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Cultură

Las películas y series que nos enseñaron sobre sexo y drogas en la pubertad

Estos son los mejores ejemplos que algunos miembros de la última generación que sobrevivió la adolescencia nos dieron.

Still de la telenovela mexicana Soñadoras.

Las clases sobre sexualidad de la escuela dejan mucho que desear, por eso, cada generación que pasa por la pubertad de forma brutal tiene que recurrir al mundo del entretenimiento para calmar su curiosidad. Algunas series de televisión y películas han hecho un gran trabajo aclarando las dudas de algunas mentes jóvenes en su respectivo momento.

Cuando tenía 13 años trataba de que sacar el tema del sexo en todas las conversaciones que tenía con mis amigos, pero como ni ellos ni yo teníamos idea de lo que se trataba en realidad, esas conversaciones eran bastante cortas y llenas de silencios incómodos. Un par de años más tarde, las dudas sobre las drogas nos hicieron lo contrario y no parábamos de hablar sobre cómo las conseguiríamos, pero cuando por fin lo hicimos, no supimos ni qué hacer con ellas.

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Gran parte de mi generación se vió en la misma necesidad de aprender sin preguntar a sus padres y verse enredados en una conversación incómoda y estos son los mejores ejemplos de películas y series que accidentalmente, o no, sirvieron de guía para que pudieran sobrevivir la adolescencia.

SKINS

Esta serie se convirtió en mi adicción cuando tenía 15 años y mis hormonas estaban por todas partes. Se trata de un grupo de chavitos en Londres que se la viven fumando mota, tomando tachas, teniendo sexo y yendo a raves de los que yo me moría de envidia. Tal vez no suene como algo muy innovador, pero las series de televisión británicas eran mucho más explícitas que la norteamericanas y que las telenovelas mexicanas a las que yo estaba acostumbrada.

Este programa me enseñó, por la mala, que no todo el entretenimiento tiene que tener un final feliz, al contrario, mis esperanzas de que las vidas de los personajes mejoraran, de que sus papás les hicieran un poco de caso y de que siguieran cogiendo, pero con un poco de amor, se destruían escena por escena.

—Alejandra, 24 años, administradora

A LOS 13

Me acuerdo de que todos en mi escuela hablaban de A los 13 como si les hubiera cambiado la vida y a mí no me dejaban verla. Así que el día que una amiga cumplió 13 la vimos a escondidas en su casa y entendí que sí deja algunos traumas.

A pesar de que la película tiene bisexualidad, lesbianismo y drogas, lo mejor y quizás lo que más se me grabó fue el truco de ponerse una cuchara fría en los parpados para disminuir el enrojecimiento de los ojos después de fumar mariguana y que así tus papás no se den cuenta de que estás pacheco.

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—Andrea, 25 años, publicista

SEX AND THE CITY

Todas las mujeres —y seguramente también algunos hombres— que ven Sex and the City se preguntan con cuál de los cuatro personajes principales se identifican más: Carrie es la protagonista y la diva que sólo quiere enamorarse, pero cuando tiene novio se vuelve absorbente y demandante; Miranda es la feminista que a veces raya en la misandria; Charlotte sólo se quiere casar y tener una vida de gente bien con un esposo perfecto y Samantha es la adicta al sexo que usa a los hombres como juguetes sexuales.

Yo estaba más concentrada en aprender de los hombres que aparecen en un solo episodio para coger y cómo nadie se acuerda de ellos cuando empiezan los créditos. En realidad creo que son pocas las veces en las que a ellas se les mueve una pestaña si las cosas no funcionan, si no era su amor verdadero o si las dejaban en la cama. Ellas sabían que podían seguir experimentar con tantos hombres como quisieran sin ningún juicio moral.

—Daniella, 20 años, estudiante

KIDS

Todos los estereotipos que la escuela y mis padres se habían esforzado tanto para construir en mi mente quedaron destrozados a los 20 minutos de empezar a ver esta película. De pronto el sexo no era malo, ni había que esperar a ser adulto para coger. También resultó que las drogas dejaron de freír los cerebros de las personas con siquiera olerlas o con acercarse a la gente que se las tomaba y yo me di cuenta de que tenía que experimentarlo todo. Incluso me hice rastas en toda la cabeza por esta influencia.

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—Patricio, 28 años, abogado

FREAKS AND GEEKS

Aquí los importantes eran los freaks que siempre estaban fritos y pensando en cómo conseguir alcohol. Tengo que admitir que gracias a esta serie —en especial al personaje de Jason Segel— aprendí cómo ligar, pero también a cómo enrollar porros y es uno de los talentos que más útil me ha sido en la vida.

