Barra México es un foro, único en Latinoamérica, en el que se reúnen las mejores marcas de mixología, íconos del bartending y expertos en la industria de destilados premium, super premium y prestige. México fue sede este año, así que antes podía faltar una botella en dicha expo, que nosotros en la lista de apuntadosHablé con algunos colegas, todos me contaron las maravillas que habían bebido y conocido en las dos ediciones pasadas y decidí confirmar mi asistencia y la de mi fotógrafo.
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Llegamos a las 11 de la mañana al Pepsi Center (todos estaban aún muy serios y pulcros a esa hora), nos relamimos el bigote y entramos. Un guía nos llevó al primer stand, donde nuestros sedientos labios probarían el primer drink del día.Salidito de las manos del famoso mixólogo Adrian Evans, del restaurante Jacinto 1930, de Guanajuato. Tenía tequila de Casa Dragones, infusión del morado tubérculo, la orilla del vaso escarchada de sal de aguacate y un pincho con una esfera de betabel. Venía acompañado de una ensalada de quínoa, aguacate y cebollín.Era un trago muy terroso por los complementos vegetales, pero contrastaba muy bien con el sabor fuerte del tequila. Un poco pesado para mi gusto, pero nosotros estábamos más frescos que una lechuga recién cortada, así que nos lo acabamos y fuimos caminando derechito a la siguiente copa.
Round 1. Elixir de betabel
Round 2. Negroni (con un giro especial)
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Round 3. Aperol Spritz (de la mano de un cazador de safari)
Round 4. Champaña (pura burbuja)
Round 5. Vino tinto casual
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Round 6. Hola, "Señor Martínez"
Round 7. Mezcal Tonic
Round 8. Coctel de la milpa
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Round 9. Chelita artesanal, ¿por qué no?
Salimos del patio central donde había solo cervezas y prometimos no beber una gota más de alcohol. Pero se nos cruzó en el camino algo a lo que muy convenientemente llamé postre. Dicen que los números impares son de mala suerte, así que llegamos hasta el décimo asalto.El carajillo es como un postre líquido perfecto. Este de Meteoro no era uno como tal (porque la base era COLAB cold brew) pero, ¡sin bronca alguna!, se parecía mucho porque llevaba licor 43 y mezcalito.Además, la botella convencía con su diseño coqueto hasta al más insensible y abstemio.
Round 10. Meteorito
Menos mal, ésta fue la última foto enfocada del día. Lo que exactamente pasó después se quedará para el archivo secreto de MUNCHIES. Sólo diré que en algún momento perdí al fotógrafo, nos cancelaron el trayecto de UBER dos veces (porque no dábamos con los autos) y nos despedimos de gente que ni conocíamos.Pero llegamos vivos a casa.A la mañana siguiente, cuando empecé a hacer el recuento de los daños (con un dolor de cabeza bastante astral) encontré dentro de mi bolso botellitas de muestra de mezcal, un shaker de aluminio, un silbato que hace sonidos como de jaguar, el fidget spinner de unas de las organizadoras del evento y creo que hasta un papel con el número de teléfono de alguno de los expositores.
Nocaut
Pero, ah, ¡qué felices fuimos! Ojalá nos inviten el próximo año y que sean más de los 117 stands que lograron exponer esta vez. Larga vida a todos los destilados (y no destilados) del mundo.