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VICE World News

Los inmigrantes que cruzan los Balcanes se exponen a abusos y extorsiones a diario

Un informe publicado el martes por Amnistía Internacional asegura que los inmigrantes y los refugiados son abandonados por culpa de un sistema lleno de agujeros
Imagen por Darko Vojinovic/AP

Refugiados e inmigrantes — niños incluidos — que cruzan la ruta de los Balcanes rumbo a otras partes de Europa están sometidos a diario a tratos vejatorios y abusos por parte de la policía de aduanas, según han descubierto una nueva investigación.

La organización pro derechos humanos Amnistía Internacional publicó un informe comprometedor el pasado martes. En él se afirma que los refugiados en busca de asilo y los inmigrantes que intentan cruzar por Serbia y Macedonia relatan que son sometidos a palizas por la policía y que se les obliga a retroceder ilegalmente.

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Un hombre procedente de Afganistán explicó como la policía serbia de la frontera con Hungría apalizó a una mujer embarazada de cinco meses. Otro refugiado afgano aseguró que era parte de un grupo que había sido obligado a retroceder rumbo a Grecia por la policía de Macedonia.

"Vi a hombres brutalmente apalizados" dijo. "A mí hijo de 13 años también le pegaron. Y a mí".

La cifra de los 50.000 migrantes acogidos en Italia en 2015 ya ha sido superada. Leer más.

Además de los maltratos físicos de las autoridades y de las deportaciones fronterizas, el informe también detalla cómo algunos inmigrantes que cruzan las fronteras son chantajeados por la policía de aduanas. Un testigo relató a Amnistía Internacional que la policía serbia amenazó a su grupo con devolverles de donde venían si no pagaban 100 euros cada uno. El episodio sucedió cerca de la frontera de Hungría y fue comandado por policías serbios.

La ruta de los Balcanes — que incluye desplazamientos a través de Grecia, Macedonia, Serbia y Hungría — ha pasado de ser la ruta más peligrosa del mediterráneo para convertirse en el pasaje más transitado para penetrar irregularmente en la UE. Según las cifras emitidas por Amnistía, el número de personas aprehendidas cruzando la frontera de Serbia con la de Hungría ha subido un 2500 por ciento: de los 2370 de 2010 a los 60.602 de 2015.

Mira el documental de VICE News, Atrapados en Bulgaria: Europa o Muere (Episode 3) aquí:

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Aquellos que emprenden la huida — la mitad de los cuales están huyendo de la guerra en Siria — lo hacen intentando llegar a otros destinos de Europa, lugares más ricos donde se ofrece una mayor asistencia a los refugiados y a los que buscan asilo político. Buscan otros países europeos, como Grecia y Hungría.

Según la normativa de Dublín de la Unión Europea, se exige que aquellos que buscan asilo lo pidan en el primer país europeo en que pongan pie. Semejante exigencia ha sido duramente criticada, pues se entiende que es un motivo de presión en el perímetro exterior de los estados vecinos. Según un informe publicado en junio por ACNUR, más de 55.000 inmigrantes llegaron a Grecia en 2015, añadiendo presión a un país cuya economía ya se encontraba en un momento frágil. De tal manera, las condiciones de los inmigrantes y de los refugiados, empeoraron en el país heleno.

Las autoridades investigan fosas comunes de supuestos migrantes en Tailandia. Leer más.

Aunque la cosa todavía es peor para lo que cruzan Grecia y llegan hasta Hungría, donde las complicaciones aumentan.

Según el informe de Amnistía, aquellos que son interceptados entrando en Hungría de manera ilegal son detenidos de manera rutinaria y se enfrentan a encierros en condiciones superpobladas. En 2014 Hungría solo prestó asiló a 240 personas. En junio de 2015 el país anunció que planea construir una valla para disminuir el flujo de inmigrantes provenientes de Serbia que cruzan sus fronteras.

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En una conversación mantenida con VICE News, el investigador de Amnistía Internacional Sian Griffiths dijo que es necesario que tanto los países de dentro como los de fuera de la UE, asuman una mayor responsabilidad. Todos ellos deberían asegurar a los inmigrantes un tránsito seguro de un país a otros.

'A la mayoría de la gente le gustaría reunirse con familias a las que ya les ha sido concedido el asilo en otros países europeos, pero tememos que miles de refugiados son abandonados ilegalmente en países que no disponen de los recursos para ayudarles'

"Tanto Serbia como Macedonia, que no son parte de la UE, quieren creer que son países de tránsito. Sus sistemas son completamente inadecuados. Ambos tienen que mejorar su sistema de asilo. Aquellos que llegan a esos países se encuentran con que son devueltos a los lugares de los que venían, especialmente en Macedonia, donde también se enfrentan a situaciones de violencia diarias.

"Lo que más nos preocupa es que sean devueltos a Macedonia. Sus condiciones para los refugiados son muy pobres. Y, a menudo, se les detiene. A veces durante meses", declaró a VICE News.

Griffiths abundó: "A la mayoría de la gente le gustaría reunirse con familias a las que ya les ha sido concedido el asilo en otros países europeos, pero tememos que miles de refugiados son abandonados ilegalmente en países que no disponen de los recursos para ayudarles".

En 2014 Macedonia solo concedió asilo político a 10 refugiados, mientras que solo una persona encontró asilo en Serbia, asegura Amnistía. A tenor de lo que dice el informe, los refugiados pierden su estatus, la protección y, a menudo, también ven como sus derechos humanos son vulnerados, en ambos países.

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Para aquellos que viajan a pie para ahorrarse el peligrosísimo trayecto por mar, la ruta tampoco está exenta de complicaciones.

Griffiths declaró a VICE News que habló con refugiados que se exponían a graves riesgos físicos durante el periplo.

"Hemos visto a gente llegando al centro para refugiados de Serbia sin apenas poder seguir caminando. Y hemos hablado con gente que ha cruzado Macedonia durante tres días de ayuno, porque no querían entregarse a las autoridades.

Un hombre que huía de la guerra de Siria, que solo se identificó como B, explicó cómo también prefirió cruzar Macedonia a pie durante tres días, dos de los cuales los pasó sin agua ni comida.

"Perdimos nuestras bolsas. Lo perdimos todo en Macedonia. En Serbia nos escondimos durante dos días para evitar ser encontrados y deportados", dijo.

Otro inmigrante dijo: "Antes de la guerra nunca había pensado en ir a Europa; excepto, quizá, como turista. Nuestros sueños fueron destruidos. Yo sueño con poder volver ver a mi hijo corriendo por la calle de nuevo".

Sigue Kayleen Devlin en Twitter: @KayleenDevlin