Coronavirus

Analizamos el vídeo del murciano arrepentido por esparcir bulos racistas del coronavirus

"Pido perdón a todos los chinos".
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Captura de pantalla vía Facebook de Totana.com

Ayer, en Totana, una localidad de Murcia, apenas unas horas bastaron para que prácticamente todos los vecinos de la localidad estuvieran al tanto de que la mujer de Jaki, de origen chino y regente de una tienda local, tenía, supuestamente, el coronavirus.

Se enteraron a través de dos audios de Whatsapp en los que un hombre más o menos conocido de la localidad, el Centeno, advertía sobre esta información y pedía por favor que nadie volviera a ese comercio por las posibles consecuencias. Resultó que todo era falso, no había ni coronavirus, ni mujer infectada, ni alarma que atender.

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A diferencia de lo que suele pasar normalmente, parece que en Totana no están para aguantar fake news así que decidieron que ell Centeno tenía que pedir perdón públicamente: “Buenas tardes. Me llamo Andrés López, el Centeno me llaman, comparezco ante los medios de comunicación por unos desafortunados, improcedentes y falsos comentarios míos que he hecho esta tarde”, empieza relatando antes las cámaras de Totana, un medio local, y también ante Jaki, que se muestra, como cabe esperar, reacio a aceptar sus disculpas.

Ataviado con un fachaleco, una camisa y la cara compungida, Andrés continúa explicando que cuando mandó el audio no sabía “la repercusión que esto podía tener”, y que actúo “sin tener ninguna mala intención”, puesto que no tiene “absolutamente nada en contra de Jaki ni en contra de nadie. Quiero pedir perdón a Jaki y a todos los chinos, quiero decir que lo siento mucho”, declaraba.

A continuación era el turno de Jaki, que comenzaba, aun sin ser necesario, defendiéndose de las falsas acusaciones: “mi mujer no vive en Wuhan, estamos casi a mil kilómetros de allí, a parte mi mujer está muy bien de salud, todo bien”. Pero lo que él quería, y así lo pidió fervientemente, era una explicación por parte de “ese tío para hacer daño a los chinos”.

Contactado por VICE, Daniel Marin, un joven de esta localidad murciana, afirma que recibió ayer a primera hora de la tarde dos audios en varios grupos de WhatsApp, en los que un vecino contaba lo siguiente: “la mujer del Jaki, el de la tienda de chinos, está en su casa en cuarentena porque vino la semana pasado de Wuhan, que es de donde ella parece ser que es”. Y a continuación pedía por favor de forma explícita “no ir nadie, ninguno, a la tienda del Jaki, y segundo, evitar en la medida de la posible, zagales sobre todo, ir a las tiendas de los chinos”. “Cualquier cosa que me entere vamos hablando”, se despedía.

Aunque Daniel dice que nunca se llegó a creer este contenido, sí que hubo muchos vecinos que mostraron su preocupación. Por eso se sorprendieron cuando un rato después, sobre las siete de la tarde y cuando ya todo el mundo del pueblo estaba al tanto, vieron el vídeo de un medio local, Totana, donde el autor pedía perdón y admitía que todo era una noticia falsa. “Creo que este hombre se vio obligado por los medios locales a rectificar, y así se hizo, con una pequeña rueda de prensa”, explica ahora el joven. El Centeno aseguró en su disculpa que el audio fue realmente difundido en un chat “privado y particular” y que no tenía intención de crear ni expandir ningún bulo, pero en los audios parece que se dirigía a un grupo de gente y pide que se avise a gente cercana a las personas a las que parece que iba dirigido. Pensado en los sucedido, Daniel concluye que el audio “desató mucha alarma social” y sobre todo le llama la atención “el surrealismo del propio hombre pidiendo disculpas delante de la persona afectada y lo rápido que se desarrolló todo”.

Después de la prohibición de entrada en Rusia a cualquier ciudadano chino, o de los vídeos de palizas a personas con rasgos asiáticos en varias ciudades del mundo, no cabe duda de que el coronavirus, además de muertes y enfermos, ha dejado vía libre al racismo.

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