Imagen por Frederick Paxton/VICE News
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Kenyatta prendió fuego al marfil almacenado — y a una tonelada y media de cuerno de rinoceronte, que escupía bolas de fuego a intervalos mientras quemaba. Kenia está buscando una prohibición mundial de la venta de marfil en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje, que se encontrará en Sudáfrica el año que viene.Las pilas fueron quemadas con un cóctel de diésel y keroseno, que fue bombeado a alta presión a través de una red de tuberías recorriendo el subsuelo del sitio. La intensa lluvia continuó en Nairobi la mañana siguiente a la incineración, a pesar de las desafiantes condiciones climatológicas."Está muy saturado, hacerlo prender es muy difícil", afirmó Robin Hollister, el "arquitecto de la quema".Las estimaciones alrededor de cuánto tardará el marfil a ser reducido a cenizas bascula entre los pocos días y las dos semanas. Hollister no puede afirmar con seguridad el tiempo que las llamas permanecerán.
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