—Pablo, 29 años, médico

AMERICAN PIE

Ésta es la típica historia de un grupo de amigos que se va a graduar de prepa y siguen vírgenes, pero en la mejor versión que se ha hecho. Cuando yo la vi tenía 11 años y nunca me había masturbado conscientemente, así que la película fue toda una revelación. Eso sin contar que no se me había ocurrido buscar videos de mujeres desnudas en internet ni que sería importante aprender a desabrochar el brassier de una chava con una sola mano.

—Javier

NARANJA MECÁNICA

Cuando tenía 11 años me quedé solo en mi casa todo un verano y me encontré con Naranja mecánica, en la que vi cosas que no descubriría por mí mismo hasta seis años después. Cada vez que la veo me sorprende la cantidad de violencia que la gente puede tolerar ver si se presenta de forma artística, pero habiendo crecido con videojuegos eso no me dejó sin dormir. Más bien, fue el sexo y las drogas, en espacial la escena del trío en cámara rápida. Desde entonces siempre he querido coger con la obertura de William Tell de fondo marcando el ritmo.

—Javier, 24 años, matemático

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SOÑADORAS

Soy el único hombre en una familia de cinco y una televisión, lo que para mí significó ver muchas telenovelas. Una en especial fue transmitida en un momento clave de mi vida en que yo era muy impresionable: Soñadoras.

Tengo clarísima la escena en la que un personaje deja que le metan una tacha en la bebida a su novia sin decirle y por supuesto, muy al estilo de las novelas de las siete —que yo llegué a conocer muy bien— se arma un problemón y la novia se convierte en adicta inmediatamente. Otro momento de oro fue cuando, tanto el novio ese, como yo, descubrimos que la cocaína era un polvo que te aceleraba y no algo parecido a un refresco de cola. Tan tan taaan.

—Juan, 29 años, intérprete

FRIENDS

Es la serie que todos veían y tal vez está bastante inocente, pero yo agradezco haberla visto cuando estaba en la pubertad. No tenía ninguna escena reveladora, solamente era la vida de seis amigos que vivían en Nueva York y en cada capítulo tenían sexo con alguien nuevo, se pasaban parejas entre ellos y no había drama porque no era más que sexo y si no funcionaba se juntaban a tomar café, platicar y ya, lo superaban.

—Mariana, 19 años, estudiante

MALCOLM IN THE MIDDLE

Malcolm no era una serie triple X, al contrario, era sobre una familia norteamericana con cuatro hijos y uno de ellos era extremadamente inteligente, mientras que todos los demás eran unos tarados. Eso hacía que la pasaran en el Canal Cinco y que yo la pudiera ver aunque fuera un mocoso. Sin embargo, me enseñó varias cosas útiles sobre adicciones, como cuando el hermanito de Malcolm empieza a fumar para vengarse de su papá y cómo esconde los cigarros para que no lo cachen.

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En cuanto a sexo, tampoco tenía específicos, pero hay un capítulo —que quienes han visto la serie llaman 'clásico'— en el que la mamá descubre revistas porno en el cuarto de los niños y les pone recortes de fotos suyas a todas las modelos para hacer que sus hijos dejen de verlas. Eso te enseña a esconder bien tu porno.

—Rafael, 30 años, cinematógrafo

Y TU MAMÁ TAMBIÉN

El cine mexicano es el mejor maestro que cualquier adolescente puede tener, especialmente para quienes pasamos por esa etapa en los 90. Si tuviera que escoger una película, sería Y tu mamá también porque me acuerdo que me dejó muda por unas horas.

La trama se da mientras dos amigos agarran carretera y se llevan a una chica a la playa, pero de pronto el viaje se pone medio metafórico alrededor de la amistad de los protagonistas. Seguro que los puristas se pondrán locos cuando diga esto, pero al verla a mí no me pareció que se tratara de una represión de homosexualidad por parte de ellos, sino de la exploración de la sexualidad.

—Rebeca, 26 años, abogada

MIEDO Y ASCO EN LAS VEGAS

Esta película me enseñó más sobre el LSD que cualquier artículo científico o libro de texto con el que me pude haber topado en la adolescencia. Además, cuando tienes 14 años y te enteras que Johnny Depp hace el papel de un adicto y oportunista en Las Vegas y que también hay escenas en las que alucina que todos son dinosaurios, no hay nada que te pueda convencer de no verla.