Mientras Cristina Cifuentes decide pasar el largo y duro estío en Madrid porque cree que las vacaciones "tienen que ser voluntarias", muchos jóvenes españoles no tienen la opción de elegir: su sino irremediable es currar -también- en verano.Porque son autónomos y se saben "los más jodidos de entre los jodidos", porque no les hacen contratos de más de dos meses o porque sus sueldos no dan ni para permitirse unas semanas sin laborar y tienen que buscar empleos extra. Estas son las historias de ocho de ellos. Todavía habrá alguno que diga que "al menos tienen trabajo".
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Ya vendrán veranos mejores, veranos de treintañero en los que alquile hamacas
Los autónomos somos los más jodidos entre los jodidos
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Me quedo sin vacaciones por irme de monitora con mi grupo Scout
¿Cómo voy a tener vacaciones, si los curros no me duran más de dos meses?
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Sergi, 26 añosSoy becaria desde hace dos meses y lo seré hasta dentro de tres en la misma empresa. No tengo vacaciones. Es el primer año que no podré viajar a ningún sitio. El año pasado curré en una agencia de eventos pero cerraron 15 días y aproveché para irme a Portugal. Creo que los becarios deberíamos tener vacaciones si vamos a pasar más de dos meses en la misma empresa. Al final muchos hacemos la misma jornada que los que no lo son, aunque tengamos distintas responsabilidades. El calor aquí en Madrid es horroroso, el asfalto quema. Quiero cogerme un abono para la piscina (baratito) para no quedarme blanca nuclear. También intentaré escaparme a la playa algún finde.Elena, 22 añosNo tengo vacaciones porque no tengo un empleo estable. Durante el año, alterno varios trabajos: entrenador ayudante en el club de natación de mi pueblo durante el otoño, invierno y la primavera, y socorrista en verano. Al mismo tiempo me preparo las oposiciones a maestro de educación física.Podría decirse que nunca he tenido vacaciones desde que cumplí 16 y empecé a trabajar con los albañiles o en el campo cuando terminaba el instituto. Aprendí a ser autosuficiente, a valorar el esfuerzo y el dinero y me enorgullecía poder contribuir a la economía doméstica (que tanta falta hace). Me fui haciendo mayor y me fui dando cuenta verano tras verano de que vivimos en una sociedad donde lo prioritario es el dinero, casi incluso más que la salud misma o nuestro bienestar, y somos capaces de sacrificarlo todo por ganar un poco más. Tenemos miedo constante a ser despedidos y "pasamos por muchos aros" muchas veces. Las condiciones laborales deben cambiar, y eso pasa por lo político, pero también por las propias estructuras empresariales y los jefes, que deberían fomentar la conciliación, la seguridad a todos los niveles y las condiciones laborales dignas.
Los becarios deberíamos tener unos días libres si vamos a trabajar más de dos meses
No he tenido vacaciones desde los 16. Tengo 30
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Manuel, 30