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Imagen para propósitos ilustrativos. Foto: GREG BAKER / AFP 
Sexo

Dentro del próspero mercado negro de juguetes sexuales en Pakistán

Es ilegal, pero los vendedores en línea dicen que muchos paquistaníes recurren a ellos para comprar juguetes sexuales.
Rimal Farrukh
Islamabad, PK
DS
traducido por Daniela Silva

Ehtisham Qamar estaba en la universidad cuando decidió montar una pequeña empresa con sus amigos para fabricar y exportar tapones anales de acero en su ciudad natal Sialkot, Pakistán.

“Llegamos a esta industria relativamente temprano y rápidamente comenzamos a ganar mucho dinero”, le dijo Qamar a VICE World News.

“Nunca imaginamos que pudiéramos trabajar de esto en Sialkot”, dijo el dueño de la empresa. “Solíamos trabajar en secreto. Si le preguntas a la mayoría de los fabricantes, dicen que producen herramientas quirúrgicas".

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En Pakistán, hablar sobre sexo es tabú, y fabricar y vender juguetes sexuales es ilegal. Las autoridades locales regulan la industria de los juguetes sexuales a través de las antiguas leyes de la era colonial del país, que prohíben los "materiales y objetos obscenos".

Qamar dice que desde entonces dejó de fabricar y vender juguetes sexuales, y agregó que era joven cuando inició el negocio hace nueve años y ya no quiere ser parte de la industria.

Sialkot, la ciudad donde se fabrican la mayoría de los juguetes sexuales, es conocida por producir y exportar instrumentos quirúrgicos de acero y es el fabricante líder mundial de balones de futbol de cuero.

Esa experiencia en la producción de cuero y acero es la que ha allanado el camino para que Pakistán se convierta, irónicamente, en un exportador clandestino y vendedor en línea de juguetes sexuales de acero y artículos de fetiche de cuero para consumidores en EE. UU., Australia y el Reino Unido.

Según la ley de objetos obscenos de Pakistán, la compra, venta, publicidad o fabricación de juguetes sexuales se castiga con una multa y una pena de cárcel de tres meses o más.

Sin embargo, la ley no parece disuadir a los importadores, exportadores o proveedores locales de juguetes sexuales, que omiten las tiendas físicas y dependen totalmente de las ventas en línea en Pakistán.

“Esta industria es tan grande que puedes pagar la deuda de un año con tus ganancias. Es como el bitcoin o las criptomonedas”, dijo el proveedor de juguetes sexuales con sede en Karachi, Nasir Qureshi, quien pidió mantener el anonimato para protegerse de las repercusiones legales.

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Qureshi recibe más de 100 pedidos locales al mes. No dijo cuanto ganaba, pero basándonos en los precios, Qureshi debe ganar de 5 a 10 veces más que el ingreso mensual promedio en Pakistán. “El problema es que debido a las políticas de internet de Pakistán, no se nos permite publicar anuncios en Google o Facebook”, agregó Qureshi.

Pero eso no impide que algunos vendedores vendan juguetes sexuales a través de redes sociales. Una de las cuentas más populares tiene alrededor de 9.000 seguidores en Instagram con videos de unboxing de juguetes sexuales que se venden de 100 a 300 dólares. La cuenta se negó a concedernos una entrevista.

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Captura de pantalla de juguetes sexuales vendidos por hasta 200 dólares por un vendedor con sede en Islamabad, Pakistán en Instagram.

Amazon por fin agregó a Pakistán a su lista de vendedores, lo que permitirá a paquistaníes como Qureshi vender en la plataforma. A pesar de ser un gran triunfo para las pequeñas empresas, los vendedores locales de juguetes sexuales siguen sintiéndose escépticos. “Las normas y regulaciones en torno a lo que se puede vender en Amazon Pakistán es otro tema”, dijo Qureshi.

Qureshi tiene razón. En 2017, un estudiante universitario fue arrestado por vender juguetes sexuales. Los distribuidores locales incluso se han enfrentado a redadas encubiertas por parte de las autoridades.

