Coges una mano y la metes en un orificio que, por lo general, es más pequeño que una mano: eso es el fisting. A la mayoría le desagrada bastante, aunque objetivamente no es mucho más raro que el sexo habitual. La mecánica del fisting y su violencia implícita provocan aversión y han estigmatizado esta práctica.Sin embargo, muchos otros creen que esa mala fama es totalmente injustificada y encuentran en el fisting una fuente de placer. Como nos gusta promover el diálogo sincero y libre de prejuicios en torno al sexo en todas sus variantes, decidimos hablar con cuatro personas que practican o han practicado el fisting y lo han disfrutado, tanto dando como recibiendo.
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Nos contaron cómo descubrieron el fisting, qué se siente y por qué les gusta. Hemos cambiado los nombres de algunos de ellos porque no querían que sus amigos o familiares se enteraran.
Kathy
profesora, 45 años
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Supongo que en mi caso el fisting me ha ayudado a redescubrir mi sexualidad. Soy una profesora de mediana edad que perdió su virginidad con su primer marido. Cuando murió, pensé que mi vida sexual había muerto con él, pero luego decidí que iba a ser feliz y hacer lo que quisiera con mi vida, y sobre todo con mi vagina.Yo creo que la gente no habla abiertamente del fisting porque es hipócrita y conservadora. Esta práctica no es un monstruo que haya que esconder en un cuarto oscuro. Me encantaría poder tener esta conversación con mi hermana o mis amigos más cercanos, pero estoy segura de que si lo hago, me juzgarían. Para ellos la sexualidad es aburrida y no puede ser creativa. Me compadezco de ellos."Me siento empoderada y feroz cuando mi novio me mete el puño"
Joshua
diseñador de moda, 28 años
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No he contado las veces que me han metido el puño, pero habrán sido más de 20, y cada vez con un tío distinto, porque después del sexo siempre los bloqueo. A todos los conocí en aplicaciones de sexo, como Hornet o Grindr. Creo que nunca le pediría a mi novio o a alguien que ya conozca que me hiciera fisting porque pensarían que me va demasiado la caña.
Además, solo hago esto cuando voy colocado. Me encanta la coca, no solo por la nariz, sino también en el culo. Hace que la experiencia sea mucho más agradable. Así que suelo quedar con tíos por una de esas aplicaciones, nos drogamos, me limpio el culo y follamos.Una vez me olvidé de hacerme una lavativa a fondo. Esa noche había bebido un montón y no me encontraba bien, pero le pedí a un tío muy raro que había conocido en Hornet que viniera a casa y me metiera el puño. Ahora, imagina la escena de la película American Beauty en la que sale la actriz rubia tumbada en una cama llena de rosas rojas. Vale, pues sustituye las rosas por mierda. Eso fue lo que pasó. Espero de verdad que ese tío pueda perdonarme por la horrible experiencia y que no nos volvamos a cruzar en la vida."Primero piensas que no te va a caber, pero cuando finalmente lo tienes dentro, te sientes la persona más afortunada del mundo"
Leo
escort masculino, 27 años
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Cuando acabo el trabajo, me ducho. Como llevo guantes o me pongo un condón en la mano, es todo higiénico, pero igualmente me gusta ducharme. Y por si te lo estás preguntando: sí, todo vuelve a su tamaño normal. Es músculo. Hay gente que lo tiene más cerrado que otra, pero siempre se vuelve a quedar como antes.No sabría que consejo dar. Quizá animar a probarlo a quien sienta curiosidad. Que lo haga con alguien que tenga paciencia y lo haga con suavidad. Que te metan un puño por primera vez es toda una experiencia y has de estar cómodo y seguro, no debes sentirte reprimido por ningún conflicto moral o por el miedo. Deja que el placer lo controle todo."Por si te lo estás preguntando: sí, todo vuelve a su tamaño normal"
Sergio
bailarín, 32 años
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Creo que lo más loco que me ha pasado fue la vez que un tío me preguntó si podía meterme su teléfono móvil en el culo. Quería grabarme por dentro. Yo también sentía curiosidad y estaba tan cachondo que le dije: “Vale, hazlo, pero con cuidado”. Lo intentamos, pero salió muy oscuro. A lo mejor la cámara de su móvil no era muy buena para hacer un vídeo artístico de mi culo.He intentado hablar abiertamente del fisting un par de veces, pero es como sacar el tema del veganismo en una barbacoa: cada vez que lo mencionas, alguien pone lo ojos en blanco. Así es como me siento al hablar del fisting, así que lo dejé por imposible. Pero creo que es importante hablar de ello, porque cuanto más se hable, más se desmitifica esta práctica y otras, en general.Sigue a Felipe en InstagramEste artículo apareció originalmente en VICE AU.El fisting tiene sus ventajas, como cuando tienes que hacer caca luego: ¡sale muy fácilmente y es una experiencia liberadora y genial!