Cortador de galletas con forma de mujer.
Ilustración: Cathryn Virginia.
Tecnología

Este es el problema del 'porno para mujeres'

Sitios como Bellesa, ForHerTube y categorías como "popular entre las mujeres" de Pornhub nos presentan porno suave. Esta generalización sobre lo que quieren las mujeres encasilla y restringe su sexualidad.

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Pornhub lanzó una categoría de "porno para mujeres" el año pasado, pero el coloso del contenido para adultos ciertamente no es la primera o la única entidad corporativa que identifica la existencia de una demanda de pornografía "para mujeres". Plataformas como Bellesa, ForHerTube y Sssh.com ahora son más accesibles que nunca, y eso es algo bueno en su mayoría. Las mujeres merecen que haya contenido para adultos que las reafirme, que ponga en el foco de atención su voluntad y las presente como agentes activos, capaces de tener sexo consensual y disfrutar de experiencias sexuales realistas.

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Sin embargo, gran parte de la retórica en torno al "porno para mujeres" surge de suposiciones erróneas y amplias generalizaciones sobre el tipo de porno que disfrutan las mujeres, y el tipo de mujeres que disfrutan del porno.

"El término 'porno para mujeres' es problemático porque gran parte de la pornografía está diseñada para una audiencia masculina supuestamente cisgénero, y como parte de la base general de consumidores de pornografía, las mujeres deberían sentirse libres de seleccionar películas de cualquier género", dijo la artista y actriz de porno Courtney Trouble. "De alguna manera, crear un género porno para mujeres permite que se perpetúe la existencia de un género 'solo para hombres'. Esto simplemente promueve una dicotomía que ni siquiera cuestiona los problemas fundamentales que originan la brecha que hay en este mercado".

Breve historia del porno para mujeres.

La idea de que las mujeres ven porno no es nueva. A principios de la década de 1980, la directora y productora Candida Royalle se convirtió en un ícono de la industria por su creación de películas para adultos desde la perspectiva de la mujer. La productora lésbica Fatale Media y On Our Backs, la primera revista de porno lésbico dirigida por mujeres, también surgieron en esta misma época como innovadoras de la industria pornográfica. Estas empresas pioneras buscaron crear pornografía que se centrara en el placer físico de las mujeres: un rechazo de las embestidas frenéticas, los cuerpos aceitosos y la teatralidad que definieron la pornografía tradicional durante años.

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Estas primeras empresas enfocadas en la mujer fueron parte de un movimiento, en gran parte político, para hacer pornografía que liberara la expresión sexual de las mujeres de la perspectiva masculina.

"Si vemos en restrospectiva el surgimiento del porno para mujeres, el lésbico o el feminista, fue un llamado a las armas, por así decirlo", dijo Lynn Comella, autora de Vibrator Nation: How Feminist Sex-Toy Stores Changed the Business of Pleasure [La nación del vibrador: Cómo las tiendas de juguetes sexuales feministas cambiaron el negocio del placer]. "Había el deseo de que ocurriera una intervención cultural en un mercado de imágenes y discursos relacionados con el sexo y la sexualidad dirigido principalmente a los hombres".

Esta época también marcó un momento verdaderamente revolucionario en la historia del porno.

"Esto fue incendiario en la década de 1980", dijo la socióloga y escritora Chauntelle Tibbals. "Porque aunque las mujeres siempre habían estado involucradas en la producción de contenido, esto era algo que generalmente desconocían o no entendían los espectadores".

El discurso social y político en torno a esta primera ola de pornografía creada por y para las mujeres finalmente llegó de manera masiva a los consumidores y creadores, inspirando conversaciones culturales en apoyo a la pornografía ética, la importancia de pagar por la pornografía y la necesidad de diversidad racial y de género tanto frente a las cámaras como detrás de ellas. Gracias en parte a la extensa cobertura mediática y al interés corporativo de los últimos años, las discusiones públicas sobre las mujeres y la pornografía están dejando de ser un tabú, aunque siguen careciendo de la profundidad y complejidad necesarias para una comprensión cultural verdaderamente evolucionada.

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"En 2019, las mujeres tienen más oportunidades de encontrar mercancía, productos y materiales sexuales diseñados pensando en ellas, pero la manera en que se las imagina como consumidoras sexuales o consumidoras de pornografía sigue siendo limitada en general", dijo Comella.

Generalización de la perspectiva femenina

Angie Rowntree, fundadora y directora de Sssh.com, piensa que la frase "porno para mujeres" funciona principalmente como un término de mercadotecnia para el posicionamiento en los motores de búsqueda de los sitios más populares de porno. "Es muy engañoso y deshonesto", dijo Rowntree. "El término encasilla a las mujeres, y es algo que realmente no me interesa. 'A las mujeres les gustan estas cosas, pero no estas otras'. Encasillar a la gente es una gran injusticia para la diversidad de nuestros deseos".

