto tomó la situación en sus propias manos. “Estaba pensando en cómo debió haber sido antes de que las aplicaciones y los sitios web hicieran tan fácil para las personas heterosexuales encontrar este tipo de arreglos, y me di cuenta de que probablemente había mucha más sutileza involucrada en ese entonces. Decidí que si no podía encontrar mi sugar mummy en línea, entonces tendría que salir y encontrarla en la vida real.

"Comencé a ir a bares de lujo y eventos del Orgullo LGBT+ en solitario en busca de mujeres mayores, y buscaba constantemente en Tinder la remota posibilidad de que una mujer más madura se interesara por mí. Finalmente, pude encontrar un par de sugar mommies, aunque tal vez no tenían tanto dinero como el sugar daddy estándar. En mi experiencia, solo encontré una sugar mummy porque realmente quería hacerlo".

¿Valió la pena todo el esfuerzo? Según Anna, una exsugar baby y actual cam girl de 24 años, salir con una sugar mummy tiene sus ventajas: "Lo positivo de salir con una es que hay menos presión sexual que al salir con un sugar daddy, y también hay más charla femenina y relajante". Anna se identifica como bisexual, pero su experiencia como sugar baby fue principalmente con parejas masculinas. (Ella solicitó que le diéramos un seudónimo porque le preocupaba el estigma asociado al trabajo sexual).

"He salido con varios sugar daddies, pero solo con una sugar mummy. En general, son más difíciles de encontrar, tal vez porque no están en la misma posición financiera de ofrecer efectivo disponible como los hombres. Las que sí tienen esa libertad financiera, te das cuenta de que prefieren recuperar el tiempo perdido por el trabajo con sus hijos. Así que salir con una sugar mummy es muy diferente, tiene prioridades diferentes a las de los hombres".

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A lesbian couple holding hands

Foto de Jennifer Brister vía Stocksy.

Hay sugar babies queer que prefieren darle por completo la vuelta al asunto de las sugar mommies. Este es el caso de Bethany, de 23 años y residente de Londres, quien se describe a sí misma como bisexual y homo-romántica, un término que significa que solo se siente atraída románticamente por el mismo género. (Ella nos solicitó que le diéramos un seudónimo ya que su familia no sabe que es sugar baby).

Bethany ha salido con dos hombres mayores y exitosos, pero con ninguna mujer. El hecho de no salir con sugar mommies es una elección consciente, y probablemente no lo haría aunque fueran fáciles de encontrar. “Es un cliché, pero con los hombres me resulta más fácil mantener la distancia emocional. Creo que si estuviera saliendo con sugar mommies me pondría celosa o me sentiría sola si no me prestaran suficiente atención o si pasaran demasiado tiempo en el trabajo".

Según Bethany, esta distancia emocional también les ha funcionado a sus sugar daddies. "Simplemente no tengo la misma conexión romántica con los hombres, pero el sexo funciona bien. Para ser honesta, creo que esto les funciona bien a los sugar daddies con los que he salido; no hay nada que quisieran menos que una novia que fuera empalagosa o posesiva, y yo era justo el polo opuesto".

Incluso si encuentras una sugar mummy distante, el sugar dating queer aún requiere de mucho trabajo. Al igual que en cualquier relación de sugar dating, hay presiones adicionales para negociar los límites personales y las diferentes expectativa entre el socio con el capital y la sugar baby, y eso es además de todo el estrés que ya afecta a la mayoría de las relaciones. Hay pocas narraciones establecidas, si es que las hay, o ejemplos destacados de ser una sugar baby queer. Las lesbianas y las mujeres queer deben enfrentar el sugar dating casi en completa oscuridad.

Al final del día, Anna decidió que el estilo de vida de sugar baby no era para ella, independientemente del sexo de su pareja. Como cam girl, gana entre 70 y 80 dólares al día por solo dos horas de trabajo.

"Personalmente, ya no saldría con sugar mommies o daddies, porque no me gustan todas las ataduras", dice. "Ser una sugar baby implica un ingreso estable de entre $1,200 y $2,200 dólares por mes, pero requiere de mucha paciencia".