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Discriminación

Hablamos con mujeres a las que las han descartado por su físico en un trabajo

"Estoy acostumbrada a que me dejen de última al ser gorda".

Malú y Amaia han protagonizado un beef en torno a lo que algunos llaman “belleza femenina” y otras dicen que son clichés estúpidos que ponen de manifiesto la sociedad patriarcal en la que aún vivimos. En una entrevista, Malú ha dicho “por qué Amaia Montero debería estar delgada”, a lo que la vasca ha contestado en sus redes “A la Victoria Secret de Malú. Ojalá todas estuviéramos tan guapas y tan delgadas como tú”.

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Ellas no son las únicas víctimas de este concepto de ideal de belleza. Hay muchas mujeres, con muchos menos seguidores en redes, a las que han descartado por su físico en un trabajo. A mí una vez me dijeron en un casting que me hubiesen elegido si estuviera operada del pecho. Situaciones como las que cuento a continuación dan pena y asco a la vez. Son mujeres a las que han descartado en un trabajo por su físico.

Andrea, 32 años

La vez que más claramente me rechazaron por mi físico fue cuando estaba currando en una droguería. Me exigían tapar los tatuajes con maquillaje y quitarme los piercings… hasta ahí acepté.

Hice de promotora en tres campañas y me ofrecieron otra al acabar la tercera. Les dije que sí, y que si podían enviar la casaca en una talla XL ya que la L me quedaba muy justa. Mientras esperaba a que me avisaran para firmar, me dijeron que se había cancelado la campaña.

Dos semanas después, había otra campaña, con la misma empresa, y la azafata era una chica delgada. Aquello me sentó un poco mal, pero por desgracia estoy acostumbrada a que me dejen de última al ser gorda. Se notó muchísimo que yo no les interesaba por cómo era.

Ahora curro de cajera después de haber estado seis meses en el paro. Posiblemente si hubiera tenido otro físico hubiese encontrado curro antes. Parece que da igual que sepas hacer tu trabajo. Hay como una especie de miedo a ver gordas trabajando y que se acabe el mito de "gorda porque no se mueve y está comiendo todo el día".

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Rocío, 23 años

Fui a una entrevista para ser dependienta de una tienda de Celio en Barcelona, avisada por un amigo que trabajaba allí, porque estaban buscando gente. Era mi primera entrevista en la vida y fui con mi currículum en mano, recién duchada y mínimamente arreglada pero sin maquillar, intentando no pasarme ni quedarme corta. Pero por lo visto pasó lo segundo. Días después de la entrevista, le pregunté a mi amigo si sabía algo de su jefe, qué opinaba sobre lo que dije y mi preparación, y me confesó que no me lo había dicho antes porque por lo visto, su jefe pensó que no iba lo suficientemente arreglada y que no daba muy bien el perfil. Que de currículum muy bien, pero que mi aspecto físico no le convenció. Está claro porque no me eligieron.

Sonia, 28 años

Hace unos años me apunté a una página de canguros. Un padre me escribió para comentarme que estaba buscando una canguro que si podía mandarle mi curriculum y que después me explicaría el trabajo que ofrecía. Me pidió una fotografía actual. Le pregunté para qué la necesitaba y me soltó que era para alegrarse la vista dado que era un padre soltero. Mi currículum ya tenía una fotografía. Cuando la vio me dijo que lo sentía, que no era lo que estaba buscando.

En otra ocasión una madre me preguntó que si con mi peso podía cuidar de un niño, que por ejemplo que si se escapaba sería capaz de correr detrás de él, que mi currículum le interesaba pero que mi físico no porque no me veía ágil. En estos momentos me siento fatal, humillada y de mala leche, porque mi físico, algunos kilos de más, nunca me ha sido un problema. Y mucho menos para trabajar con niños.

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Ángela, 28 años

Ha habido varias ocasiones en las que me han descartado por mi aspecto físico, ya sea por mi pelo, por mis tatuajes o bien porque a simple vista no les ha encajado mi imagen. Me han llegado a decir que no proyectaba una imagen seria. Trabajé habitualmente con contrato por días en una empresa como maquilladora e iba recomendada por una compañera. Mi amiga, de plena confianza, me aseguró que le habían dicho que no querían meterme en su plantilla fija porque parecía demasiado niña (aunque tenía 24 años). Es cierto que quizás aparento menos edad de la que tengo, pero no lo veo como una razón lógica. Mi cara es como es, y no le puedo hacer nada.

Noa, 27 años

Trabajo en la radio y en el mundo de la farándula y me han rechazado varias veces por estar gorda, y no solo en un medio de comunicación. Recuerdo que una de las primeras veces en las que no me cogieron por tener unos kilos de más fue en una zapatería. Por no hablar de tiendas de ropa, allí es impensable poder trabajar. Una vez me dijeron: “Si adelgazas 30 kilos de golpe entras fijo en un programa de la tele”. Ya no es solo en la radio, allí se cuida el físico porque cada vez más importan las redes sociales, dar una cierta imagen por las webcams de las emisoras o en los bolos.