La misma cobertura mediática que normalizó a las mujeres como consumidoras de pornografía, así como a parte del lenguaje que estos sitios usan a veces, parece asumir que todas las mujeres en su conjunto son heterosexuales y cisgénero. El sitio de pornografía Bellesa afirma en su sitio web que cuenta con "chicos sexys. Tramas. Cuerpos naturales. Relatos eróticos gratuitos. Orgasmos reales". En Sssh.com, Rowntree prefiere términos como "enfocado en la mujer" y "con el liderazgo de la mujer" para distinguir el contenido de Sssh.com de las ofertas dirigidas a los hombres, como la popular categoría 'mujer con mujer' que incluye una escena centrada en el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero las imágenes que aparecen en la página principal del sitio solo muestran parejas heterosexuales.

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"Es una gran injusticia para la diversidad de nuestros deseos".

En la mayoría de los sitios de contenido para adultos, el apartado "porno para mujeres" ahora tiene una estética y género propios, definidos por la iluminación suave y el sexo vainilla, con una visión limitada de lo que puede, o debería, excitar a las mujeres.

"Las mujeres en general tienen un conjunto variado y diverso de preferencias y expresiones sexuales, y disfrutan consumir contenido de diferentes maneras", dijo Tibbals. "Siendo así, el uso actual de la frase 'porno para mujeres' es frustrante, además de ser generalmente despectivo y crítico en sí mismo''.

Algunas de las versiones más recientes del "porno para mujeres" utilizan un lenguaje de marketing que parece transmitir la idea de que rige una política de respetabilidad sexual y supervisión moral. La directora general Caroline Spiegel describió su nuevo sitio Quinn de videos y porno sin imágenes como "un Pornhub menos burdo y más divertido para mujeres", una descripción que sugiere que las mujeres que disfrutan los sitios pornográficos populares, o que crean contenido, son unas desviadas sexuales atípicas.

"Esto se ajusta a un marco histórico más amplio de pensamiento, que sostiene que las mujeres en particular necesitan una cierta cantidad de romance. Es decir, si vamos a atraerlas para que sean consumidoras de juguetes sexuales o de pornografía, debemos guiarlas hacia nuestro producto con mucha gentileza", dijo Comella. "Esto sugiere que las mujeres son fáciles de "escandalizar o asquear", o que no tienen la fortaleza de sus contrapartes masculinas, que son criaturas más delicadas, o que se ofenden con más facilidad".

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Según Trouble, la creación de una distinción entre la pornografía "para mujeres" y "para hombres" también borra la identidad queer tanto en los consumidores como en los actores porno.

"Un gran problema con este género es que explota los cuerpos masculinos de una manera realmente corrupta", dijo Trouble. A principios de los dosmil, Trouble lanzó nofauxxx.com para intercambiar enlaces y establecer redes con otros creadores de contenido para adultos. Ahí, Trouble conoció a un productor que solía comprar contenido de pornografía gay previamente hecho que era "lo suficientemente heterosexual" para poder revenderlo en otro sitio de pornografía para mujeres. "En este caso, el productor estaba borrando la identidad queer para satisfacer a un público femenino cisgénero heterosexual. Esto no es subversivo, es marketing. No veo que sea diferente a cuando Bic sacó bolígrafos rosas para las mujeres", dijo Trouble.

La cineasta Erika Lust no se refiere a su trabajo como "porno para mujeres" ni lo comercializa de esa manera, porque considera que el término reduce la sexualidad de las mujeres a un estereotipo. Ella prefiere el término "indie" y crea películas para adultos basadas en un espíritu feminista y no en la optimización de su posicionamiento en los motores de búsqueda.

"Siempre he dicho que soy feminista y, naturalmente, mis valores permean todo lo que hago", dijo Lust. "Mi cine tiene mis valores feministas detrás, y pongo la sexualidad y el placer femeninos en primera instancia".

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Aun cuando una estética suave y gentil generaliza lo que las mujeres quieren de una experiencia sexual, el atractivo de un contenido para adultos más amigable, menos sórdido y con una orientación feminista puede servir como punto de entrada para muchas mujeres que exploran su sexualidad e interés en el porno, particularmente para aquellas que buscan evitar las representaciones de violencia gratuita o el sexo anónimo no identitario.

"En el pasado, cuando visitaba otros sitios de pornografía, me sentía como una intrusa, como si estuviera en un lugar en el que se suponía que no debía estar", dijo Michelle Shnaidman, directora ejecutiva del sitio Bellesa de contenido porno enfocado en las mujeres. "Quería ver contenido sexual que realmente se relacionara con mi experiencia personal". Bellesa cuenta con contenido que se enfoca en el placer y la agencia sexual de las mujeres, y cura los videos basándose en los datos de los usuarios que indican una amplia gama de preferencias sexuales, y de tendencias generales.