“Se hacen pasar por clientes y ordenan productos, y luego, cuando los entregamos, registran los informes policiales y comienzan los procedimientos legales”, dijo Abdullah Chaudhary, otro propietario de un negocio de juguetes sexuales de Islamabad, quien también pidió mantener el anonimato por razones legales.

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Chaudhary dijo que sus artículos más vendidos son consoladores, vibradores y correas, y que la mayoría de sus clientes son hombres. “Son de todo el país, algunos son de áreas más conservadoras como Swat, Peshawar y Multan”, agregó Chaudhary.

Si bien Chaudhary vende principalmente juguetes sexuales fabricados en Pakistán y tiene que preocuparse por las leyes locales, las autoridades aduaneras también pueden ser un obstáculo para los vendedores que importan juguetes sexuales.

En 2020, las acciones de Qureshi, con un valor de 6.500 dólares, fueron detenidas por la aduana. Afirma que los agentes aduaneros le pidieron un soborno para continuar con el negocio y se los concedió para poder reanudar las importaciones este año.

Dejando de lado las cuestiones legales, los dueños de este tipo de negocios tienen que lidiar con los tabúes culturales en torno al placer sexual en Pakistán.

“Algunas personas nos decían que este trabajo estaba mal. Entonces, poco a poco pasamos a vender productos de cuero y dejamos de vender juguetes sexuales”, dijo Qamar, quien cerró el negocio que comenzó en la universidad después de dos años.

Debido a la naturaleza encubierta de la industria de los juguetes sexuales en Pakistán, muchos clientes potenciales desconocen su existencia y recurren a pedir productos de China.

“A nivel local no se pueden encontrar juguetes sexuales. No encontrarás ni lo más básico como un vibrador. De hecho, puedes encontrarlos y pedirlos en AliExpress pero debes tener mucho cuidado”, dijo una compradora llamada Rubeena Ahmed, que también pidió mantener el anonimato por razones de seguridad.

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Mujeres como Ahmed recurren a los juguetes sexuales chinos que se venden en mercados en línea como AliExpress y AliBaba.

O piden juguetes sexuales en línea a través de hombres en quienes confían. “Pedí un juguete a través de un amigo mío. Puse la dirección de su trabajo. Existía el riesgo de si lograba pasar o no”, dijo Ahmed.

Juguetes sexuales fabricados en China disponibles en Pakistán a través de AliExpress.

Captura de pantalla de juguetes sexuales disponibles en Pakistán a través de AliExpress. Los tapones anales se pueden comprar por 2 dólares con envío gratis que puede demorar hasta 3 meses.

Para las mujeres paquistaníes en particular, el estigma social que rodea al placer propio y la sexualidad femenina puede actuar como una barrera más para poseer y comprar juguetes sexuales.

La escritora y activista Zarah Haider le dijo a VICE World News que temía llevar juguetes sexuales cuando viajaba a Pakistán desde Canadá. “Ni siquiera me arriesgué a llevar un vibrador por pánico, en caso de que alguien abriera mi maleta en el aeropuerto o en casa. Me asustaba mucho".

Pero ella cree que esto debe cambiar. “En sociedades patriarcales como Pakistán, hay mucho enfoque en el placer masculino y no lo suficiente en el placer femenino. Creo que las mujeres merecen la oportunidad de tener un orgasmo y los juguetes sexuales son una excelente manera de lograrlo”, agregó.

Sin embargo, eso parece estar muy lejos de suceder.

Según la bloguera paquistaní Ujala Ali Khan, hay pocos espacios para tener conversaciones abiertas sobre sexualidad, especialmente en línea.

En 2020, hizo una transmisión en vivo de un unboxing de juguetes sexuales en un grupo femenino privado en Facebook. Se filtraron capturas de pantalla del video en contra de los estándares de la comunidad del grupo y las compartieron en otros grupos en redes sociales. Después de eso, Khan enfrentó múltiples amenazas de muerte y violación.

“La gente no se ofende tanto por cosas como la pobreza, la corrupción, el terrorismo, el abuso y las violaciones, como lo hace por una mujer que habla de sexualidad”, dijo Khan.

"Es una reacción muy exagerada a algo tan inofensivo como hablar de un juguete sexual con el que no lastimo a nadie".

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