Según Shnaidman, los usuarios de Bellesa tienden a preferir los videos con historias sólidas y un contexto narrativo, y los videos que consumen tienden a ser más largos que en otros sitios de pornografía convencional. "No hay un exceso de palabras altisonantes, gemidos y gritos exorbitantes, orgasmos falsos, o narrativas objetivantes. No hay violencia”, dijo Shnaidman.

Controversia en torno al 'porno para mujeres' y el 'porno feminista'

El lenguaje del empoderamiento, el feminismo y la ética resultan muy fructíferos en cuestión de ventas, pero la pornografía para mujeres no es inmune a las muchas trampas de la industria que los productores supuestamente quieren evitar. Originalmente, la plataforma de video de Bellesa permitía a los usuarios encontrar y compartir contenido de otros sitios, pero pronto siguieron acusaciones de contenido robado después de su lanzamiento en 2017.

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"Estábamos, sin querer, desempoderando a las personas que crean el contenido en primer lugar, lo que va en contra de nuestra misión principal", dijo Shnaidman. Bellesa planea lanzar su propia compañía de producción en un futuro cercano, la cual, según Shnaidman, tendrá como eje prácticas éticas relacionadas con la seguridad y la compensación del talento.

Rowntree, una antigua veterana de la industria para adultos, está muy consciente del problema generalizado de piratería de contenido. "Todos en esta industria corren el riesgo de que les roben su contenido, independientemente del género. Esa es la triste verdad”, dijo Rowntree. Sssh.com produce la mayor parte de su contenido, el cual está disponible solo para streaming, y se encuentra codificado digitalmente, registrado ante derechos de autor y bloqueado por una página de pago. Rowntree también mantiene una relación directa con los productores y cineastas cuyo contenido es eligido para aparecer en el sitio. "Hemos tenido éxito con este método y hemos logrado ralentizar significativamente el proceso de piratería", dijo Rowntree.

Las conversaciones culturales provocadas por el movimiento #MeToo también plantean preguntas sobre las prácticas sexuales consensuadas en la industria del porno, incluyendo a las productoras de pornografía feminista y pornografía dirigida a las mujeres. En 2018, Rooster, actor de cine para adultos, presentó una denuncia por abuso sexual contra Lust Films, que incluía incidentes de violaciones de límites y malas prácticas laborales en el set. En una narración detallada en su sitio web personal, Rooster escribe que la directora Olympe de G. supuestamente rechazó su solicitud de un descanso durante una escena de masturbación. Rooster procedió con la escena, sin saber si denunciar el problema o negarse a grabar dañaría su reputación.

Lust negó las acusaciones de abuso sexual y agresión en el set de Rooster, citando la política de cero tolerancia de Lust Films contra el acoso, el abuso o la violencia sexuales. Sin embargo, reconoció que de G. pudo no haber manejado el incidente de manera adecuada. "Se puede argumentar que este incidente no es un buen ejemplo del desempeño adecuado de un director en la producción de un set de filmación, pero ciertamente no se trata de abuso sexual ni agresión", dijo Lust.

Aspecto más vergonzoso de la pornografía para mujeres

Adoptar una visión heteronormativa y generalizada de la feminidad y de las preferencia de las mujeres puede dejar a algunos consumidores con opciones limitadas que ignoren el alcance y la diversidad de las expresiones sexuales de las mujeres, y que terminen promoviendo los estereotipos de género. Muchas mujeres disfrutan del porno gay , o incluso del porno ultra violento, pero esta realidad no es fácil de comercializar.

"Ahí radica el aspecto más vergonzoso del 'porno para mujeres'", dijo Tibbals. "¿Todas las mujeres? No. Nada puede satisfacer las necesidades de todas las mujeres, ya que todas tienen intereses muy diversos". La pornografía creada verdaderamente para romper el estigma que rodea a las mujeres y a la pornografía en sí, primero, debe dejar de estigmatizarse a sí misma.

"Lo que sería más exitoso es crear géneros de porno que sean transparentes sobre cuándo sus escenas representan la dominación masculina u algún otro factor que pudiera ser indeseable para una audiencia que busque algo 'enfocado en lo femenino'", dijo Trouble. "Estas palabras realmente no significan nada, así que poder leer una descripción real de lo que sucede en la pornografía que estás comprando —una descripción escrita por los productores o curadores, y que represente con precisión a los artistas o actores—, eso sí es poderoso e importante. Entonces las personas de todos los géneros e identidades podrían tomar decisiones informadas basadas en lo que quieren ver".